En Dibujados no se cuentan entradas vendidas. Lo más parecido a eso es la pila de donaciones (alimentos no perecederos, sobre todo) que sus organizadores piden al público para enviar al Chaco. A falta de números rigurosos, hay una suerte de “sensación térmica”, que no es más que la temperatura que levantan cientos de cuerpos comprando fanzines e historieta autogestiva en el galpón del teatro El Mandril (Humberto Primo 2758), su casa desde hace varios años. La nueva edición (la decimoctava ya) se celebrará este domingo y lunes a partir del mediodía. Habrá, como de costumbre, presentaciones de libros, talleres, charlas y casi un centenar de stands. Pero sobre todo, habrá un fervor por la historieta under muy difícil de dimensionar, salvo que se transpire –literalmente– la camiseta visitándolo. “Es un ambiente familiero y de algarabía”, describen desde la organización.

“Creo que va a ser uno de los más convocantes de los últimos que hicimos”, anticipa Mauro Serafini, más conocido como “El Bruno”, su nombre artístico. El autor de Escuela de monstruos organiza el encuentro con una banda de colegas y amigos desde hace casi una década. Desde esa experiencia señala el boca en boca y el run run de las redes sociales, que esta vuelta es más alto que de costumbre. También hay datos fácticos innegables: las editoriales más armadas festejan “previas” al evento y muchos organizan su calendario con las fechas de Dibujados en mente. “Vamos a tener varias presentaciones de libros porque muchos arman su año alrededor de Dibujados”, destaca. Además, es la última cita fuerte del año: 2018 no hubo ni Viñetas Sueltas ni Comicópolis en Buenos Aires.

“Este espacio es re necesario, lo demuestra la mayor convocatoria que tenemos, evento a evento”, analiza Serafini. La convocatoria siempre genera adrenalina: se lanza un domingo al mediodía y, menos de cinco minutos después, ya hay más de 250 solicitudes de stands en el correo de la organización. No alcanza ni con las dos ediciones al año que se realizan. “Son necesarios eventos parecidos, porque es mucha la demanda y la oferta”, analiza el historietista. Serafini aplaude la aparición de otros ciclos, también pensados desde los propios artistas. “Surgieron cosas lindas como el Festival Aluzine o el Arteria que si se mantienen en el tiempo van a ser movidas muy importantes”, evalúa.

¿Qué distinguirá la edición de este año? El Bruno anticipa el lanzamiento de los Premios Dibujados, que reconocerá a los mejores fanzines, un sector postergado en los galardones nacionales. Los propios creadores podrán postularse durante el evento y los ganadores se anunciarán en la primera edición de 2019. Porque 18 ediciones del evento lo demuestran: con o sin crisis, hay dibujantes para rato.