La emisión de tarjetas de crédito creció el año pasado un 30 por ciento. El dato surge de un informe de una consultora privada, que atribuye ese avance a la “agresiva política” bancaria para captar clientes. El trabajo observó una “cierta especialización” de entidades que no lideran en otros rubros de banca de individuos (por ejemplo, préstamos personales) “pero que en este rubro están tendiendo a absorber porciones crecientes de clientes”.

El buen ritmo de avance de las transacciones bancarias determinó que en 2007 se expandiera la tasa de crecimiento de algunos instrumentos (cuentas corrientes, tarjetas de débito)”, señaló la consultora Finsoport, a la vez que se mantuvo “relativamente estabilizado el elevado nivel de aumento de los titulares de plásticos”.

La activa política de los bancos habría permitido agregar más de 2,5 millones de tarjetas titulares al universo de usuarios durante el año pasado. En el caso de los bancos privados, la expansión anual “se mantuvo en las inmediaciones del 40 por ciento, mientras que los restantes segmentos del mercado funcionan a un ritmo más acotado”, sostiene el informe privado.

Con respecto a las entidades no bancarias (compañías financieras y cajas de crédito), dice el informe que “podría deducirse que operó algún tipo de transferencia hacia el resto del sistema”, ya que en 2006 la cantidad de tarjetas de crédito emitidas había crecido al ritmo de la banca privada.

Esa consolidación del lugar que ocupan los bancos se habría producido en detrimento del resto de entidades del sector y habría contribuido a la concentración del negocio, ya que “el 90 por ciento de los nuevos plásticos fueron emitidos por “un puñado de entidades privadas”. El mayor emisor bancario de tarjetas el año pasado fue el Macro, con más de 700 mil, seguido por el HSBC (400 mil), el Santander Río (380 mil), el Citibank (360 mil), el BBVA Francés (200 mil), el Galicia (180 mil) y el Sáenz (180 mil).

El informe señaló que el aumento de los titulares de tarjetas fue explicado casi en su totalidad por la acción de los bancos privados, que en 2007 aportaron 96% del total. Esa tendencia, indicó Finsoport, estaría reflejando “una estrategia orientada a titularizar a las tarjetas adicionales (por eso, estas aumentaron a un ritmo más reducido)”.