Parecía simple, un trámite en el que Boca apenas debía aguantar la ventaja inicial, dejar pasar los 34 minutos pendientes de aquel partido de la séptima fecha frente a Racing, que ganaba con gol de Jonathan Calleri y que debió suspenderse porque el campo de juego de la Bombonera estaba tan anegado que no corría la pelota y los jugadores chapoteaban y se chocaban entre sí. Aunque ayer también llovió, pero menos, no fue así. Para nada. Con una gran actuación de Diego Milito y dos goles de Gustavo Bou, el equipo de Diego Cocca terminó dando vuelta el resultado para llevarse un triunfo clave por 2-1.

La imagen final que entregó Boca en este mini partido que se jugó en dos tiempos de 17 minutos fue de pura impotencia: con cuatro delanteros en la cancha no hizo otra cosa que tirar centros al montón, que no llegaban claros a destino, como sí lo habían hecho los centros enviados por los volantes de Racing, en los que Bou terminó facturando los dos goles de la victoria. Leandro Grimi, a los 5 minutos, sacó el primer envío en el que Milito bajó la pelota para que el ex River anotara el 1-1 con un remate rasante sobre el palo derecho de Agustín Orion, y diez minutos más tarde, fue Marcos Acuña quien sacó el envío desde la franja derecha para que Bou, ingresando entre los flojos centrales boquenses, cabeceara sin oposición frente a Orion, que nuevamente no tuvo respuesta.

El 2-1 actuó como un mazazo para los dirigidos por Rodolfo Arruabarrena, que buscó reacción con los ingresos de Juan Manuel Martínez, Emanuel Gigliotti y José Fuenzalida, pero lejos de mejorar empeoró lo poco que había insinuado en la primera mitad, en la que Andrés Chávez había incluso estado cerca de ampliar la ventaja inicial.

La delegación de Racing fue testigo de la reacción de un grupito de plateístas boquenses que los invitaban a pelear, de pura rabia.