EL MUNDO › EN KENIA, EL GOBIERNO INTENTABA TERMINAR CON LA TOMA DE REHENES

Los soldados irrumpen en el shopping

Mientras las tropas entraban en el centro comercial de cuatro pisos y los helicópteros volaban por encima, un soldado dijo que dos atacantes se habían inmolado. Más tarde, las autoridades dijeron que tenían controlado el edificio.

 Por Daniel Howden *

Desde Nairobi

Cuatro ensordecedoras explosiones ayer a la hora del almuerzo marcaron lo que muchos esperaban fuera el principio del fin del peor ataque terrorista en Kenia desde la década del ’90. Se podían ver a comandos abalanzarse dentro del supermercado del shopping, que fue el escenario de una masacre atribuida a militantes islámicos el sábado a la noche. Mientras las tropas entraban en el edificio de cuatro pisos y los helicópteros sobrevolaban por encima, comenzó a levantarse una columna de humo negro desde el techo.

Dentro del shopping los combatientes leales a la milicia islamista somalí Al Shabaab se habían atrincherado. Tenían entre 10 y 30 rehenes y habían encendido fuegos para confundir a las tropas. Uno de los miembros de la fuerza keniana dijo que por lo menos dos de los terroristas habían muerto en la planta baja del supermercado donde estaba concentrada gran parte de la lucha. Simplemente se inmolaron, dijo el soldado por teléfono desde atrás del cordón de seguridad.

El día había comenzado con intercambio de disparos y un fracasado intento por parte de las fuerzas kenianas de tomar el control del shopping asistidas por unidades israelíes. Las explosiones a la hora del almuerzo aumentaron el número de curiosos que han estado reunidos desde el comienzo del asedio. A mediatarde se daba un extraño espectáculo de la policía keniana lanzando gases lacrimógenos a los curiosos y disparando tiros de advertencia al aire mientras que, al mismo tiempo, a sólo 100 metros, los soldados intercambiaban fuego con los militantes.

Mientras nubes de gas amarillo giraban alrededor de la colina frente al escenario del desastre, se podían escuchar armas de grueso calibre provenientes de Westgate y un puñado de jóvenes kenianos que tiraban piedras a la policía. Los ánimos caldeados eran clara evidencia de que el ataque sangriento había durado más de los que cualquiera hubiera predicho. El número de muertos en el ataque que había trepado a 69 fue revisado y bajó a 62 en la tarde de ayer, pero la Cruz Roja keniana dijo que había 63 personas desaparecidas. Sin embargo, el número de ciudadanos británicos confirmados muertos continuó creciendo. Se sabe ahora que seis británicos murieron cuando los terroristas entraron al shopping, pero esa cifra puede subir aún más, dijo el secretario de Defensa, Philip Hammond.

También hubo informes de que había una mujer entre los atacantes muertos ayer, pero no hay una confirmación oficial. Varios sobrevivientes de la matanza del sábado recuerdan haber visto una mujer de aspecto europeo entre los militantes fuertemente armados que estaban separando a los musulmanes de los no musulmanes el fin de semana. Esto alimentó la especulación de que la británica Samantha Lewthwaite, llamada la Viuda Blanca y casada anteriormente con uno de los terroristas de los ataques del 7/7 de Londres, estaba entre los atacantes.

Las autoridades kenianas anunciaron varias noticias, pero pocas fueron confirmadas por los hechos. Anoche, el inspector general de la policía, David Kimaiyo, dijo que dos de los militantes habían sido muertos y varios otros heridos. Luego tuiteó que habían tomado el control de todos los pisos. “No estamos aquí para alimentar a los atacantes con pasteles, sino para castigarlos”. El ministro del Interior de Kenia, Joseph Ole Lenku, dijo que la evacuación de los rehenes había funcionado muy bien y que los funcionarios estaban seguros de que quedaban pocos, siquiera alguno en el edificio.

Las fuentes de seguridad sugirieron que esta confianza era prematura. Hasta ahora los militantes han demostrado estar más preparados y han tenido éxito para repeler el número de ataques. Su permanencia ha llevado a los servicios de seguridad a investigar la posibilidad de que puedan tener apoyo desde adentro del shopping, posiblemente una cantidad de armas o explosivos depositados antes del ataque. “Parecen tener un arsenal con ellos”, dijo un oficial. “Cuando estos tipos encendieron los fuegos nos detuvieron y no pudimos proceder”, amplió.

Sumado a la sensación de que los atacantes habían recibido asistencia externa, el Ministerio del Interior de Kenia informó que ayer había arrestado a individuos en el aeropuerto. No hubo una confirmación oficial sobre el destino de los rehenes, mientras la policía keniana revisaba el estimado de rehenes que descendía de 38 a 10. Los planeadores militares habían estado usando imágenes del circuito cerrado de televisión del shopping para tratar de calcular tanto el número de terroristas como la posición de los rehenes y los miembros del público todavía escondidos.

En Oshwal, un centro de comunidad india-keniana y un templo hindú que ha estado ofreciendo asistencia de emergencia a los sobrevivientes así como los servicios básicos para las familias que esperan noticias, había sólo dos soldados kenianos heridos ayer. Los pilares del estacionamiento subterráneo, donde voluntarios, familias y periodistas han buscado protección durante el intercambio de fuego, se llenaron de fotos de los desaparecidos.

Mientras, se sugirió que los atacantes estaban recibiendo órdenes de Somalia. Un vocero de Al Shabaab en Somalia, el jeque Ali Mohamu Rage, reiteró la afirmación del grupo en un archivo de audio subido a un sitio web de que los militantes habían recibido órdenes de tomar represalias contra los rehenes si las fuerzas de seguridad trataban de entrar atacando.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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Hombres armados revisaron una confitería en el centro comercial Westgate, epicentro del asalto.
Imagen: EFE
 
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