EL MUNDO › CINCO PERSONAS MURIERON Y MAS DE DOSCIENTAS FUERON ARRESTADAS EN EL PRIMER ANIVERSARIO DEL GOLPE

Un año después, Egipto sigue reprimiendo

La televisión estatal mostró imágenes de la emblemática plaza Tahrir blindada por tanques y soldados. Pese a ello, miles de simpatizantes de la Hermandad Musulmana salieron a manifestarse, desafiando la prohibición.

Al menos cinco personas murieron y más de 200 fueron arrestadas ayer en Egipto durante las protestas por el primer aniversario del golpe de Estado contra el ex presidente islamista Mohamed Mursi. Pese a fuertes medidas de seguridad, los simpatizantes de la Hermandad Musulmana, el movimiento del mandatario depuesto, desafiaron una prohibición y salieron por miles a las calles en diferentes ciudades del país para participar de las marchas, organizadas por la coalición de partidos antigolpe que lidera la cofradía islamista.

Dos personas murieron a causa de una explosión en una casa al sur de la capital y tres manifestantes perdieron la vida en enfrentamientos con la policía en El Cairo, informaron el Ministerio del Interior y fuentes policiales. La policía cairota informó del arresto de 157 “alborotadores” que intentaron causar disturbios y atacar a agentes del orden, mientras que unas 70 personas más fueron detenidas en otras ciudades acusadas de participar de protestas no autorizadas o de organizarlas.

La televisión estatal mostró imágenes de la emblemática plaza Tahrir, de la capital, blindada por tanques, soldados y alambrada en su perímetro para evitar el ingreso de los manifestantes. Las protestas se produjeron apenas un mes después de la asunción de Abdel Fatah Al Sisi, el general que ejecutó el golpe contra Mursi y que se impuso en los recientes comicios presidenciales.

Por la madrugada del miércoles, una bomba colocada en un vehículo estacionado cerca del hospital de la fuerza aérea estalló en el barrio cairota de Abasiya sin causar víctimas, informó en un comunicado el Ministerio del Interior egipcio. Más tarde, otra bomba explotó accidentalmente en una casa cerca de una mezquita en Kerdasa, un bastión islamista en el sur de la capital, provocando la muerte de dos militantes de la Hermandad que estaban manipulando el artefacto, agregó el Ministerio del Interior en su nota. Poco antes, hombres que se trasladaban en dos motos habían disparado contra dos puestos de control de la policía en el barrio popular de Imbaba, sin causar víctimas, agregó el parte.

Desde temprano, las autoridades ordenaron controlar las principales autopistas de acceso a El Cairo y apostaron fuerzas de seguridad ante las principales instituciones estatales y el palacio presidencial, tanto en la capital como en Alejandría y otras ciudades, informaron medios egipcios. También fueron reforzadas estaciones de subte, objetivo en las últimas semanas de varios atentados con bomba.

Según la agencia estatal Mena, hubo choques en la vecina calle Al Haram de la capital, donde las fuerzas de seguridad dispersaron una protesta con gases lacrimógenos. Vehículos policiales, llenos de hombres armados –algunos de ellos adolescentes– con fusiles Kalashnikov y bombas de gas lacrimógeno, poblaban el barrio de Guiza y custodiaban también puntos emblemáticos de la capital para los islamistas. La plaza Al Nahda, que junto con la de Rabea al Adawiya fue escenario de las protestas que pidieron el año pasado la restitución de Mursi y que fueron violentamente dispersadas por la policía en agosto, se encontraba cercada por autos blindados de las fuerzas del orden.

La Universidad de El Cairo, donde tienen lugar enfrentamientos entre jóvenes simpatizantes de los Hermanos Musulmanes y la policía desde el derrocamiento de Mursi, también se encontraba cercada. En noviembre de 2013, luego del golpe, las autoridades interinas promulgaron una ley que obliga a pedir permiso para la convocatoria de protestas, algo que hace muy difícil que los Hermanos Musulmanes, declarados organización terrorista en diciembre pasado, puedan organizar manifestaciones legales.

El 3 de julio del año pasado, Al Sisi derrocó al islamista Mursi, primer presidente elegido democráticamente en el país, tras días de protestas masivas contra el jefe de Estado y su gobierno. El ex presidente está siendo juzgado por varios cargos criminales.

Muchos de sus miembros fueron encarcelados y otros condenados a muerte por su supuesta participación en episodios violentos, pero el grupo niega reiteradamente su implicación y acusa a las autoridades de opresión. Cientos de personas murieron a manos de la policía y miles fueron detenidas desde el golpe de Estado, entre ellas Mursi y la cúpula de la Hermandad, que afrontan numerosos juicios. La crisis entre el gobierno y la Hermandad estuvo acompañada de un aumento de ataques en la península del Sinaí atribuidos a grupos islamistas locales.

Ayer, 17 presuntos milicianos islamistas murieron en el norte de la península del Sinaí en una operación conjunta del ejército y la policía egipcia, informó Mena. Una fuente militar contó que la operación tuvo como objetivo eliminar a los hombres armados de la aldea de Bab Sidut, en el sur de Rafah, donde las fuerzas del orden acabaron con la vida de doce supuestos extremistas. Otros tres milicianos fueron asesinados en la aldea de Al Wafak, en la misma zona, cuando estaban instalando un explosivo en la ruta para que supuestamente estallara al paso de miembros del ejército y la policía. La fuente añadió que también fueron abatidos otros dos “extremistas” que tenían en su posesión dos explosivos que intentaban colocar en la aldea de Bab Sidut.

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La policía de El Cairo, que copó la emblemática plaza Tahrir, informó del arresto de 157 personas que identificó como “alborotadores”.
Imagen: AFP
 
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