SOCIEDAD › CORSI DIJO QUE ORGANIZABA REUNIONES, PERO NO ERAN ILíCITAS

Declaración de inocencia

El psicólogo Jorge Corsi declaró por primera vez ante la Justicia. Dijo que era inocente de las acusaciones, sostuvo que mantenía reuniones, pero lícitas, y dijo que el primer denunciante era amigo de uno de los coimputados. Hoy deciden si queda libre.

Jorge Corsi, investigado por la Justicia por integrar presuntamente una banda de pederastas, decidió ayer realizar una ampliación de declaración ante el fiscal Martín Niklison y la jueza María Fontbona de Pombo. Asistido por sus abogados Roberto Casco y Sebastián Arias, Corsi aseguró que era inocente de las acusaciones que le hacían. Dijo que conocía a uno solo de los denunciantes, pero negó tener ningún tipo de relación con él. Según sostuvo el abogado Casco, Corsi se encuentra imputado hasta ahora por un solo hecho respecto de una sola víctima y agregó que “no tienen elementos en su contra” como para sostener la acusación. La ampliación de indagatoria de Corsi se realizó un día antes del vencimiento del plazo del que dispone la jueza para dictar la preventiva. Hoy, según Casco, Corsi debería quedar libre. Habría que aguardar si coincide con lo que opina la Justicia.

Dentro de las posibilidades que da el derecho, está la que tiene todo acusado de negarse a declarar y la de declarar en cualquier momento durante el proceso, haya o no declarado antes. Corsi hizo uso del primero de los derechos cuando fue detenido el 23 de julio pasado, además del profesor de música Marcelo Rocca Clement y el profesor de educación física Augusto Correa. Días después se entregaría el estudiante de Ciencias de la Comunicación Agustín López Vidal.

Los acusaron de formar una banda dedicada a captar adolescentes para hacerlos participar en fiestas y mantener relaciones con ellos. Uno de los adolescentes, de 13 años, habló con sus padres y éstos presentaron la denuncia. Otros dos chicos anunciaron su presentación después de que el caso tomó estado público, para decir que ellos también habían sido víctimas del mismo grupo.

Corsi “negó todos los hechos que se le imputan y toda relación con el menor” y decidió presentarse a declarar “a solicitud nuestra, ya que hasta ahora no habíamos tenido acceso a la causa”, sostuvo el abogado Casco, al pie de los Tribunales. “Mi cliente dijo que conocía a los otros imputados en la causa”. Pero aseguró que sólo eran amigos y desmintió integrar ninguna banda. Aceptó que organizaban “reuniones sociales donde se hablaba de muchos temas y se mostró sorprendido de la imputación”.

Respecto del chico de 13 cuyos padres iniciaron la causa y que acusó haber sido violado y abusado, Casco aseguró que Corsi “negó haber mantenido ninguna relación sexual con el menor y dijo que era amigo o conocido de alguno de los integrantes del grupo”. En ese punto, Casco intentó meter una aguja de sospechas sobre la víctima cuando dijo que el chico “puede haber tenido algún tipo de desviación psicológica o haber realizado algún tipo de elucubración de la cual no puede aseverar la causa”, haciendo base en que había tenido una internación psiquiátrica.

Corsi también aseguró que en su departamento de la calle Paraguay “no se realizaron fiestas sexuales”, según lo que habían declarado los padres del chico, que además aportaron la dirección que finalmente fue allanada. “En la causa no hay ningún elemento probatorio sobre estas supuestas fiestas. Soy optimista respecto de su liberación”, manifestó Casco. Respecto de la decisión de la editorial Paidós de sacar de lista sus libros, y de la UBA de retirarlo de las materias, Casco sólo dijo que eran decisiones “administrativas y comerciales”. La calificación del delito por el que está provisoriamente preso es la de asociación ilícita, corrupción de menores y abuso sexual, penas que van de los 8 a los 25 años de cárcel.

La causa se inició en marzo de 2007, cuando el chico relató a su padre lo que le venía pasando y luego quedó internado por unos dos meses en un instituto psiquiátrico. El fiscal Martín Niklison comenzó a reunir datos y pruebas, escuchas y entrecruzamiento de llamadas. Los padres le habían dejado el celular para que analizara las llamadas hechas y recibidas. Cuando el chico pudo hablar se tomó su declaración tal como indica la ley, utilizando una cámara Gesell, ante una psicóloga especializada, y presenciada del otro lado por los funcionarios judiciales, que no intervinieron ni interfirieron en el relato del chico. La declaración fue filmada y grabada para que pueda ser utilizada como prueba sin obligar a la víctima a repetir el proceso de recordar las escenas vividas. El primer imputado que fue reconocido en las escuchas fue, según el fiscal, Marcelo Rocca Clement, que ya tenía antecedentes por el mismo hecho. También se efectuaron allanamientos en los que se secuestraron computadoras, dvd y otros elementos de prueba en los diferentes departamentos allanados.

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“No hay elementos probatorios sobre las supuestas fiestas”, dijo el defensor de Corsi, Roberto Casco.
 
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