SOCIEDAD › DUDAS POR UN TESTIMONIO CONTRA EL ALBAÑIL ZARATE

Un testigo entre paréntesis

Una pericia reveló que el joven que acusó a Zárate tiene bajo coeficiente intelectual y es muy influenciable. Sin embargo, para el fiscal de Cámara, el pintor debe volver a ser detenido.

 Por Raúl Kollmann

Los fiscales que instruyen el caso de Río Cuarto recibieron ayer dos noticias: para ellos, una es buena y la otra, relativamente mala. La buena es que su superior, el fiscal de Cámara Jorge Medina, respaldó el pedido de que el pintor Gastón Zárate vuelva a la cárcel. Ahora la Sala II de la Cámara de Acusación de Río Cuarto deberá tomar una decisión, en unas dos semanas. La noticia relativamente mala para los fiscales es que el peritaje psiquiátrico realizado a Carlos Curiotti, el testigo que incriminó a Zárate, determinó que el joven tiene un coeficiente intelectual muy bajo, en el borde de la normalidad, y que es muy influenciable. Si el resultado del peritaje hubiera sido de mayor normalidad, iba a jugar más a favor de la fiscalía. De todas maneras, los fiscales Javier Di Santo, Fernando Moire y Marcelo Hidalgo sostienen que el testimonio de Curiotti está respaldado en otras pruebas y a ellas se agregó la declaración de una mujer, que otra vez relacionó a Zárate con el segundo teléfono que desapareció de la casa de Dalmasso en la noche del crimen.

Los coeficientes medios de inteligencia van de 90 a 120. Con un coeficiente más alto que esta última cifra se habla de una persona de inteligencia superior a la habitual y por debajo de 90 y encima de 70 se habla de alguien con nivel intelectual muy bajo, aunque también dentro de cierta normalidad. El peritaje le otorgó a Curiotti un coeficiente de 70, en el límite más bajo, aunque no deficiente mental. Su abogado, Víctor Flores, sostuvo ayer que el peritaje implica que la mentalidad de Carlitos, como le dicen a Curiotti, equivale a una persona de 12 años, cuando en realidad tiene 20. En la fiscalía que instruye el caso de los aprietes a testigos sostenían anoche que ésa es una afirmación temeraria y que la pericia no habla de edades. Lo que sí agregó el perito Gustavo Zanlungo, reconocido como una autoridad por todas las partes, es que Curiotti es muy influenciable, es decir que se lo puede presionar con facilidad. El fiscal Walter Guzmán ya les tomó declaración a varios policías que fueron acusados por el padre de Carlitos y supuestamente emitirá un dictamen en breve.

Para la causa por el asesinato de Dalmasso, un peritaje con resultado distinto le hubiera dado mayor consistencia a la acusación contra Zárate. El estudio debilita objetivamente el testimonio de Curiotti, aunque en la fiscalía hacen los siguientes dos diagnósticos. “En primer lugar, el testigo pudo ser influenciado por unos u otros. Se podría presumir que dijo la verdad en el testimonio en el que incriminó a Zárate y que luego lo presionaron para que desistiera. Y, obviamente, se puede presumir lo contrario: que lo presionaron para que incriminara a Zárate y luego se desdijo libremente. Pero tal vez el aspecto más importante es el segundo diagnóstico que tenemos. El testimonio en el que incriminó a Zárate no es aislado. Hay otros cuatro testimonios concordantes y elementos adicionales que encajan con la versión que sostiene la fiscalía, es decir que Zárate fue al Villa Golf, violó y mató a Dalmasso porque ella lo hubiera denunciado.”

En los últimos días se agregó una nueva testigo que la fiscalía juzga de importancia. Una chica, cuyo novio integra el grupo de amigos de Zárate, contó que le ofrecieron un celular moderno en los días posteriores al asesinato de Norita. En su declaración reconoce, a través de una fotografía de un aparato similar, que se trató de un Eriksson Z 300 como el que desapareció de la casa de Dalmasso. La joven relató que su novio, amigo del pintor, le dijo: “No comprés ese celular que fue de Zárate”. Según los fiscales, esa declaración demostraría que el acusado por ellos tuvo en su poder los dos celulares de Norita, el Motorola y el Eriksson. De todas maneras, en los próximos días se seguirán tomando declaraciones a personas que fueron mencionadas por el pintor en la indagatoria del viernes pasado.

En forma paralela, se desarrolla la apelación presentada por los fiscales para que Zárate vuelva a la cárcel. El fiscal de Cámara respaldó los argumentos de quienes trabajan en la causa y ahora la palabra la tendrán los tres jueces que integran el tribunal. Los magistrados pueden ratificar lo dicho por el juez Daniel Muñoz: hay elementos, pero no suficientes, para ordenar la prisión de Zárate, por lo que corresponde que se siga investigando. La otra alternativa –más improbable– es que ordene el regreso de Zárate a la cárcel.

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A Gastón Zárate (foto) lo incriminó en el homicidio de Dalmasso su amigo Carlitos Curiotti.
 
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