SOCIEDAD › LA JOVEN TUCUMANA DESAPARECIDA HACE DOS SEMANAS

Hallaron el cuerpo de Paulina

Paulina Lebbos era hija de un funcionario del gobierno de Tucumán. Desapareció el 26 de febrero, después de salir a bailar con amigas. Murió estrangulada y tenía la cabeza rapada.

Ayer llegó la confirmación: el cadáver hallado al costado de una ruta, a unos 30 kilómetros al noreste de la capital de Tucumán, es el de Paulina Lebbos, la joven de 24 años que permanecía desaparecida desde el 26 de febrero pasado. El cuerpo había sido descubierto el sábado por la tarde en uno de los rastrillajes hechos por la policía, pero debido al estado de descomposición en el que se encontraba la confirmación de su identidad se retrasó por un día. El trabajo de los investigadores apunta a reconstruir las últimas horas de Paulina y a ubicar un Fiat Duna bordó al que había subido con una amiga la noche en la que desapareció.

Paulina Alejandra Lebbos era hija de Alberto Lebbos, actual subsecretario de Juventud provincial y estudiante de comunicación en la Universidad Nacional de Tucumán. El sábado 25 de febrero salió a festejar con varias amigas porque había aprobado un examen. Fueron a bailar a un boliche de la zona del ex Abasto, en la misma capital. Entre las 6.30 y las 7 del día siguiente salieron de una disco. Paulina con su amiga Virginia Mercado buscaron un remise. La primera parada la hicieron en La Rioja al 400, donde descendió Virginia. Luego Paulina debía seguir hasta Estados Unidos al 1200, donde vive su novio, César Soto. Nunca llegó, o al menos eso es lo que declaró Soto. Al mediodía, su novio llamó a los padres de Paulina preguntando por ella. La respuesta negativa los llevó a buscarla en lo de su amiga. Tampoco la encontraron. Los llamados a su celular respondían que el aparato estaba apagado. Por la noche su padre asentó una denuncia por búsqueda de paradero en la Unidad Regional de la policía tucumana.

La búsqueda terminó ayer, cuando la autopsia confirmó que el cuerpo encontrado en el kilómetro 3,5 de la ruta 341, en la localidad de Raco, a unos 3 kilómetros de la ruta nacional 9 era el de Paulina. El cadáver estaba en estado de descomposición, desfigurado y carcomido por los animales. Los investigadores tuvieron indicios claros de que se trataba de Paulina a partir de la ropa, las pulseras, un reloj, un anillo y un tatuaje en una de sus manos. Pero el padre no había podido reconocerlo cuando lo hallaron.

Los primeros datos de la autopsia indican que murió entre diez y doce días atrás, estrangulada, que tenía heridas de arma blanca y signos de haber sido torturada, aunque aún se desconoce si fue víctima de abuso sexual. El cadáver fue hallado poco después de las 19 del sábado, al pie de una especie de barranco a unos cuatro metros de la ruta. Según los investigadores, alguien la llevó en algún vehículo hasta allí ya muerta y la tiró desde la ruta, para después quedar un par de metros debajo del nivel del camino frenada por la vegetación del lugar. A los investigadores les llamó la atención que su cabeza estuviera rapada.

La pieza clave de todas las hipótesis que maneja el fiscal Alejandro Noguera es el auto con el que Paulina y su amiga se fueron de la zona de boliches. El Fiat Duna bordó es buscado por la policía a pesar de que cada vez son menos las posibilidades de dar con él. En lo que va de la investigación se secuestraron catorce remises y cinco autos idénticos al buscado, aunque en ningún caso se logró obtener una pista positiva. Emilio Mrad, abogado de la familia Lebbos, consideró que “se actuó con mucha lentitud en el caso”.

El novio de Paulina, César Soto, está dentro del círculo de sospechosos. Declaró ante el fiscal el viernes pasado y su casa ya había sido allanada el 28 de febrero. Por otra parte, en las semanas pasadas en la policía recibieron llamados anónimos diciendo que habían visto a la chica en otras provincias. Por eso, delegaciones de la policía tucumana se dirigieron a Salta y a Río Negro, desde donde regresaron al conocer la noticia del hallazgo del cadáver. Hacia la provincia del sur fueron también porque descubrieron que el día anterior a la desaparición, desde el celular de Paulina se había hecho un llamado a esa provincia. Sin embargo, hasta ahora ningún elemento hizo avanzar la investigación hacia la respuesta sobre qué le pasó a Paulina.

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Alberto Lebbos, padre de Paulina, desconsolado al salir de la morgue donde estaba el cuerpo de su hija.
 
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