Emanuel Ginóbili está “defraudado” por la crisis de la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), pero ahora espera un “resurgimiento”. “¿Cómo no vas a quedar defraudado cuando desapareció toda esa plata y no se hicieron un montón de cosas?”, se preguntó el bahiense. “Primero me dio tristeza saber lo que pasó, por todo lo que hicimos estos años. Al mismo momento te da muchas ganas, porque sabés que después de una crisis profunda siempre viene un resurgimiento”, agregó el astro.

Una consultora privada revisó las cuentas de la CABB y corroboró deudas por más de 33 millones de pesos y hasta la desaparición de la réplica de la medalla dorada que Argentina ganó en los Juegos Olímpicos de Atenas, de una camiseta firmada por los jugadores y del trofeo de campeón del Mundial de 1950. “Hay que reordenar, reorganizar todas las estructuras desde bien abajo, pero creo que, como dice la frase, no hay mal que por bien no venga. En este caso hubo un mal profundo, pero va a servir para que la situación mejore”, dijo el escolta.

Ginóbili es optimista y opina que es un buen momento para que los jugadores se involucren en la Confederación. “Todos tenemos que trabajar en esto. Es un momento para demostrar que queremos lo mejor para el básquet, que nadie quiere el lucimiento personal, así que los jugadores, entrenadores, árbitros y el público tenemos que apoyar y tirar para el mismo lado. Creo que es una gran oportunidad”, sostuvo Ginóbili.

A pesar de los éxitos deportivos de la Generación Dorada, en la Argentina no quedó una estructura para mejorar el deporte. Es una espina para Ginóbili y sus compañeros. “Si no te duele es porque no te gusta el básquet o no te interesa ni te molesta la corrupción. A todo el mundo lo tiene que defraudar este presente. Pero todo esto propició un cambio. Ahora queremos cambiar, lo vamos a hacer bien y terminará siendo algo positivo”, deseó Ginóbili.