ECONOMíA › EL TITULAR DE LA ENTIDAD MONETARIA EXPLICITO ANTE EMPRESARIOS SU PLAN PARA LO QUE QUEDA DEL AÑO

Los senderos que marca el Central

“Trabajamos para llegar a fin de año con un stock de reservas en torno de los 28 mil millones de dólares”, aseguró Juan Carlos Fábrega, tal como anticipó Página/12. También sostuvo que las tasas se mantendrán en sintonía con la evolución de los precios.

 Por Cristian Carrillo

“Trabajamos para llegar a fin de año con un stock de reservas en torno de los 28 mil millones de dólares”, les confió el presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, a los empresarios convocados ayer en el Hotel Alvear por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp). Tal como anticipó Página/12, Fábrega confirmó que la entidad monetaria atiende actualmente con divisas provenientes de la cosecha gruesa los compromisos a futuro que atañen a energía y deuda de relevancia, con el objetivo de reducir la presión sobre las reservas en el segundo semestre cuando cae la liquidación de los exportadores. De todos modos, el funcionario previó un ingreso remanente de las cerealeras de 20 mil millones de dólares, ya que hasta el momento sólo ingresó un tercio de los 30 mil millones estimados. “No tenemos ninguna deuda en el Banco Central y las reservas que hay son las que se muestran”, aseguró el funcionario ante un auditorio con más de 300 empresarios. Fábrega se refirió también a las tasas de interés, que las mantendrán en sintonía con lo que suceda con los precios. En un apartado con preguntas del público asistente, se lo consultó sobre cuál era la motivación de las oscilaciones en el precio del blue. “¿Esta se las puedo hacer yo a ustedes?”, respondió ágil de reflejos frente a los hombres de negocios.

El funcionario explicó que este mercado ilegal “no está bajo supervisión del Central”. “Nos gustaría que no existiera, y ése es el objetivo. Realmente, no lo entendemos; un día sube 80 centavos y luego se retrae otros 40. Les dejo mi teléfono y cuando lo sepan, me avisan”, apuntó a los presentes. La respuesta generó risas, aplausos y varias miradas cómplices de quienes entendían que se los estaba señalando por utilizar a ese mercado para presionar por una mayor devaluación. En las mesas se encontraba lo más selecto del mundo empresario. El Cicyp está conformado por la Cámara de Comercio, la Bolsa de Buenos Aires, la Unión Industrial y la Sociedad Rural. Entre los invitados se encontraba el anfitrión, el empresario Eduardo Eurnekian, de Aeropuertos 2000, quien presentó al presidente del Central. “Es el que más gente trajo”, dijo a este diario Eurnekian. En la mesa principal se encontraba el titular de la UIA, José Méndez; de la Bolsa, Adelmo Gabbi; de la Asociación de Bancos (ABA), Claudio Cesario; de Adeba, Jorge Brito, y por la CAC, Carlos De La Vega. También estuvo presente Jaime Campos, de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), pero la organización lo ubicó alejado de las mesas principales.

“Llevo seis meses y me parecen que ya son seis años.” De esta manera, Fábrega reconoció lo desgastante que fue la situación financiera de principios de año. Explicó que el país se beneficiará este año con una cosecha record de 108 millones de toneladas. “Es un aliciente si se piensa que sólo se liquidó un tercio, porque faltan entrar dólares a las reservas”, agregó. Explicó que los mecanismos implementados por el organismo buscan tener atendidos los compromisos financieros a futuro y trabajar para lo que resta del año. “Pero, sin dejar de mirar que quedan por entrar 20.000 millones de dólares de las cerealeras”, aclaró. También previó que continuará el escenario de baja de precios, que será acompañada por una caída en las tasas de interés, lo que muchos empresarios emparentaron con una política de metas de inflación. Al respecto, Fábrega rechazó ese mote y contestó que “no existen recetas que se puedan transferir entre las distintas economías”. En cuanto a la actividad económica, estimó una recuperación en el segundo semestre de la mano del cobro de los acuerdos salariales que, según dijo, redundará en un aumento de los ingresos reales y en la demanda agregada; además de un renovado dinamismo de la demanda de crédito. “Esto último lo esperamos porque hay posibilidad y liquidez y los bancos están en condiciones de hacerlo”, dijo Fábrega.

La presentación de Fábrega permitió contextualizar todas las medidas que se implementaron desde que asumió el nuevo equipo económico, hace ya 180 días. Se refirió a la moderación en el crecimiento de los últimos años. “El shock externo fue el principal desencadenante de la desaceleración, la cual no fue amortiguada por el consumo privado, que también se moderó en los últimos años. También la inversión tuvo un aporte muy poco significativo”, agregó. Recordó el período de volatilidad cambiaria entre fines de 2013 y principios de este año. “Ahí se definió, mediante la flotación administrada, una suba en el tipo de cambio del 21 por ciento”, señaló Fábrega, quien reconoció que una devaluación claramente tiene sus riesgos. “Uno piensa cuántos quedaron de pie luego de una devaluación y uno se asusta cuando la va a llevar a cabo; pero lo cierto es que había una demanda por mejorar el tipo de cambio por la pérdida de competitividad de los exportadores”, explicó. “No obstante, pudimos, mediante distintas medidas, equilibrar las reservas, y como consecuencia también equilibrar el tipo de cambio”. sostuvo. En enero las reservas habían caído en 2850 millones de dólares, mientras que entre abril y mayo crecieron en 1500 millones. El resultado de la devaluación es un aumento de 15,1 por ciento de mejora en el tipo de cambio multilateral, que se estima sobre la cesta de monedas de países con los que comercia la Argentina.

En simultáneo –según el relato de Fábrega–, para estabilizar el mercado de cambios y favorecer el ahorro nacional, se aumentó la tasa de las letras a partir de enero a un 31 por ciento. “El objetivo claro es que la gente se vuelva a entusiasmar con el ahorro en pesos”, afirmó, aunque evitó hacer referencia a la caída del crédito por el aumento de las tasas activas. “La suba de las Lebac fue acompañada por lo que era la tasa de interés de plazo fijo mayorista y últimamente por los minoristas, que son los que verdaderamente uno mira todos los días”, afirmó. Las suba en las tasas permitió un crecimiento del 16,6 por ciento de los depósitos a plazo en lo que va del año.

En materia crediticia, resaltó las líneas de inversión productiva que se destinan principalmente a la pequeña y mediana empresa, que representan unos 23 mil millones de pesos para el primer semestre del año. De ese total, se destinarán 7500 millones a una tasa de interés anual de 17,5 por ciento para el descuento de cheques de pago diferido durante los meses de marzo, abril y mayo, para evitar que se corte la cadena de pagos de las pymes. Fábrega resaltó que las líneas productivas mejoraron el acceso, con mayores plazos y menores tasas, pero exhortó a los bancos a comprometerse con el crédito de inversión. “La Argentina necesita trabajar mucho con la inversión, para lo cual debe resolver aspectos externos que nos permitan que las inversiones privadas lleguen con financiamiento. Hay buenas perspectivas para invertir en activos argentinos. dada la baja proporción de deuda pública en moneda extranjera con tenedores privados y la mejora en la competitividad de la economía. Esta es la visión del Banco Central”, concluyó.

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Cuando le preguntaron por las oscilaciones en el precio del blue, Fábrega les respondió: “¿Esa se las puedo hacer yo a ustedes?”.
Imagen: Bernardino Avila
 
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