Gimnasia y Tigre empataron ayer 1-1 en el estadio del Bosque y cedieron terreno valioso en la lucha por ingresar a la próxima Liguilla pre Libertadores. El elenco de Gustavo Alfaro, que terminó con diez hombres por la expulsión de Lucas Wilchez a los 87 minutos, ganaba desde los 10 de la etapa inicial gracias a una conquista de Federico González, pero el local llegó al empate a los 52 con un gol de Maximiliano Coronel.

El elenco de Victoria pegó de entrada y Gimnasia lo sintió, porque luego le costó generar peligro al no encontrar un socio para Ignacio Fernández, ante un adversario ordenado y preparado para contraatacar con rapidez. A los 10, Jorge Rodríguez cobró un tiro libre en su propio campo con tanta rapidez que tomó desprevenida a la defensa local y su largo envío cayó en el pecho de González, quien luego metió un zurdazo cruzado para el 1-0.

El equipo de Troglio casi llega al empate dos minutos después, pero el uruguayo Ernesto Goñi despejó el peligro desde el piso y sobre la línea.

Después, D’Angelo le atajó un cabezazo a Mesa.

La ventaja parecía excesiva, pero Gimnasia a los 52 consiguió nivelar nuevamente el marcador. A la salida de un corner desde la izquierda ejecutado por Ignacio Fernández, Osvaldo Barsottini metió un frentazo que D’Angelo sacó a un costado pero no de la cancha, y hacia allí fue Rodrigo Contreras, quien no dio por perdida esa pelota y metió un centro atrás que Coronel conectó de zurda para batir al arquero del Matador.

Parecía que Gimnasia aprovecharía el envión anímico, pero eso no sucedió, y sólo le alcanzó para llegar al empate, en medio de un juego equilibrado en el que se quedó sin ideas y su oponente, sin piernas. Sin situaciones claras que pusieran en riesgo la igualdad, el planchazo del ingresado Lucas Wilchez sobre el juvenil Javier Mendoza se robó la atención del cierre del encuentro.