EL PAíS › ELISA CARRIO MODIFICA LOS TERMINOS DE SU RELACION CON PATRICIA BULLRICH

Una pareja que ya no es lo que era

El lanzamiento del partido Coalición Cívica-ARI relega a segundo plano a la ex ministra de Trabajo. Lo mismo ocurre con otros dirigentes como Enrique Olivera. La chaqueña impulsará en la ciudad de Buenos Aires a Adrián Pérez.

 Por Sebastian Abrevaya

Elisa Carrió pega la vuelta. El promocionado lanzamiento del partido Coalición Cívica-ARI significa el reacomodamiento de fuerzas entre los seguidores de Lilita, el regreso de la chaqueña al frente del partido que abandonó en agosto de 2006 y el comienzo de una etapa en la que dirigentes como Patricia Bullrich y Enrique Olivera quedarán relegados al segundo plano. El delfín de Carrió, Adrián Pérez, será el encargado de remontar el flojo desempeño electoral en la Capital Federal, mientras que ella se encargará personalmente de recorrer el conurbano tras el distanciamiento con Margarita Stolbizer, lo que dejó acéfalo el liderazgo del terreno bonaerense.

En el postergado ARI aseguran que ahora retomarán el protagonismo perdido en estos años a manos de Bullrich, Alfonso Prat Gay o Ricardo López Murphy y que serán el eje de la candidatura de Carrió de cara al 2011. Además, la nueva fuerza tendrá en sus filas al peronista Gerardo Conte Grand y al dirigente social Héctor “Toti” Flores, entre otros.

“Puede ser candidato a presidente Hermes Binner, Gerardo Morales o Lilita; incluso ella puede ser vice de cualquiera de ambos”, explica entre muros una de las personas de más confianza de la líder de la Coalición Cívica-ARI. Ya ni dice que no hay ninguna chance de compartir el Acuerdo Cívico y Social si eso significa acompañar al vicepresidente Julio Cobos. “Pero no vamos a ser nosotros los que rompamos”, aclara inmediatamente.

La convicción de Carrió de que Cobos es casi “Lucifer” tiene un responsable mayoritario: el intendente de Mendoza capital, el radical Víctor Fayad. El Viti es un íntimo amigo de Lilita y tiene una enemistad pública con el vice desde hace años. Carrió escuchó de su boca las críticas más feroces hacia Cobos, a quien el intendente calificó públicamente como “el padre Grassi de la política”. Por este motivo, la consolidación del ACyS quedó en suspenso hasta diciembre, cuando se produzca la renovación de autoridades de la UCR. Mientras tanto, en las filas de la CC-ARI se dedican a acomodar las piezas de su ajedrez interno.

El lunes pasado se produjo la primera reunión de la Mesa Nacional transitoria y mañana será la siguiente. “Nosotros cometimos el error de corrernos del medio”, se sincera un dirigente que conoce como nadie los detalles internos del ARI. Es que a partir de la aparición de Bullrich en la Capital, la influencia de la fuerza fundada por Lilita pasó a ser reemplazada por la titular de Unión por Todos (UpT).

La relación de Bullrich con Carrió quedó sellada a partir de que la ex ministra de la Alianza pusiera a disposición de Lilita su estructura política en las elecciones de 2007. En aquel momento, la chaqueña había quedado atrapada en un conflicto judicial con el ARI capital, que amenazaba con dejarla sin sello en su distrito más fuerte. Aquel favor de Bullrich, la chaqueña se lo pagó convirtiéndola en una de sus protegidas. Pero los aristas dieron por saldada esa deuda a partir de la floja performance electoral de los últimos años, de la cual hacen responsable a la diputada electa, con el respectivo aval de Carrió.

Por lo bajo aseguran que La Piba no quiso fusionar su estructura dentro del nuevo partido para no licuar su poder político y sobre todo el económico. UpT tiene, además del aporte correspondiente al Ministerio del Interior, algunos convenios con fundaciones extranjeras que le garantizan jugosos fondos. Además, en el ARI, y sobre todo del interior, se resistían a compartir el partido con la ex ministra de Trabajo de la Alianza.

“Ahora son el ARI más cuatro”, critican despectivamente quienes no comparten los pasos adoptados por Lilita en estos últimos meses. En verdad, lo que sucede es que la Coalición Cívica nunca fue el encuentro multipartidario a nivel nacional que se había prometido. “Lilita no quiere quedar encerrada en un perfil de centroizquierda porque ése es un andarivel ideológico que te corre de una construcción de fuerzas de mayoría”, explica una de las mentes del nuevo armado político. En ese marco podrían entenderse algunos posicionamientos de Carrió como su rechazo a la extracción de muestras de ADN a presuntos hijos de desaparecidos, su apoyo al sector agropecuario de la Sociedad Rural a la Federación Agraria o su respaldo a los monopolios multimediáticos.

La voluntad de Carrió como próxima jefa de bloque de diputados será la que determine el destino de una fuerza que tiene la aspiración de romper con la historia del bipartidismo en Argentina.

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Patricia Bullrich y Elisa Carrió ya no tienen la misma relación.
Imagen: DyN
 
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