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Darío Díaz Pérez heredó la intendencia de Lanús del caudillo peronista Manolo Quindimil y está alineado a la corriente de noveles jefes comunales que en distintos momentos aparecen disputando espacios de poder en el peronismo de la provincia de Buenos Aires. En plan de verano, Díaz Pérez analiza las diferencias entre PJ y peronismo, los alineamientos y agitaciones en la provincia, el rol de Hugo Moyano y de Eduardo Duhalde. Y la actitud “totalmente destituyente de la oposición” en un contexto nacional “muy preocupante”, dice, a partir del caso de Martín Redrado.

–¿Mantuvo una reunión con el intendente de La Plata, Pablo Bruera, como se comentó? Bruera habló después sobre una posible alianza con varios intendentes no K, en un frente con Sergio Massa, en el que lo incluyó.

–Tuve una reunión con él, pero para hablar del estacionamiento medido. Bruera lo tomó porque tiene un problema personal con Kirchner, pero ninguno de los que nombró están en eso. Yo supervisé uno por uno, les dije: “¿Muchachos, están armando algo raro?”. Acá bancamos el proceso nacional, aparte porque tiene también que ver con la reorganización del PJ en la provincia.

–¿Quién agita el tema de un grupo disidente?

–Es parte de un gran operativo de desgaste de los alineamientos nacionales, gestado por los que no se pudieron insertar en este proceso y aparecen también instancias que apuntan a confundir más. Me parece que hay un operativo mediático que apunta a darle más vuelo.

–Muchos intendentes dicen que están con el Gobierno porque dependen de las obras. ¿Cómo hace para convencerme de lo contrario?

–Primero, porque venimos de un espacio que tiene formación político–ideológica, no vengo del PRO, donde se juntaron ideas empresariales y liberales. Vengo de una práctica política popular, con muchos años atrás. Pertenecemos, supuestamente, a un partido que dice ser parte de un pensamiento de autonomía y soberanía nacional y de felicidad para el pueblo argentino, no para los sectores empresariales solamente. Sigo, porque esta política redistributiva es la que nos permite conseguir respuestas para los conflictos que vemos todo el día, ésta es la política para las masas que están postergadas. En Lanús miles de personas compraron ropa y hasta perfumes en Navidad, gente que en su vida había podido comprar nada, porque están las cooperativas y la asignación familiar que cobran cerca de 100 mil pibes.

–¿Cómo están las precandidaturas en el PJ?

–No del PJ, aclaremos. Del peronismo.

–¿Por qué?

–El PJ está cerrado en la estructura que tiene y ahí no hay candidatos, no está planteada una discusión. Va a haber internas, pero el año que viene. Lo que le digo del peronismo es porque en estos días se escuchan todas las candidaturas: Duhalde, De Narváez, eso no es el PJ, eh.

–Pero Duhalde se plantea como alternativa desde adentro.

–Va a dar pelea dentro del PJ, eso es lo que está diciendo. De Narváez se supone que también.

–El PJ también habla de Moyano para la provincia.

–Como siempre pasó, se van probando nombres para ver qué pasa con la opinión pública. Que sepamos, hasta ahora, Duhalde solamente lanzó la vocación de ser candidato. Felipe Solá también dice que puede ser pero nunca es seguro. Nunca definió claramente lo que quiere.

–¿Y Duhalde?

–No lo veo. La verdad, es muy llamativo en muchos sentidos porque si hay alguien que manejó los tiempos dentro de las jugadas políticas fue él. Y largarse con un año y medio de anticipación, suena muy raro. Porque normalmente de él escuchamos que había que largarse a lo último, para evitar el desgaste de tanto tiempo de fricción pública.

–¿Qué opina de la situación planteada con Martín Redrado?

–Lo que se ve muy claramente es una actitud destituyente por parte de una oposición que no encontró otro mecanismo para oponerse que no sea el de trabar y desgastar de la mano de intereses económicos muy fuertes. Hay jueces que es evidente que están apostando a un debilitamiento del Gobierno, la verdad es que no creo que lo hagan por una decisión jurídica sino porque están asociados a un interés político económico.