EL PAíS › CADA VEZ HAY MAS ANOTADOS PARA EL 2011 EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Un jardín donde florecen los candidatos

La mayoría son oficialistas, a quienes Néstor Kirchner alienta a “salir a caminar” un distrito que volverá a ser clave en las próximas elecciones. El jefe del PJ apuesta a un racimo de ofertas para contener a todos dentro del partido y recuperar el terreno perdido en 2009.

 Por Fernando Cibeira

Daniel Scioli.
Sergio Massa.
Aníbal Fernández.
Alicia Kirchner.
Amado Boudou.
Florencio Randazzo.
Imagenes: DyN, Leandro Teysseire y Daniel Dabove.

Recurrente “madre de todas las batallas”, el kirchnerismo sabe que se juega buena parte de su permanencia en 2011 en la provincia de Buenos Aires, el escenario de la derrota más dolorosa de las últimas elecciones legislativas. Casi seguramente enfrente volverá a estar Francisco de Narváez, esta vez con el sello que asuma el peronismo disidente. El gobernador Daniel Scioli viene pidiendo cancha para enfrentarlo y, lo aseguran encuestadores, tiene con qué. Sin embargo, la estrategia del kirchnerismo hasta ahora no ha sido la de guarecerse bajo su sombrilla sino la de desplegar un racimo de ofertas que no para de crecer entre funcionarios, intendentes y sindicalistas. La idea es contener a todos dentro del PJ y recuperar los 13 puntos que se perdieron entre las elecciones de 2007 y 2009. Pero la diversidad es tanta que la mayoría de los involucrados reconoce sus dudas acerca de cómo terminará la movida.

“Que florezcan mil flores”, dijo Néstor Kirchner parafraseando a Mao algunos días atrás en el cierre del Foro de São Paulo, y en la provincia lo tomaron al pie de la letra. Cada vez son más los funcionarios recorriendo el territorio bonaerense difundiendo las bondades del modelo K. La descripción coincide: Kirchner los alienta a “salir a caminar”.

“Nos pidió que hablemos mano a mano con la gente, que no nos quedemos en el despacho. Que expliquemos todo lo que se hizo hasta ahora y lo que se hará en el futuro. Lo de las candidaturas después se verá. Esto es un proyecto, no importan las individualidades. El espacio será el que defina dónde jugaremos. Por supuesto que si nos piden que seamos candidatos, allí estaremos”, explicaba el vocero de un ministro, pero podría ser el de cualquiera. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el de Economía, Amado Boudou, y la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, todos apuntan en la misma dirección.

Y no son los únicos. El flamante titular del PJ bonaerense y secretario de la CGT, Hugo Moyano, quiere tener voz en el asunto. En tanto, el díscolo pero ahora amigado intendente de Tigre, Sergio Massa, asoma como el mejor posicionado para terminar entre los finalistas.

Frente a esto, como principal damnificado aparece Scioli, quien con lógica podía aspirar a un tránsito despejado hacia la candidatura para la reelección y ahora se encuentra con la provincia convertida en una peatonal. “Para nada, está bárbaro. Está muy bien que todos militen y, por suerte, nosotros tenemos una excelente relación con todos”, asegura el jefe de Gabinete y mano derecha de Scioli, Alberto Pérez.

En la provincia el panorama opositor está más despejado. La preferida de Ricardo Alfonsín para la provincia es la titular del GEN, Margarita Stolbizer, mientras que Julio Cobos juega sus fichas al intendente de San Isidro, Gustavo Posse. Elisa Carrió lanzará al diputado Juan Carlos Morán, aunque imaginando la posibilidad de sumarse finalmente a algún frente electoral. El Proyecto Sur de Pino Solanas todavía no definió y amenaza con poner en carrera al sindicalista Víctor De Gennaro. En tanto, el diputado de Nuevo Encuentro Martín Sabbatella ya resolvió ser candidato sin llevar postulante a presidente, apostando al corte de boleta con la fórmula kirchnerista. En los hechos funcionaría como una colectora por centroizquierda, otro tema de discusión en las últimas semanas.

Todo indica que la reglamentación de la reforma política permitirá las colectoras. La ingeniería siempre lleva dividendos a la fórmula que va arriba, que recibe la suma de todos los de abajo. El riesgo, claro, es que al dividir votos se pierdan intendencias o, llegado el caso, la gobernación si se compite con más de una lista. Y la posibilidad está ahí nomás si a quien tienen enfrente es a De Narváez, de quien aseguran que las encuestas dan en baja. En el kirchnerismo hay quienes todavía no pierden la esperanza de competir contra el empresario colombiano en la interna: argumentan que en caso de no conseguir un candidato presidencial fuerte, buscará llevar el sello del PJ oficial. Pero la postal de una boleta con Cristina o Néstor Kirchner para presidente y De Narváez para gobernador del distrito más importante del país resulta casi imposible de imaginar. El empresario insiste con que irá por afuera y hoy aparece como lo más seguro.

