EL MUNDO › REAPARECIO SAN SUU KYI Y SE REUNIO CON RELIGIOSOS

Apoyo para una Premio Nobel

La líder del movimiento democrático, Aung San Suu Kyi, saludó ayer en el umbral de la puerta de su casa de Rangoon, en la que cumple arresto domiciliario desde mayo de 2003, a los monjes budistas que desde hace cinco días se manifiestan de forma pacífica contra la Junta Militar de Myanmar.

Con una blusa amarilla, Suu Kyi, quien desde hacía varios años no era vista en público, salió hasta la puerta de su residencia en la céntrica avenida Universidad y rindió tributo a los monjes que sobrepasaron la barricada montada por la policía, mientras recitaban el salmo de metta sutha, las palabras de Buda para fraternidad.

Los agentes de los cuerpos de seguridad, con cascos y provistos de armas de fuego, según dijeron testigos a la radio DVB, de la disidencia birmana, tomaron posiciones frente a la vivienda de Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz en 1991 por su lucha pacífica a favor de la democracia.

Tras los monjes, varios cientos de civiles formaron una barrera.

“Que tengas salud” y “que pronto seas liberada”, fueron algunas de las consignas que gritó la gente concentrada ante la vivienda de la líder de la Liga Nacional por la Democracia (LND), la única formación política opositora que resiste a la presión de la Junta Militar.

El breve encuentro de los monjes con Suu Kyi, hija del asesinado general Aung San, considerado el héroe de la independencia de Birmania, simboliza la solidaridad de al menos parte del monacato con las fuerzas de la oposición. Alrededor de un millar de monjes budistas se manifestaron de manera pacífica en Rangún, la mayor ciudad de Birmania. Desfilaron ante la embajada de China, país que consideran el principal apoyo de la Junta Militar. Los bonzos se pararon ante la delegación diplomática china sin plantear demandas, aunque sí dedicaron un cántico “de amor y bondad”.

La manifestación ante la embajada china se produce en una jornada en la que unos 10.000 monjes budistas se congregaron en varias ciudades birmanas de forma pacífica para exigir disculpas al gobierno por la agresión a varios bonzos a principios de mes.

Más de un centenar de personas han sido detenidas por la policía y el ejército desde que comenzaron las protestas a causa del alza en el precio de los combustibles en agosto pasado. En Birmania no se celebran elecciones legislativas desde 1990, cuando Suu Kyi, al frente de la LND, consiguió una victoria abrumadora, resultado que nunca ha sido acatado por la Junta Militar. Naciones Unidas indicó el pasado jueves en un comunicado que la situación en Birmania pone en peligro la seguridad del resto de los países del sudeste de Asia.

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