17:11 › CAUSA POR CROMAñóN

Un médico forense comparó muertes en el boliche con las matanzas en cámaras de gas de los nazis

El prestigioso médico forense Osvaldo Raffo aseguró hoy que el ácido cianhídrico que desprendió el techo de Cromañón fue "rápido y mortal" y comparó lo sucedido en el boliche con las matanzas en cámaras de gas cometidas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

El ex integrante del Cuerpo Médico Forense, que realizó cerca de 15 mil autopsias en su carrera, declaró hoy como testigo en el juicio oral que se sigue por el siniestro que el 30 de diciembre de 2004 provocó 194 muertes.

Convocado para explicar cómo se produjo el deceso de los asistentes al recital que esa noche daba el grupo Callejeros, Raffo afirmó que "todos se murieron del síndrome lesivo por inhalación de humo" y destacó que "nadie falleció quemado o por politraumatismos".

Tras señalar que la tragedia fue similar a la de la AMIA o la del accidente del avión de LAPA, Raffo sostuvo que uno de los factores que contribuyó para provocar este síndrome fue que el lugar era "totalmente cerrado".

Luego del incendio en el techo, provocado por un elemento de pirotecnia que quemó la espuma de poliuretano, el médico dijo que a la gente se le comenzó a tapizar toda la mucosa bronquial por el humo, lo cual impedía el ingreso de oxígeno.

Raffo explicó que los gases tóxicos que se desprendieron fueron monóxido de carbono y ácido cianhídrico (cianuro): del primero afirmó que tiene "características traidoras, porque no tiene olor ni color" y que llevó a los asistentes al recital a sufrir falta de fuerza muscular que les impedía caminar hasta convulsiones y finalmente la muerte.

Sobre el ácido cianhídrico, más letal, sostuvo que "es seguro para matar, rápido y mortal" y que cuando "a alguien le dan cianuro se muere en cinco minutos".

"Es un veneno que mata con mucha rapidez porque ataca a la célula misma y se absorbe tanto por la respiración como por la piel. Recordemos que a las personas que estaban en las cámaras de gas se las desnudaba y se les daba un baño caliente para que causara más efecto", ejemplificó Raffo.

El día de la tragedia de Cromañón, la mayoría de los asistentes al recital estaba con el torso desnudo porque en el lugar hacía mucho calor debido a la temperatura exterior, cercana a los 30 grados, y a la gran cantidad de público, alrededor de 3000 personas. "Cuanto más respiraban, más se cansaban y se intoxicaban", destacó el médico.

Raffo dijo que el 80 por ciento de las muertes durante incendios en el mundo se produce por este síndrome y que "puede matar en el momento o en 18 horas", según el tiempo de exposición a los gases.

Al respecto, mencionó la figura del "retornante", en alusión a las personas que pudieron salir rápidamente de Cromañón, estaban bien, volvieron a entrar para sacar a familiares o amigos y luego murieron.

También dijo que en las personas que tenían enfermedades preexistentes como anemia o asma, "el daño se triplicó".

Consultado por las partes sobre qué cuestiones se pueden advertir en las autopsias, Raffo remarcó que "no se puede saber si alguien murió en el local o en la vereda", lo cual contradice la versión del principal imputado, Omar Chabán, respecto de que adentro del boliche "sólo murieron 22 personas".

También aseguró que no se puede saber qué antídotos se le aplicaron a las víctimas, pero que lo más importante era darles oxígeno, el cual era útil tanto para los intoxicados por monóxido de carbono como por cianuro porque ambos provocan asfixia.

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