ECONOMíA › ALTERNATIVAS A LA PRIVATIZACION

Para que el tren llegue

 Por David Cufré

En la plataforma electoral que lo llevó a la presidencia, Néstor Kirchner había incluido un proyecto para crear una empresa nacional de ferrocarriles, bajo control estatal. Sin embargo, una vez en el Gobierno decidió mantener el modelo de concesiones instaurado bajo el menemismo. Los contratos se encuentran bajo proceso de reestructuración, pero el esquema de operadores privados que cobran subsidios por servicios ostensiblemente deficientes continúa. Página/12 preguntó a tres organizaciones ferroviarias cuál podría ser un sistema alternativo, que cumpla con lo que hoy parece una utopía: que haya trenes que funcionen dignamente en todo el país.
De los 35.000 kilómetros de vías en operaciones que había antes de las privatizaciones, actualmente quedan en funcionamiento menos de 8000. De un sistema integrado, concentrado, que manejaba los servicios de carga y de pasajeros, el tráfico ferroviario, los talleres, el mantenimiento, la administración y la gestión comercial se pasó a un modelo de concesiones segmentadas, en el que cada operador debería hacerse cargo de la parte que le toca. Después de más de una década de funcionamiento, la crisis del esquema actual es evidente. Pero, ¿qué se podría hacer?
- Sistema mixto
Elido Veschi es secretario general de la Asociación de Personal de Dirección de Ferrocarriles y miembro de la mesa nacional de CTA. La propuesta que elevó ese espacio se apoya en la creación de una Empresa Nacional Ferroviaria (Enafe). La iniciativa hace cinco años que espera ser debatida en la Cámara de Diputados. Su falta de tratamiento llevó dos veces a que perdiera estado parlamentario y este año va camino a correr la misma suerte. El proyecto fue refrendado por varios diputados, pero nunca logró siquiera el dictamen de la Comisión de Transporte.
Enafe recuperaría para el Estado toda la infraestructura ferroviaria. Funcionaría de manera integrada y tendría el control de la circulación de los trenes. Sin embargo, “no tenemos la concepción del viejo ferrocarril estatal”, indicó Veschi. La diferencia central es que se permitiría la existencia de múltiples operadores, que podrían ofrecer servicios complementarios o competitivos a los ofrecidos por Enafe. “Sobre las vías puede circular cualquiera. Un municipio que quiere conectarse con algún destino determinado, una provincia, una cooperativa e incluso concesionarios privados. Pero todos tienen que pagar peaje al Estado. Es un modelo de libre acceso”, explicó.
El esquema abarca tanto a los servicios de carga como de pasajeros. En todos los casos, el control del tráfico sería regulado por Enafe. Para desprenderse de los contratos que atan al Estado a los actuales concesionarios, la iniciativa establece que durante un año se revisarán todos los contratos. Se controlarán los inventarios entregados en concesión a todas las empresas ferroviarias. “De ahí surgirán muchas cosas: faltan coches, locomotoras, herramientas, cientos de materiales que pertenecen al Estado y que los privados deberían haber cuidado”, denunció Veschi. “Paralelamente, se investigará adónde fueron a parar los subsidios”, agregó. Esa investigación no dejaría prácticamente ninguna concesión en pie.
Para los trenes suburbanos de pasajeros se aceptarían nuevas concesiones, pero no integrales, sino sólo para correr los servicios.
- Sistema estatal
“No coincidimos con el proyecto de Enafe porque es como una Enarsa ferroviaria”, opinó Juan Carlos Cena, del Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles (Monarefa). Su principal discrepancia es por la continuidad de concesionarios privados, por más que éstos sean regulados por el Estado. La propuesta de este sector es volver a una empresa plenamente estatal. “Queremos un sistema integrado de transporte ferroviario, de industrias y comunicación”, definió. “El tren tiene que ser del Estado, monopólico y eficiente”, agregó. En este esquema, si un municipio o una provincia quiere un servicio especial, lo tiene que contratar con la empresa nacional. Al igual que Veschi, Cena sostuvo que “las concesiones actuales están todas caídas. Con una simple auditoría se puede constatar el saqueo de máquinas, herramientas, kilómetros de vías y hasta de durmientes”, afirmó.
- Nación y provincias
Norberto Rosendo es presidente de la Comisión Nacional Salvemos al Tren. Su propuesta es similar a la de Monarefa, pero más abierta. Contempla la tercerización de servicios de mantenimiento y da participación a emprendimientos locales. “Hay que crear una empresa nacional de ferrocarriles y con la misma plata que hoy pone el Gobierno, en diez años tendríamos trenes como los del Primer Mundo”, prometió. “El esquema actual fomenta la corrupción”, concluyó.

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