EL MUNDO › AL MENOS DOCE MUERTOS EN LA BATALLA POR UN MORRO EN RIO

Guerra de narcos en la favela

En plena noche, un centenar de narcos se infiltraron en el Morro dos Macacos. Con dos muertos propios y uno de sus helicópteros en llamas, el cuerpo de élite carioca se retiró, llevando consigo los cuerpos de sus víctimas.

Una guerra abierta de más de diez horas entre narcotraficantes en una favela de Río de Janeiro causó ayer al menos dos muertos. Empezó a la madrugada y para el mediodía lo único que quedaba eran columnas de humo, llantos de los vecinos y un helicóptero de la policía brasileña en llamas. La secuencia fue digna de la pantalla grande. En plena noche, un centenar de narcos de una favela vecina se infiltraron entre las callecitas del Morro dos Macacos para sorprender a los dueños de la favela. No se sabe quién vio a quién primero, o quién disparó primero, pero el resultado fueron una mañana entera de disparos, sangre y terror. Para cuando amaneció, la policía ya rodeaba el morro e intentaba recuperar el control de la situación. La operación no fue un éxito. Con dos muertos propios y uno de sus helicópteros en llamas, el cuerpo de élite carioca se retiró, llevando consigo los cuerpos de las víctimas y apenas un par de detenidos. La rivalidad entre comandos cariocas por los puntos de venta de droga no es nueva para los habitantes de las favelas de la zona norte, pero con el avance tecnológico de las armas y el creciente poder adquisitivo de los traficantes, está empezando a parecerse a una guerra. “Es una guerra civil, vivo aquí hace 20 años y nunca vi algo igual. Había armas pesadas. No podemos entrar a la favela”, relató Rafael Lyra, una vez que el tiroteo había terminado. La favela Morro dos Macacos está controlada por el grupo criminal Amigos de los Amigos, pero hace tiempo que está asediada por algunos comandos narcos vecinos.

Según informó la policía carioca, alrededor de cien miembros del Comando Vermelho de la gigantesca favela Complejo do Alemao ingresaron al morro pasada la medianoche, a través de otra de las favelas que controlan el vecino Morro São João. “Un grupo de narcotraficantes se reunió en la noche del viernes y planeó la invasión al Morro dos Macacos”, contó, sin dar demasiados detalles, el jefe del Primer Comando de Patrullaje del Area, coronel Marcos Jardim.

Estaban en plena batalla campal cuando el cuerpo de élite de la Policía Militar comenzó a aparecer y subir al morro. Unos 150 oficiales fueron ocupando zonas claves de la favela hasta que el comando invasor ordenó la retirada y, entonces, la guerra se desató entre los dueños locales y la policía. Según informó más tarde Jardim, durante la breve ocupación policial, mataron a siete supuestos traficantes y encontraron los cadáveres de otros tres narcos dentro de un auto.

Pero los narcos también se anotaron una pequeña victoria. En medio del tiroteo, lograron acertarle a la hélice de uno de los helicópteros de la policía. El piloto tuvo que hacer un aterrizaje forzoso en una cancha de fútbol cercana a la favela, en el barrio Vila Isabel, pero en la caída el helicóptero explotó y dos de los cuatro tripulantes fallecieron. Los otros dos resultaron heridos, uno de ellos aún continúa grave en terapia intensiva.

Al mismo tiempo que el helicóptero se consumía, lejos, en el fondo, se veían varias columnas de humo sobre las otras favelas del norte de Río. En una acción típica para repudiar la presencia policial en los conflictos entre comandos narcos, los traficantes de las otras favelas habían secuestrado un camión y al menos una decena de colectivos, y los habían prendido fuego. Dentro de las favelas o en los barrios de clase media baja perimetrales, los narcos suelen subir armados a los colectivos, obligan a las personas a bajar y luego los queman para enviar un mensaje claro a las autoridades y la sociedad carioca.

Ese tipo de ataques, sumados a madrugadas enteras de tiroteos y abusos policiales, también provocan una reacción violenta entre los vecinos que quedan atrapados en el medio. Luego de la mañana de terror de ayer, los habitantes de la favela y de los barrios de clase media ubicados en los alrededores del morro cortaron la calle Visconde de Santa Isabel y lanzaron piedras contra patrullas y la comisaría de la zona. La bronca era contra los narcos, pero también contra la policía,cc que tardó casi siete horas en llegar.

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Un helicóptero de la policía carioca sobrevuela a la nave derribada en el morro.
Imagen: EFE
 
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