Después de tantas idas y vueltas entre Luis Segura, presidente de la AFA, y Marcelo Tinelli, vicepresidente tercero de la institución, hoy vence el plazo para la presentación de avales de los candidatos presidenciales. Aunque la fecha de las elecciones se movió, en principio, de octubre para el 1º de marzo del año que viene, en el calendario electoral se mantuvo el día en que los aspirantes al histórico sillón de Julio Grondona deberán presentar los siete respaldos necesarios para ir por ese puesto. Ambos candidatos serían los únicos, aunque no se debe descartar la aparición sorpresiva de Claudio Tapia, presidente de Barracas Central de la Primera B y yerno de Hugo Moyano, quien también tendría los avales para sumarse a la contienda.

“Miren, les voy a contar una cosa: en una reunión de AFA estaban los presidentes de los clubes más grandes, tres o cuatro presidentes más y el presidente de la AFA. Tuve una discusión, porque yo soy de la idea de que en la AFA se necesita poner una bomba, hacerla volar por el aire y empezar de nuevo. Pero como eso no lo puedo hacer, hay que hacerlo con acuerdos.” Con esta sorprendente metáfora, Rodolfo D’Onofrio, presidente de River, explicó sus consideraciones sobre la casa madre del fútbol argentino en una charla sobre liderazgo realizada en la residencia del embajador británico en el país. Más allá de la consideración, el dirigente sería uno de los que habría asegurado su respaldo al vicepresidente de San Lorenzo.

Por otro lado, Daniel Angelici, presidente de Boca, ya adelantó que le dará la espalda al hombre de los medios. “Tengo claro que los socios de Boca no quieren a Tinelli, por eso no le firmamos el aval para la candidatura. Está muy identificado con San Lorenzo y a los clubes como Boca se les hace difícil brindarle apoyo”, contó el dirigente que renunció a la vicepresidencia de la AFA en mayo de este año.

Otra especulación, pero una que se resolverá esta jornada, pasará por la posibilidad de que los candidatos muestren toda su fortaleza con la mayor cantidad de avales posibles o si, por el contrario, sólo exhibirán los mínimos indispensables para ocultar sus cartas.