Con la mirada puesta en la reunión del G-8 que comienza hoy,la canciller alemana, Angela Merkel, no descuida la pelea electoral de cara a las elecciones del 2013. Por eso, tres días después de la derrota de su partido en las elecciones regionales, anunció la destitución del ministro y candidato, Norbert Rottgen.

De la mano del funcionario, el partido de Merkel no sólo perdió su lugar como primera fuerza política de Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado del país con 18 millones de habitantes, sino que también hundió a la Unión Cristianodemócrata (CDU) a un 26,3 por ciento de votos frente al 34,6 por ciento de los comicios anteriores. Tras informar el cese, Merkel anunció seguidamente que la cartera de Medio Ambiente será ocupada por Peter Altmaier, hasta ahora secretario de Organización de la CDU en la Cámara baja del Parlamento.

“He hablado con el presidente federal y le he pedido que libere a Norbert Rottgen de sus funciones como ministro de Medio Ambiente”, manifestó Merkel en una breve intervención ante las cámaras de televisión en la Cancillería, sin mencionar las elecciones regionales y argumentando que el cese de Rottgen respondía a un nuevo programa de desarrollo energético que impulsa el gobierno en la actual Legislatura. Además, la canciller le agradeció al joven político, una de las figuras más cuidadas del gabinete y que era visto como su potencial sucesor, su trabajo al frente de uno de los ministerio más importantes en Alemania.

Durante la campaña, el entonces ministro había vinculado el resultado de esos comicios con la estabilidad del gobierno de Merkel. Después de conocerse los sondeos de las urnas en los colegios electorales y sin esperar a las primeras proyecciones de los votos oficiales, renunció a la presidencia de la CDU y días después fue destituido de su cargo de ministro. La derrota, que llevó al partido de Merkel al peor resultado histórico del partido en ese estado, fue el segundo mal trago electoral del mes para Merkel, que ya había perdido en las elecciones del “Land” de Schleswig-Holstein, donde también se notó el avance de los socialdemócratas. El desenlace de la contienda se interpretó como una muestra del descontento de los alemanes con su gestión económica basada en la austeridad, un malestar que también se reflejó en comicios en otros países europeos que aplicaron, instados por Berlín, esta receta contra la crisis de la Eurozona.

“Angela Merkel está cada vez más sola”, analizó desde la oposición Thomas Oppermann, líder parlamentario socialdemócrata. Al deshacerse de Rottgen, Merkel pierde también el nexo directo entre su partido y el partido ecologista de los Verdes, un posible socio que podría ser clave para formar gobierno tras las elecciones generales del año próximo. Renate Künast y Jürgen Trittin, referentes del Partido Verde, consideraron que la destitución muestra que el país ya no puede esperar nada del gobierno y calificaron como un mal chiste la designación de Altmaier. La decisión tomada por la canciller tampoco contó con el respaldo de todos los miembros de su partido.

Otros analistas destacaron que Rottgen se suma a una larga lista de jóvenes promesas de la CDU que vieron truncada su carrera antes de lo previsto. El caso más resonante fue el de Karl-Theodorzu Guttenberg, popular ministro de Defensa forzado a renunciar el año pasado cuando se descubrió un plagio en su tesis doctoral.