21:39 › EL MUNDO

Abril, un mes para arrancar del calendario en Estados Unidos

Los atentados de Boston, la alarma por el envío de cartas envenenadas a máximos dirigentes del país, entre ellos el propio presidente Barack Obama, y la explosión de una planta de fertilizantes en Waco (Texas) han sumido a Estados Unidos en una "semana negra" al cumplirse los aniversarios de diferentes matanzas.

El país vive estos días un estado de psicosis comparable al que se generó tras el 11-S, al evidenciarse de nuevo que Estados Unidos es vulnerable a los ataques, a pesar de no haberse confirmado aún ni las causas ni a los responsables de estos últimos sucesos.

La ciudad de Boston, en el noreste de Estados Unidos, precisamente una de las ciudades de donde partió uno de los aviones que derribaron las Torres Gemelas de Nueva York, se convirtió en el centro de la atención internacional el lunes tras las explosiones que mataron a 3 personas e hirieron a más de 170 durante su tradicional maratón.

El FBI ya ha identificado a un sospechoso de estos ataques, pero aún no ha sido detenido y se ignoran sus propósitos. La posibilidad de que grupos terroristas árabes estén detrás de la matanza, aunque no descartada del todo, parece perder fuerza. En medio del caos generado por el suceso, en la policía federal estadounidense se activaron todas las alarmas al descubrir el envío de varias cartas, aparentemente impregnadas de una sustancia venenosa, la ricina, enviadas al presidente Barack Obama y al senador republicano Roger Wicker.

Tras detener a un sospechoso, el FBI descartó que la carta dirigida a Obama estuviera relacionada con las explosiones de Boston, con lo que pareció neutralizar las sospechas difundidas en algunos medios estadounidenses de que el país era de nuevo víctima de un ataque de grupos organizados. A estos sucesos se añadió anoche la grave explosión de la fábrica de fertilizantes en West, en el estado de Texas, muy cerca de la ciudad de Waco, donde han muerto al menos 5 personas y hay cerca de dos centenares de heridos.

Waco es además tristemente célebre por ser el lugar donde murieron 81 personas que habían puesto sus vidas en manos de su líder, David Koresh, dirigente de la secta de los davidianos. Precisamente un 19 de abril, pero de 1992, las fuerzas de seguridad estadounidenses decidieron lanzar gases lacrimógenos contra el rancho de Monte Carmelo, la sede de la secta, para poner fin al "sitio" que había comenzado el 28 de febrero. Entre los muertos había 17 niños menores de diez años.

El 16 de abril de 2007, un estudiante surcoreano, Cho Seung Hui, de 23 a?os y un historial de problemas mentales, mató a 32 personas en las aulas de la Universidad Politécnica de Virginia antes de suicidarse. En una especie de testamento que Cho dejó grabado, el autor de la matanza rendía homenaje a Eric Harris y Dylan Kiebold, los estudiantes que casi exactamente ocho años antes habían abierto fuego también contra sus compañeros en Columbine, en Colorado. Harris y Kiebold mataron a doce alumnos y un profesor el 20 de abril de 1999, en un suceso que se considera una de las peores pesadillas en el mundo educativo estadounidense.

Pero estas tragedias no son las únicas que cumplen su aniversario en esta luctuosa semana de abril. Otro 19 de abril, dos años después de los sucesos de Waco, un camión bomba destruyó el edificio federal Alfred Murray de la ciudad de Oklahoma, donde se encontraba la sede de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF), cuyos agentes participaron en la operación contra los davidianos. El autor del atentado, que mató a 168 personas, fue Timoty McVeigh, un exsoldado condecorado en la guerra del Golfo y vinculado con grupos paramilitares de extrema derecha. Las autoridades determinaron que McVeigh, que sería ejecutado seis años después, quiso vengar con su ataque contra el Gobierno de EE.UU. la muerte de los davidianos.

Azar, casualidad o, para los que creen en las teorías conspirativas, abril se ha convertido en un mes trágico que muchos estadounidenses querrían borrar del calendario.

Compartir: 

Twitter

Anoche explotó la fábrica de fertilizantes en West, en el estado de Texas, muy cerca de la ciudad de Waco. Murieron al menos 5 personas.
 
ULTIMAS NOTICIAS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.