EL PAíS › PROBLEMAS EN SUBTES HASTA EL SABADO

Queja subterránea

Los delegados comienzan hoy una “abstención voluntaria” por “temor a atentados”.

 Por Alejandra Dandan

La Cumbre llegó hasta los subterráneos. Los delegados de todas las líneas de subtes de Buenos Aires anunciaron que a partir de hoy y hasta el sábado próximo los empleados no prestarán los servicios, en reclamo de mayores medidas de seguridad ante la presencia del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en Argentina. Como no es un “paro” sino una “abstención voluntaria”, en los hechos la medida podría mermar la frecuencia del servicio de subtes, pero no paralizarlo. Anoche, Metrovías le restó trascendencia a tal convocatoria e indicó que el “servicio funcionará con absoluta normalidad”.
La decisión de los delegados de Subterráneos de Buenos Aires se conoció ayer a la tarde a medida que concluían las distintas asambleas que tuvieron lugar en cada una de las líneas. “Originalmente habíamos previsto un paro de actividades completo para el día viernes para repudiar la llegada de Bush, pero nos dimos cuenta de que no era lo que quería la gente”, explicó Néstor Etcheto, delegado de la Línea D, a este diario. “Lo que vimos como problema –continuó– fue el tema de la seguridad”.
Según los delegados, el temor a un hipotético atentado surgió en las últimas semanas a partir de “informes que fuimos viendo en los medios”. “Los servicios británicos, españoles y norteamericanos están diciendo que el subte puede ser blanco de un posible atentado. Hasta (el canciller Rafael) Bielsa lo dijo. Nosotros no sabemos si es cierto –dice Etcheto–, lo que decimos es que no están garantizadas las cosas para que no ocurra”. En ese contexto, después de las asambleas programaron una modalidad de cese de actividades y pidieron una serie de medidas. La decisión a la que llegaron “no es un paro, sino una abstención”, describió en este caso Néstor Segovia, delegado de los Talleres de Constitución y de la estación Caning de la Línea D. No es un paro, porque “durante un paro nosotros nos encargamos de que no circulen los trenes”, explicó Carlos Taborda, uno de los delegados del PO. La diferencia es que nadie hará “piquetes” ni se tomarán medidas de fuerza para evitar la salida de los trenes ni asegurar que no se brinde el servicio. “Lo que hicimos fue sugerirles a los compañeros que se abstengan de venir, como si estuviesen enfermos –sigue Taborda–. Porque consideramos que no están dadas las condiciones de seguridad”.
Como la “abstención” planteada por el cuerpo de delegados no se votó sino que fue el producto de una “sugerencia” propuesta por los delegados, anoche nadie sabía exactamente cuál sería el grado de consenso. En ese sentido, los delegados hicieron cálculos distintos a la empresa. Una de las evaluaciones más drásticas la hizo Beto Pianelli del cuerpo de delegados con la información recogida en las asambleas que se sucedieron a lo largo del día. “Creemos que una amplia mayoría de los compañeros –dijo– se sumará a la abstención y aunque probablemente mañana por la mañana (por hoy) la abstención no se sienta tanto, a la tarde va a empezar a notarse”. Según esa evaluación, hoy a la mañana habrá un cincuenta por ciento de los empleados del subte en sus puestos de trabajo, proporción que se iría profundizando con el correr de las horas. Los delegados creen que viernes y sábado se incrementarán las medidas.
Metrovías, por su parte, ni siquiera planteó ninguna alternativa frente al hipotético paro o cese de actividades de los empleados. Al parecer no lo hicieron porque, simplemente, lo desestimaron. “Va a haber servicios como todos los días”, dijo Lucila Maldonado, vocera de Metrovías ante la consulta de este diario. “Que ellos hayan decidido abstenerse es un tema de ellos, el servicio va a funcionar normalmente”. Aunque ante conflictos anteriores, la empresa optó por prestar un servicio de emergencia con la frecuencia de los días domingos y con la atención de los supervisores, esta vez la empresa no admitió considerar un plan B, aparentemente convencida de que la medida de fuerza de los empleados no tendría acatamiento masivo.“Desde fines de la semana pasada aumentamos las condiciones de seguridad en todas las estaciones en general y en especial en aquellas con mayor afluencia de pasajeros”, explicó la vocera. Pasillos, andenes y las antesalas de las boleterías fueron focos de los operativos de prevención y seguridad encarados por Metrovías en coordinación con organismos de seguridad. Según los delegados, esos operativos fueron escasos. Y ayer presentaron una lista con medidas imposibles: “Solicitamos la detección de metales” al ingreso de las estaciones del subterráneo, la circulación de personal policial en cada línea, el chequeo de bolsos de gente que entra en los subtes, para proteger a los usuarios y los trabajadores”, enumeró Oscar Arturo, delegado de la Línea A.

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