EL PAíS › LA LEGISLATURA PORTEñA RECHAZó UN VETO DEL JEFE DE GOBIERNO QUE IMPEDíA QUE SE CONSTRUYERA UNA ESCUELA EN MANSIóN SERé

Votos del PRO en contra del jefe del PRO

Los diputados de todos los bloques, incluidos los oficialistas, dejaron sin efecto una decisión de Mauricio Macri sobre el espacio del ex centro clandestino que funciona en Morón. “El veto había sido un malentendido”, argumentan en el PRO.

 Por Laura Vales

La Legislatura porteña dejó sin efecto un veto que el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, había dictado contra una ley. Se trata de un permiso para que dentro del predio de Mansión Seré, donde durante la dictadura funcionó un centro clandestino de detención, sea construida una escuela pública. Macri se opuso, pero los diputados porteños, incluidos los del PRO, rechazaron el veto, ratificando la ley que él había dejado sin efecto. Es que hasta ellos la habían votado en primera instancia. El jefe de Gobierno porteño terminó así siendo desautorizado por los suyos, y la construcción de la escuela obtuvo respaldo por unanimidad.

Mansión Seré es un lugar simbólico en más de un sentido. Once años atrás se convirtió en el primer ex centro clandestino de detención y torturas de América latina en ser transformado en un centro de la memoria. De 1976 a 1978 había sido un lugar siniestro; en la casa ubicada dentro la quinta, una construcción antigua de dos plantas, por entonces bajo el control de la Fuerza Aérea, los represores llevaron cientos de secuestrados. Los militares llamaban al sitio “Atila” y “La Mansión”. En marzo del ’78 cuatro detenidos lograron fugarse, descolgándose por una ventana mediante el recurso de atar varias frazadas. Ese escape definió el fin del centro clandestino, que la dictadura cerró y quemó hasta dejar el edificio reducido a cenizas.

En el año 2000 comenzó la actual etapa de Mansión Seré. Reabierto como lugar de la memoria, su parque fue acondicionado para funcionar como un polideportivo de uso público y gratuito, con canchas de fútbol, de básquet y piletas de natación; en un chalet ubicado dentro del mismo predio fue abierta una Casa de la Memoria. Al mismo tiempo, un equipo de antropólogos trabajó para dejar al descubierto los cimientos del ex centro clandestino de detención, y vecinos y sobrevivientes reconstruyeron su historia.

El predio está en el municipio de Morón, pero pertenecía a la ciudad de Buenos Aires. El ex intendente Martín Sabbatella fue quien concretó la idea de su transformación destinada a preservar la memoria histórica y al mismo tiempo darle un nuevo uso público, ligado al esparcimiento y la cultura. En el año 2002 Sabbatella y el entonces jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra firmaron un convenio por el que la Ciudad de Buenos Aires cedió a Morón en comodato el uso del predio. Cuatro años más tarde, Buenos Aires donó a este municipio el lugar, mediante una ley que puso como condición que siguiera siendo utilizado exclusivamente para tres cosas, para que funcionara allí la Casa de la Memoria, el polideportivo y se hicieran las excavaciones arqueológicas. Por eso, cuando tomó forma el proyecto de que en las cinco hectáreas del predio funcionara además una escuela pública se hizo necesario modificar la norma.

Lo que vetó Macri fue la ley que agregaba a la original solamente eso: una línea que decía que en Mansión Seré podían funcionar “establecimientos educativos estatales”. El gobierno porteño no tenía que poner los fondos para construir la escuela, ni pagar los sueldos de los maestros.

Los legisladores Gonzalo Ruanova y Gabriela Cerruti (de Nuevo Encuentro) fueron los impulsores del proyecto de ley. “Determinamos una parcela específica para la escuela, para que estuviera lejos de los cimientos del ex centro clandestino. El proyecto fue aprobado en la Legislatura sin que nadie se opusiera, los diputados del PRO se mostraron de acuerdo. Como la ley necesitaba ser aprobada por una mayoría calificada de 40 votos se hizo una audiencia pública a la que vinieron los chicos del centro de estudiantes de la escuela que va a funcionar ahí, la directora del colegio, el defensor del Pueblo. El 15 de diciembre la ley fue votada y aprobada por todos los bloques. (La única excepción fue Marcelo Parrilli, del MST-Proyecto Sur, que se abstuvo.) El 13 de enero nos encontramos con la sorpresa del veto de Macri”, contó Ruanova.

El argumento esgrimido por el jefe de Gobierno porteño fue que la autorización “habilitaría una cesión de derechos sobre parte del predio a favor de terceros” (aunque era claro que se trataba de construir una escuela pública de gestión estatal) y que el “deber del Poder Ejecutivo” es “resguardar el patrimonio público de la Ciudad”.

Un dato es que el decreto lleva dos firmas, la de Macri y la de su ministra de Desarrollo Social María Eugenia Vidal, a quien acaba de elegir para acompañarlo en la fórmula con la que intentará ser reelecto. Además de ser la candidata a vicejefa de Gobierno, Vidal está casada con el hombre que Macri impulsa como intendente de Morón, el diputado provincial PRO Ramiro Tagliaferro.

El veto fue revertido en la sesión del jueves. Los legisladores macristas, como era de esperar, evitaron hacer cualquier tipo de declaración pública sobre el tema. Sin embargo, en privado, una alta fuente del bloque PRO aseguró que Macri vetó la ley por un “malentendido”. La aprobación de la escuela, sostuvo, había sido acordada con la oposición “como parte de todo un paquete de leyes que requerían 40 votos”.

“Después llegó enero, nos fuimos todos de vacaciones y (Macri) la vetó sin saber que era parte del acuerdo.” Según la fuente, los asesores de Macri trataron de ubicar telefónicamente al vicepresidente de la Legislatura, Oscar Moscariello, en la playa, “para ver qué hacían con eso, pero cuando lo encontraron el veto ya estaba firmado”. La oposición pataleó y –siempre de acuerdo con los macristas–, ellos se comprometieron a arreglar el supuesto malentendido. Tanto Moscariello como el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, habían dado su palabra, y debían cumplirla. El macrismo necesita negociar con la oposición para aprobar leyes porque no tiene mayoría ni quórum propio.

Hasta acá la versión PRO. Para la diputada Cerruti, “el veto fue una más de las decisiones irracionales de Macri”. La legisladora señaló: “Que María Eugenia Vidal lo haya firmado confirma la ceguera que tiene Macri con respecto a las políticas sociales y de derechos humanos. Durante su gestión como ministra de Desarrollo Social se duplicó la cantidad de gente que está en situación de calle en Buenos Aires”.

En Morón había un clima de festejo. “No sé si Macri le vetó el permiso a la escuela porque se opone a la expansión de la educación pública, porque estuvo mal informado o si desconocía lo que firmó”, declaró el intendente Lucas Ghi, “pero como sea, el veto fue desafortunado. Primó la racionalidad y lo celebramos. Es una buena noticia que hayamos podido revertir esa decisión disparatada”.

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El jefe de Gobierno porteño se había opuesto a que funcionara una escuela en el predio de la ex Mansión Seré, que originalmente pertenecía a la Ciudad.
 
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