EL MUNDO › POR PRIMERA VEZ ESTA PRESENTE EN TODO EL TERRITORIO EN LAS ELECCIONES DE HOY

La ultraderecha se extiende en Francia

Al frente en seis de las 13 regiones en la primera vuelta, el partido que dirige Marine Le Pen aspira a conquistar alguna región y escapar así de su limitación histórica, la de superar el 50 por ciento de los votos en una segunda ronda.

Marine Le Pen en un acto de campaña en París el jueves pasado.

El partido de extrema derecha Frente Nacional (FN), que por primera vez está presente en todo el territorio en la segunda vuelta de los comicios regionales, domina los sondeos en las elecciones de hoy. Por su parte, el presidente galo, el socialista François Hollande, espera escapar al desastre anunciado para su formación.

Al frente en seis de las 13 regiones en la primera vuelta del domingo último, el partido que dirige Marine Le Pen aspira a conquistar alguna región y escapar así de su limitación histórica, la de superar el 50 por ciento de los votos en una segunda ronda. Así sucedió en las departamentales del año pasado, cuando tras ser el partido más votado en la primera vuelta no lograron ninguna circunscripción. Su fuerte irrupción desde 2012, de la mano de la hija del fundador del partido, les hace aspirar a lograr al menos un triunfo, lo que colocaría en sus manos el control del mayor presupuesto que nunca han gestionado. Ese éxito sería, además, el mejor trampolín para que Marine afronte con posibilidades de ganar los siguientes comicios que tendrá Francia, las presidenciales de 2017, su auténtico objetivo.

Con dos diputados y dos senadores, una decena de municipios y 22 eurodiputados, el FN logró el pasado domingo ser, por tercera vez, el partido más votado en Francia con algo más de seis millones de sufragios, que representan el 27, 63 por ciento. Sin embargo, las encuestas indican que el derechista FN tocó techo en la primera vuelta, por lo que tiene poco margen de mejora en la segunda, que tendrá lugar un mes después de los atentados de París el 13 de noviembre, que dejaron 130 muertos y más de 300 heridos.

Todo lo contrario que los socialistas, que tras el modesto 24 por ciento conseguido el domingo pasado, pueden beneficiarse de los apoyos de los electores ecologistas o neocomunistas, eliminados para la segunda vuelta.

El primer ministro francés, Manuel Valls, predijo una panorama de violencia ante una eventual victoria del FN en los comicios regionales de hoy. “Esta división puede conducir a una guerra civil”, aseguró. “Si el FN gana el domingo, la reputación del Partido Socialista quedará destruida y muchas empresas se trasladarán, lo cual sería un verdadero desastre”, advirtió. En esta misma línea, el ex ministro socialista Jean Glavany, dijo que si el FN logra imponerse hoy, el camino para que Le Pen llegue a la presidencia quedaría prácticamente allanado. “Esta vez va en serio amenaza a menos de dos años de las presidenciales no es una ilusión”.

En cuanto a la derecha moderada, dirigida por el ex presidente Nicolás Sarkozy (2007-2012), los sondeos tampoco le otorgan un gran espacio de progresión a su 27,25 por ciento, puesto que ya acudió fusionada en la primera vuelta con los centristas. Las encuestas auguran también una mayor participación, que pasaría del 49,5 por ciento al 53 por ciento, lo que convierte en imprevisibles los resultados en aquellas regiones donde más ajustados aparecen los sondeos.

Tal es el caso de las dos principales regiones que persigue el FN, la del Norte Pas-de-Calais Picardie, donde Marine Le Pen superó el 40 por ciento de los votos del pasado domingo y donde los socialistas, terceros, retiraron a su candidato y piden el voto para el conservador Xavier Bertrand, que obtuvo un cuarto de los sufragios. Y la de Provenza Alpes Costa Azul, el tradicional feudo de la extrema derecha francesa, donde Marion Maréchal Le Pen, recogió el testigo de su abuelo y fundador del partido Jean-Marie Le Pen y con un 40,6 por ciento de los sufragios en la primera vuelta aspira a vencer, tras la retirada de los socialistas, a su único rival, el conservador Christian Estrosi, que consiguió el 26,5 por ciento.

Pero los ultraderechistas mantienen también aspiraciones en Alsacia-Champaña-Ardenas-Lorena, de la mano del número dos del FN, Florian Philippot (36 por ciento), después de que el candidato socialista, que obtuvo el 16 por ciento de los sufragios, desobedeciera a su partido y se mantuviera en la carrera de lo que puede restar apoyos a su rival conservador Philippe Richert (26 por ciento).

En cuanto a los socialistas, que controlaban todas las regiones menos una, podrían limitar el fracaso que hace solo una semana les auguraban los sondeos. Tienen casi seguro el triunfo en Bretaña (norte), de la mano del popular ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, y en Aquitania-Limousin-Poitou-Charentes, con el saliente Alain Rousset, además de la isla de Córcega con sus aliados. Pero aspiran también a conquistar otras siete regiones y, sobre todo, la región de París, donde el duelo se anuncia ajustado entre el presidente de la Asamblea Nacional (Diputados), el socialista Claude Bartolone, y la ex ministra conservadora Valérie Pércresse.

La derecha moderada, que buscaba asestar un nuevo golpe electoral a Hollande, quiere que los socialistas no salven la cara con el simbólico triunfo en París y sumando más regiones que sus rivales. En el telón de fondo está, a año y medio de las presidenciales, la credibilidad de Sarkozy para dirigir la oposición a Hollande, ante el irresistible ascenso del FN.

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