Para el festejo de Andrés von Buch se suspendieron las obras de las salas Cunill Cabanellas y Casacuberta: Estaba en mi casa y esperaba que llegara la lluvia y Los sueños de Cohanaco. Stella Galazzi y Mariana Chaud, directoras de esos espectáculos, explican que los elencos no sufrieron perjuicio económico, pero se cruzan en el asombro. “Lo que nos llegó fue que había un evento, no nos dijeron otra cosa. Nos lo comunicó la asistente dos semanas antes”, dice Galazzi. Chaud coincide en los quince días de aviso, pero “me enteré por otro lado, no por el teatro, de que iba a ser un festejo privado. Me llamó la atención, en un momento me pareció que era un invento”. La faceta económica es sólo una de las maneras de mirar lo que ocurrió. “A mí me repercute que el teatro no se use para lo que está. Me parece que todos los lugares públicos, los teatros y los hospitales, tienen que cumplir con su función”, aduce Galazzi. Chaud sostiene que “estoy tratando de comprender la situación en toda su complejidad. Lo que más me preocupa es que tengan que llegar a alquilar el teatro para un evento privado y ésa sea la manera de financiarlo”.

Galazzi y Chaud tampoco saben mucho sobre las compras realizadas con el dinero. “A lo mejor se usó para el teatro y vino bien. Pero si se arma como práctica, a la larga no sabremos si puede haber más eventos que programación. Es preciso que el tema se difunda”, desliza Galazzi. “Cuando me enteré de que los fondos se usarían para la Fundación no me pareció mal. El problema es anterior. Lo que necesitamos es que haya más presupuesto el año que viene. Al teatro le bajaron el presupuesto el año pasado y, aun así, sigue apostando a la programación”, aclara Chaud.

“La culpa es del Gobierno de la Ciudad: es una iniciativa que no puede tomar nadie de adentro del teatro”, se queja Galazzi. “A nadie le gusta esto”, subraya la directora. ¿Piensan tomar una medida, se acercaron a las autoridades a plantearlo? “La verdad es que no me acerqué a pedir explicaciones”, reconoce Chaud. “Creo que todo el mundo se quedó esperando si había una movida. No estamos armados para nada. En el teatro se hablaba de que Kive Staiff se iba, que no, se iba a despedir gente, después no... Nadie sabe cómo articular la protesta”, remarca Galazzi. “No soy una especialista ni estoy tan metida, pero no hay una política cultural clara en la Ciudad”, concluye.

Entrevistas: María Daniela Yaccar.