SOCIEDAD › EL CIERRE DE LA TERAPIA INTENSIVA PEDIATRICA EN EL DURAND, SEGUN RODRIGUEZ LARRETA

Excusas del jefe de Gabinete

“Hubo que cerrar el servicio porque renunciaron los tres médicos”, justificó el funcionario. Los profesionales responden que en realidad no había personal suficiente y se vieron desbordados con el brote de bronquiolitis.

Tras el cierre de la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Durand –ocurrido el pasado 18 de junio–, el jefe de Gabinete del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aseguró ayer que la medida tomada por autoridades sanitarias locales se debió a “falta de médicos”, ya que renunciaron los tres profesionales que la atendían, y además afirmó que “es muy difícil conseguir profesionales en esa especialidad, porque hay muy pocos en el sistema”. En tanto, Oscar Trotta, médico pediatra del hospital, señaló a Página/12: “Es común que el gobierno porteño busque excusas afuera, primero echándole la culpa a la renuncia de personal médico y enfermero, después a un brote de bronquiolitis. Pero el servicio no se encontraba en óptimas condiciones, no había personal suficiente y los profesionales se vieron desbordados ante el brote de bronquiolitis”, explicó.

“No fue una decisión nuestra, jamás hubiéramos decidido cerrar una especialidad que abrimos hace menos de un año. Hubo que cerrar transitoriamente porque renunciaron los tres médicos”, explicó Rodríguez Larreta. Además, el funcionario sostuvo que “se abrió un concurso para personal médico que sea o no del sistema público de la ciudad de Buenos Aires” para cubrir las tres vacantes.

Además, el jefe de Gabinete porteño indicó: “La terapia del Durand tiene menos de un año. Estuvo parada la obra 20 años, la retomamos y quedó fantástica. Gracias a eso se pudo inaugurar la terapia intensiva infantil”.

Sin embargo, Trotta señaló a este diario que “la unidad dejó de funcionar en medio de un brote de bronquiolitis”. “En 2010 fue inaugurada la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del hospital; sin embargo, empezó a funcionar recién en agosto de 2011, pero con déficit de personal”, añadió.

“El servicio intensivo infantil se inició con cuatro médicos y ocho enfermeros, cuando en realidad se necesitaban ocho médicos y 18 enfermeros en el área, reclamo que los profesionales hicimos en aquel momento y que nunca fue escuchado por las autoridades de la Ciudad”, dijo Trotta.

“Ante el brote de bronquiolitis de hace tres meses y ante la gran demanda de camas de la terapia, los médicos y enfermeros desbordados empiezan a renunciar”, explicó el médico.

El pediatra advirtió que el cierre de la sala de terapia intensiva infantil “podría derivar en un aumento de la mortalidad infantil en la ciudad”. “La situación es crítica. En 2010 la tasa de mortalidad infantil en este distrito fue de 6,7 por ciento y en 2011 sufrió un aumento hasta el 8,5 por ciento, lo que representa que casi 90 niños más murieran el año pasado por causas evitables”, comentó.

Por su lado, Juan Cabandié, titular del bloque del Frente para la Victoria y quien apoya el reclamo de los trabajadores del Hospital Durand, señaló a este diario que “en la Ciudad existe un claro deterioro y abandono de la salud pública”. “Es escandaloso pensar que el gobierno porteño se endeude para hacer ciclovías y no invierta en algo básico como es la salud”, agregó.

En cuanto a las declaraciones formuladas ayer por Rodríguez Larreta, Cabandié dijo a este diario que el jefe de Gabinete porteño “sólo tiene excusas para desligar responsabilidades”. “Si en la Ciudad hubo un aumento del 26 por ciento de la mortalidad infantil y en el país hace 10 años que se encuentra en disminución, esto evidencia de manera clara que el sistema de salud porteño se está en estado de total abandono”, agregó.

“El próximo martes la Comisión de Salud de la Legislatura porteña se reunirá con el ministro de la Salud de la Ciudad, Jorge Lemus, para “pedirle explicaciones” sobre el cierre del servicio de terapia intensiva infantil del Durand”, adelantó Cabandié a este diario.

Por su parte, la legisladora del Frente para la Victoria Gabriela Alegre opinó: “Los médicos no son los culpables del cierre del servicio del hospital, al contrario, han demostrado su compromiso ya que si seguían atendiendo con esa falta de personal podían, incluso, poner en riesgo la vida de sus pacientes”.

Informe: Sabrina Améndola.

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La terapia intensiva pediátrica comenzó a funcionar en agosto de 2011 y cerró diez meses después.
Imagen: Dafne Gentinetta
 
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