¿Cuánto tiempo es capaz de lastimar la onda expansiva de aquellas palabras escupidas contra miles de cuerpos que se arraciman para defenderse y resistirle al hambre? ¿Cuánta ferocidad puede encerrar el acting de la indignación republicana frente a quienes reclaman derechos para sí y para sus hijxs, porque lo que ya no alcanza, además de la comida, es la posibilidad de escuchas que cobijen y abran puertas a un acceso seguro e igualitario a trabajo, techo, salud y educación con perspectiva de género? Es poco probable, por no decir imposible, que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ignore los efectos dañinos de aquello que pronuncia a diario. Provoca heridas profundas Larreta cada vez que pone en duda la espontaneidad y masividad de los acampes, en tanto lxs manifestantxs se organicen o “vengan en colectivos”. En su catálogo emotivo de clase, “la pobreza digna” no se organiza con inteligencia política ni  esgrime discursos de empoderamiento. “Lo peor es que usan a los chicos, los ponen como escudos; a las mujeres, para que no los desalojen. Son unos cobardes en usar a los chicos para eso, tendrían que estar en la escuela, no acampando, es una barbaridad", dice. "Lo que pasó fue una extorsión, me da muchísima bronca, usan a la gente. ¿A alguien se le ocurre que la gente viene en forma espontánea?" Al menos el hombre da indicios claros, por tan violentos, de su hipotético ser presidenciable para el destino de lxs argentinxs.

Con mirada de género precisa, Vacantes para Todxs en las Escuelas Públicas, un colectivo conformado por unas 22 mil personas, en su mayoría docentes, estudiantes y familias de escuelas públicas, le respondió esta semana, en rechazo a lo que consideran un ataque que intentaría “encubrir las responsabilidades” de la Ciudad, y en solidaridad con la marea de mujeres, niñxs y diversidades en lucha por sus derechos vulnerados.

“Repudiamos enérgicamente los dichos del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, en referencia a las madres piqueteras, acusándolas de utilizar a sus hijos e hijas como escudo, cuando reclaman por trabajo y alimento para sus familias”, declaran en un comunicado. “Inmutable y con gran cinismo, como si en la Ciudad de Buenos Aires hubiese vacantes para todas las infancias, el jefe de Gobierno se anima a decir que deberían estar en las escuelas y no en las calles reclamando junto a sus madres", advierten. "Larreta ataca a las mujeres organizadas y pretende encubrir su propia responsabilidad sobre la falta de vacantes, el desfinanciamiento educativo y el recorte en el presupuesto que afecta de diversas formas a las infancias: alimentación, quita de dispositivos, abandono edilicio, falta de recursos para la inclusión de personas con discapacidad y vaciamiento de la educación especial, entre otras.”

El colectivo, que reclama hace años la construcción de escuelas y denuncia la falta de vacantes, detalla que “en el Nivel Inicial la crisis es muy profunda –hay más de 30 mil infancias de entre 45 días y 3 años sin vacante cada año-. Pero la problemática no es exclusiva del Nivel Inicial, esto mismo se extiende a primer grado y primer año de secundario, donde también es complicado conseguir un lugar en la escuela pública.

En esta urgencia dramática del presente, “las mujeres trabajadoras no tenemos donde enviar a nuestrxs hijxs cuando salimos a trabajar. Y tampoco cuando tenemos que salir a luchar por los múltiples derechos vulnerados”, concluye el texto. “Vacantes para Todxs se solidariza con las mujeres luchadoras que se organizan. Fuimos nosotras quienes defendimos durante la pandemia el derecho a la educación exigiendo conectividad y dispositivos, otras sostuvieron los comedores populares frente al vaciamiento de los comedores de las escuelas. La lucha es una y es de todas juntas.”