EL PAíS › EL SENADO VOTA MAñANA EL ANTICIPO ELECTORAL; EL KIRCHNERISMO CONFíA EN JUNTAR LOS VOTOS

La cuenta regresiva para el adelanto

El jefe de la bancada oficialista juntará hoy a la tropa para alinearla detrás del proyecto presidencial. Necesita 37 votos. Algunos senadores K aseguran que tienen 40. Las estrategias de la oposición para esmerilar los números del oficialismo.

 Por Miguel Jorquera

Comenzó la cuenta regresiva en el Senado para el debate y la votación que decidirá mañana si las elecciones nacionales se adelantarán al 28 de junio. El jefe del bloque de senadores K, Miguel Pichetto, reunirá hoy por la tarde a toda su tropa para alinearla detrás del proyecto presidencial y realizar el conteo que le confirme los 37 votos necesarios para transformar en ley la modificación del calendario electoral. Varios de sus compañeros de bancada salieron a ratificar ayer las cifras que había pregonado Piche-tto la semana pasada: “Contamos con el respaldo de todo el bloque (39 senadores) más apoyo del MPN (1)”, insistieron ante las versiones que le auguraban dificultades para conseguir la mayoría absoluta. En tanto, el resto de la oposición también se reunirá hoy para unificar la estrategia parlamentaria, donde radicales, cívicos y peronistas disidentes apuestan –como lo hicieron durante la 125– a provocar deserciones en el oficialismo.

El kirchnerismo se muestra tranquilo y confiado, pero tampoco dejará nada librado al azar. Pichetto convocó para hoy la reunión de bloque –como lo hace ante cada sesión de la Cámara alta– para pulir diferencias internas y unificar el discurso ante los embates opositores. Esta vez, el senador rionegrino lleva ya una semana de reuniones y largas charlas telefónicas con cada uno de los miembros de su bloque para asegurar los votos.

Los primeros sondeos envalentonaron al jefe de la bancada K. Contabilizó a favor del adelantamiento de las elecciones legislativas nacionales a los 39 miembros de su bloque y al neuquino del MPN Horacio Lores, cuyo gobernador, Jorge Sapag, respaldó la decisión de la Presidenta. La cuenta no incluye a los santafesinos Carlos Reutemann y Roxana Latorre ni a los salteños Juan Carlos Romero y Sonia Escudero, que ya rompieron con el oficialismo. Tampoco al incierto Ramón Saadi, que amenazó con seguir el mismo camino tras las elecciones en Catamarca.

Pero sí cuenta como propios a otros díscolos que también votaron en contra de las retenciones móviles: el empresario cordobés Roberto Urquía, la chaqueña Elena Corregido y la riojana Teresita Quintela. Hasta ahora, ninguno de ellos hizo público su apoyo a la modificación del calendario electoral, igual que la rionegrina María Bongiorno, que pertenece al bloque K, a pesar de que representa al Frente Grande. Otro que prefirió no pronunciarse sobre el proyecto oficial fue el misionero Luis Viana, que en cambio no ocultó sus críticas a la conducción del PJ nacional, que encabeza Néstor Kirchner, por la intervención del PJ provincial.

Con el correr de los días, Piche-tto decidió no subir la valla al límite de su propia fuerza y bajar la expectativa, pero sin poner en duda el triunfo oficialista en la votación de mañana en el recinto. “Tenemos 37 seguros y podemos sumar varios más”, repetían cerca del rionegrino sin arriesgar otros números. Sin embargo, otros senadores K salieron ayer a ratificar la cifra de 40 votos a favor de la iniciativa presidencial. “Tenemos 39 votos propios y un voto adicional (de Lores), en coherencia con lo que se votó en la Cámara de Diputados”, dijo el santacruceño Nicolás Fernández, que preside la Comisión de Asuntos Constitucionales. Lo mismo hicieron, con palabras similares, la mendocina María Cristina Perceval y la chubutense Silvia Giusti.

En la vereda de enfrente, el grueso de las bancadas opositoras también se reunirá hoy para trazar una estrategia parlamentaria conjunta, cuyo primer eslabón sería cargar sobre la espalda del oficialismo la responsabilidad de conseguir quórum para abrir la sesión convocada para el jueves a las diez de la mañana.

Sin los votos necesarios para rechazar el proyecto del Ejecutivo, la oposición (junta suma 31 senadores) también apuntará a tratar de esmerilar los números del oficialismo. Al menos es lo que proponen –como lo hicieron durante la votación de la 125– el radicalismo, la Coalición Cívica y las distintas expresiones del peronismo anti K. “Que voten a conciencia y no por disciplina partidaria”, repiten dirigiéndose a los senadores oficialistas, aunque no están seguros de sumar a la cruzada al resto de los bloques opositores.

Si el kirchnerismo no reúne la mayoría especial –la mitad más uno del total de los miembros de la Cámara: 37 votos–, el proyecto se cae. Un empate no alcanza ni habrá lugar para el voto decisivo de Julio Cobos.

El plan B de la oposición será insistir, en medio del debate, sobre un posible fraude electoral –como ya lo hizo el lilito Fernando Iglesias en un pedido de observadores internacionales a la OEA– y reclamar la implementación del sistema de boleta única en las próximas elecciones, cualquiera sea la fecha final. Un tema que el kirchnerismo se niega a tratar.

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El oficialismo necesita una mayoría especial, es decir la mitad más uno, para imponer su proyecto.
Imagen: Télam
 
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