La mayor duda en la provincia de Buenos Aires, por lo tanto, es definir quién defenderá los colores del oficialismo. La lista es larga:

- Daniel Scioli: luego de casi tres años de manejar el distrito más complicado del país, conserva una sorprendente imagen positiva. Su recuperación fue incluso anterior a la del gobierno nacional. Por eso su estrategia no variará. No hablar de candidaturas y centrarse en la gestión, básicamente en la seguridad que sabe volverá a ser el principal tema de la campaña. “Ojalá podamos acordar. Pero, si no, tenemos la instancia de la interna y allá iremos”, se envalentona Alberto Pérez.

- Sergio Massa: el intendente de Tigre consensuó con Kirchner no sacar los pies del plato peronista. Tiene una imagen positiva al nivel de la de Scioli y le gusta dar gestos de independencia como el de anunciar como asesor económico al ex presidente del Banco Central Martín Redrado. Su estrategia es similar a la del gobernador: mostrarse mucho en temas de gestión y recién definir su futuro a fin de año. “No conviene dar muchas vueltas previas antes de la carrera porque gastás cubiertas”, explican en su entorno. Cuenta a favor con su juventud, que si bien le permitiría dejar pasar de largo este turno también le da la posibilidad de jugar y, aun perdiendo, instalarse como un referente de peso en el PJ bonaerense.

- Hugo Moyano: se dio el gusto de asumir esta semana como titular del PJ bonaerense y anuncian un súper acto en River para octubre. Sin embargo, en la provincia consideran que más que posicionarse como postulante a la gobernación, Moyano busca lugares de poder para el sindicalismo. Y lo viene consiguiendo.

- Aníbal Fernández: la noche que resultó electo vicepresidente del club Quilmes se entusiasmó y avisó que no había que sacarlo de la lista de posibles candidatos en la provincia. Sin embargo, el frontman del gobierno nacional aparece como el menos activo de los funcionarios gobernables para la provincia. Eso sí, la contrapartida es su muy alto perfil mediático y su activismo en Internet. Su “blog sin vueltas” parece el de un candidato.

- Amado Boudou: Kirchner le dijo que caminara y el ministro de Economía respondió con un entusiasmo a toda prueba. Lo suelen acompañar el titular de la Anses, Diego Bossio, y el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. Boudou dio la nota la semana pasada cuando se apareció en un acto juvenil guitarra en mano para interpretar algunos clásicos del rock nacional. Eso sí, con el argumento de ir donde lo necesite “el proyecto”, en su entorno no descartan que Boudou pueda terminar como candidato en la Capital Federal. Cada miércoles el ministro de Economía animará una peña con discursos políticos en el bar La Puerto Rico.

- Florencio Randazzo: quienes conocen la radiografía bonaerense aseguran que el ministro del Interior es el único funcionario que tiene un armado territorial digno de considerarse. Randazzo recorre dos o tres distritos cada semana y espera ver cómo se desarrolla el esquema del Frente para la Victoria. “Si hay internas, Florencio va a estar”, aseguran cerca de él. No descarta sumarse como vice a una fórmula.

- Alicia Kirchner: la ministra de Desarrollo Social lanzó el mes pasado la Corriente de Liberación Nacional (Colina), desde la que recorre incansablemente el territorio bonaerense, amén de otras provincias. “Buscamos fortalecer el proyecto nacional poniendo énfasis en las políticas sociales”, explica uno de sus colaboradores. Obviamente, hará lo que le indique su hermano Néstor. “No sabemos qué puede pasar”, reconocen.

- Pablo Bruera: el intendente de La Plata dio un paso en falso esta semana con el acto de lanzamiento en el Luna Park que dejó un saldo de dos heridos de bala. Buen amigo de Massa, Bruera pretende convertirse en un referente del antikirchnerismo bonaerense, pero se le puso difícil. Podría terminar en el armado del intendente de Tigre y ya hay quienes lo ven con De Narváez por afuera del PJ.

- Francisco “Barba” Gutiérrez: el 10 de septiembre, en el Club Atenas de La Plata, los dirigentes kirchneristas no peronistas del Encuentro por la Militancia –Edgardo Depetri, Oscar Laborde, Mario Secco, Abel Fatala– lanzarán al intendente de Quilmes como precandidato a gobernador del sector para competir en la interna del Frente para la Victoria. Con todo, no descartan sumar a la fórmula del espacio K. “Nosotros podemos evitar la fuga de votos por centroizquierda a Sabbatella”, argumentan.

Como se ve, la lista es larga y todavía hay otros con intenciones de sumarse. Eso hasta que llegue el verano y, junto al calor, el momento de las definiciones.

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