DEPORTES › MURIó TEóFILO STEVENSON, EL MEJOR BOXEADOR DE LA HISTORIA OLíMPICA

Sonó la campana para el mejor amateur

El atleta cubano peso pesado, tres veces ganador de la medalla de oro, en Munich 1972, Montreal 1976 y Moscú 1980, fue enterrado ayer con todos los honores. Había muerto de un infarto en la noche del lunes. Lo llora el deporte del mundo.

Muerto a los 60 años, el boxeador Teófilo Stevenson encarnaba a la perfección al deportista modelo que imaginó siempre Fidel Castro: talentoso, admirado en el mundo entero y con una lealtad incondicional a la Revolución Cubana. “Hasta siempre, campeón”, despidió la prensa de la isla a la máxima gloria del boxeo cubano, después de que Stevenson muriera fulminado por un infarto en su casa en La Habana, el lunes a la noche.

“Estaba bien esta tarde”, dijo el lunes a dpa uno de sus amigos, abatido por la muerte del campeón olímpico de los pesos pesados en Munich ’72, Montreal ’76 y Moscú ’80. Su hijo lo halló sin vida una hora después de que se acostara a dormir por un malestar, contó el hermano del boxeador.

Medio millar de personas acompañaron hasta su tumba los restos mortales. “Esta vez el campeón nos convoca a un encuentro al que no queríamos asistir”, en el que tuvo “un veredicto injusto, pero no definitivo”, pues “tiene asegurado un lugar en la memoria” de su pueblo, dijo el presidente del Comité Olímpico Cubano, José Ramón Fernández, al despedir el duelo en el Panteón del Movimiento Deportivo Cubano, en el cementerio de Colón. Cuatro autos fúnebres cargados de coronas florales del líder Fidel Castro y los presidentes Raúl Castro (Cuba), Hugo Chávez (Venezuela) y Daniel Ortega (Nicaragua), entre otras, fueron escoltados hasta la necrópolis por motos policiales. El bicampeón olímpico de atletismo Alberto Juantorena y el ex boxeador Félix Savón, tricampeón olímpico y seis veces mundial, estuvieron entre la multitud.

Stevenson dominó el boxeo amateur durante años, en una época en la que en los rings del mundo se oían nombres como Muhammad Alí, Joe Frazier o George Foreman. No pocos consideraban, sin embargo, al cubano como el mejor boxeador del planeta. “Es el peleador más perfectamente balanceado que yo haya visto jamás”, sentenció el entrenador estadounidense Emanuel Steward. Además de su potente pegada, el espigado púgil cubano de 1,90 metros hacía gala de una técnica exquisita en el ring.

El cara a cara con Alí nunca llegó a celebrarse, pese a los millones de dólares que ofreció el promotor Don King a finales de los ’70. El “gigante de ébano” caribeño rechazó siempre convertirse en profesional, algo para lo que hubiera tenido que abandonar la isla. Cuba acabó con el boxeo rentado tres años después del triunfo de la Revolución, en 1959.

“En el equipo nacional había una frase: ‘Había que ser como Stevenson’”, contó también el ex boxeador Nardo Mestre, que estuvo en el equipo nacional al lado del campeón en los años ’70. “Uno no tiene tiempo de ver su derecha. Y cuando la ve, es porque la tiene ya sobre el mentón”, recordó la prensa cubana a su rival en las semifinales de Munich ’72, Peter Hussing. El púgil alemán se declaró “consternado” al oír de la muerte de Stevenson.

Teófilo Stevenson celebró su primera pelea con 14 años en 1966 y ganó su primer título olímpico a los 20 en Munich. Dos veces subiría aún el cubano a lo más alto del podio, en Montreal 1976 y Moscú 1980. Cuatro años después no pudo estar en Los Angeles debido al boicot a los Juegos de varios países del bloque socialista.

Además de las medallas olímpicas, el cubano ganó torneos de la Asociación Internacional de Boxeo aficionado (AIBA) en La Habana (1974), Belgrado (1978) y Reno (1986) y se proclamó once veces campeón cubano.

En total, ganó 301 de los 321 combates que disputó durante 20 años de carrera, once de los cuales los pasó invicto. Después de retirarse en 1988, Stevenson empezó a trabajar en la Federación Cubana de Boxeo, en la que ejercía hasta ahora como vicepresidente.

La salud de Stevenson se había deteriorado en los últimos tiempos. Bebía mucho, contaron fuentes cercanas al ex campeón. “Estaba en peligro sin saberlo”, había dicho Stevenson en enero, tras pasar 15 días hospitalizado, al detectársele dos coágulos cerca al corazón. Los médicos lo internaron alarmados por el peligro de infarto. Se trataba de “un problema grave que no avisa”, explicó entonces el ex campeón. La muerte le llegó finalmente en la noche del lunes, de forma inesperada.

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Teófilo Stevenson en su más dorado momento, campeón olímpico en Moscú 1980.
Imagen: AFP
 
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