SOCIEDAD › SON AUSTRALOPITHECUS Y PODRIAN SER LOS ANTEPASADOS MAS CERCANOS AL SAPIENS

Dos eslabones perdidos, encontrados

Fueron hallados en Johannesburgo, Sudáfrica. Se trata de una mujer adulta y de un adolescente. Caminaban erguidos y podían correr como los hombres y trepar como los monos. Se los denominó Australopithecus sediba y tienen casi dos millones de años.

 Por Pedro Lipcovich

Se anunció el hallazgo de un nuevo posible antepasado de la humanidad: el Australopithecus sediba. Los fósiles, de unos dos millones de años de antigüedad, fueron encontrados en Sudáfrica. Se trata de una mujer adulta, que pesaba 33 kilos, y de un adolescente de 27 kilos; medían algo menos de 130 centímetros de alto. Caminaban erguidos y, según infiere su descubridor, podían correr, como los hombres, y trepar como los monos. Su cerebro tenía poco más de 400 centímetros cúbicos de capacidad, la tercera parte del cerebro humano. El género Australopithecus es el mismo al que pertenecía la famosa Lucy, de más de tres millones de años. Según sus descubridores, el Australopithecus sediba tiene con el ser humano más rasgos en común que Lucy o que cualquier otro de ese género: podría ser antecesor directo del Homo sapiens. Otros investigadores discrepan con esta hipótesis pero todos coincidirán con la revista Science en que el descubrimiento “ofrece nuevas claves, vitales, respecto de la evolución humana”.

El informe, elaborado por un equipo dirigido por Lee Berger –de la Universidad de Witwatersrand, Johannesburgo, Sudáfrica–, se publica hoy en la revista Science, que le otorgó su tapa. En rigor, quien encontró el primer resto fósil, el 15 de agosto 2008, fue Matthew Berger, el hijo de Lee, que en ese momento tenía nueve años y acompañaba al papá en su búsqueda en el yacimiento arqueológico de Malapa, a 40 kilómetros de Johannesburgo (el original que Berger envió a la revista incluía al niño como coautor, pero los editores de Science no lo aceptaron así).

El “Hominino de Malapa 1”, caracterizado como “un individuo juvenil” de sexo masculino, incluye parte del cráneo, apto para albergar un cerebro de 420 centímetros cúbicos, que correspondería “por lo menos al 95 por ciento del tamaño de un cerebro adulto” de esa especie; también se conservó la mandíbula, fragmentada, y partes del esqueleto; todo lo cual, para un fósil de esa antigüedad, es mucho. El “Hominino de Malapa 2”, adulto, de sexo femenino, incluye parte de la mandíbula, dientes aislados y partes del esqueleto. Los restos fueron encontrados uno junto al otro y, de acuerdo con evidencias geológicas, tendrían entre 1,78 y 1,95 millones de años. (Actualmente se denomina “homininos” a los ancestros de la especie humana, ya que los “homínidos” antecedieron también al chimpancé.)

Para los autores, los restos encontrados “no corresponden a ninguna otra especie fósil: por lo tanto, establecemos una nueva especie: el Australopithecus sediba”. El término sediba, en idioma sesotho, significa “fuente”, “origen”.

Berger sostuvo que, si bien “no es posible establecer con precisión las relaciones de este australopitecino con las diferentes especies desde el comienzo del género Homo, podemos concluir que comparte más rasgos con los primeros homininos que cualquier otro Australopithecus”, lo cual lo marcaría como ancestro inmediato del género al que pertenece la humanidad.

Al género Australopithecus pertenece la famosa Lucy, que vivió hace 3,2 millones de años. La especie más antigua de este género es el Australopithecus anamensis, que vivió hace unos cuatro millones de años. La antropóloga Vivian Scheinsohn –profesora en la UBA e investigadora en el Instituto Nacional de Antropología– explicó a este diario que “entre los tres y los dos millones de años hubo una eclosión de distintas especies de australopitecinos y hace unos dos millones de años aparecen las primeras especies del género Homo, que son el habilis y el rudolfensis. O sea que los dos géneros coexistieron durante mucho tiempo”.

El hecho de que distintas especies hayan coexistido “muestra que la evolución no fue lineal, sino con varias ramas que se desarrollaban al mismo tiempo. Sólo recientemente, cuando desapareció el hombre de Neanderthal hace unos 30.000 años, el sapiens quedó como único representante del género Homo”, explicó Scheinsohn.

En una nota editorial de Science que comenta el nuevo hallazgo, Michael Balter señala que “los especímenes más antiguos del género Homo, dispersos y enigmáticos, dejan a los investigadores inseguros acerca de los pasos evolucionarios entre los australopitecinos y el Homo. Donald Johanson, el descubridor de Lucy, luego de estudiar los fósiles aportados por Berger comentó que “la transición al género Homo sigue siendo muy confusa”.

La nota editorial de Science reconoce que “la formulación de Berger –que la nueva especie puede ser el mejor candidato a antecesor del Homo– es muy fuerte y pocos científicos están dispuestos a aceptarlo en forma inmediata. Pero, sean los nuevos homininos ancestros del Homo o una rama lateral de los últimos australopitecinos, los investigadores acuerdan en que, por lo relativamente completo de los restos conservados, estos fósiles ofrecen nuevas claves, vitales, respecto de un área oscura en la evolución humana”.

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El cráneo del individuo adolescente, que debía pesar unos 27 kilos, y medía 130 centímetros erguido.
Imagen: EFE
 
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