China es el país que ejecutó el 72 por ciento de los 2390 casos de pena de muerte contabilizados en todo el mundo durante 2008 según un informe de Amnistía Internacional. Entre las conclusiones más importantes del trabajo, el organismo remarcó que dos tercios de los estados del planeta renunciaron a ese tipo de condena, mientras que, de los 59 países en los que sigue vigente, sólo 25 la aplican. “Es una señal de que progresamos hacia un mundo sin pena de muerte”, indicó Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional.

El informe anual “Condenas a muerte y ejecuciones 2008” fue elaborado por la organización de defensa de los derechos humanos con sede en Londres en base a estadísticas oficiales y en los datos comunicados por ONG, defensores de derechos humanos, medios de comunicación y víctimas. Los resultados, dados a conocer ayer, indican que durante 2008 se produjeron 2390 muertes por la aplicación de la pena capital en 25 países, cantidad que equivale a siete fallecimientos diarios. Son cinco los países responsables del 93 por ciento de las ejecuciones: China, que se lleva el 72 por ciento del total, Irán, Arabia Saudita, Pakistán, y Estados Unidos. Durante el mismo período, fueron 8864 las personas que recibieron esa pena, a aplicarse en el futuro cercano.

Si bien en el trabajo la organización remarcó que el mundo atraviesa una etapa de revisión en torno de la aplicación de la pena de muerte, la realidad es que el número de muertes producidas por esa condena es importante. Al respecto, Khan consideró la sentencia como “la forma más extrema de castigo cruel, inhumano y degradante”, en tanto que agregó que “las decapitaciones, electrocutaciones, ahorcamientos, administraciones de inyecciones letales, fusilamientos y lapidaciones no tienen cabida en el siglo XXI”.

Según la recopilación de datos, Asia es el continente con más ejecuciones, con 11 países que consideran esa condena. Continúan en la lista Medio Oriente y Africa del Norte, donde fueron ejecutadas 508 personas según el registro durante el último año. Dentro de ese grupo Amnistía ubicó el caso especial de Irán, que violó la ley internacional al ejecutar a ocho menores y que integran los 346 muertos por esa causa en ese país. En Europa tan sólo un país la utiliza: Bielorrusia, donde cuatro personas fallecieron por esa causa en 2008.

En cuanto a América, el único país que concretó la pena durante 2008 fue Estados Unidos. Allí, el estado de Texas ostenta la mitad de las ejecuciones llevadas a cabo en todo el país: de las 37 concretadas en 2008, la Justicia texana fue responsable de 18. No obstante, la organización internacional remarcó que es la cifra más baja en el país desde 1995, con lo cual está “cada vez más claro que incluso Estados Unidos se desvía progresivamente de la pena capital”, indicaron fuentes de Amnistía. No obstante, fueron 125 las personas sentenciadas a muerte en todo el continente.