EL PAíS › EL DEBATE SOBRE SI LOS ESCRACHES Y LAS CRITICAS A ISRAEL ESCONDEN O NO UN AVANCE DEL ANTISEMITISMO

Cortinas de humo o un fenómeno insidioso

Dos posiciones bien definidas sobre los incidentes del lunes ante la AMIA y el hotel Intercontinental.

Leopoldo Schiffrin: “Estoy dolido por estas manifestaciones. Obviamente no comparto la invasión a Gaza y las acciones del ejército israelí, pero por otro lado yo adhiero profundamente a mi pueblo y al Estado que lo representa, por eso no puedo entender ciertas expresiones atravesadas de intolerancia y antisemitismo que hablan de destruir a Israel. Superponen la crítica a un gobierno con el derecho legítimo de un pueblo a tener su Estado. Por eso en ciertas manifestaciones se percibe un profundo antisionismo que tiene mucho que ver con antisemitismo. Aunque existen muchas expresiones moderadas y coherentes, otras están por la supresión del Estado judío, en el que tantos parientes queridos y amigos viven y se sacrifican. Realmente es un tema que me causa mucho dolor. Es una situación muy compleja, pero uno siempre vive en la esperanza de los milenios, como dice el Hatikva, el himno del pueblo hebreo, y creo en la llegada de un momento que no tiene que ser lejano en el que coexistan judíos y palestinos. Para que esto suceda ambos pueblos deben sacarse los prejuicios de un lado y del otro. Es imposible la pretensión de un gran estado expansionista de Israel que abarque el territorio del Israel antiguo, igual que lo que sostienen los palestinos más radicalizados que buscan abolir a Israel. Mientras estas opiniones persistan, no llegará la paz”. Juez de la Cámara Federal de la Plata.

Alejandro Rofman: “Creo que lo del antisemitismo no es una expresión generalizada y colectiva de la sociedad ni mucho menos. Es la expresión de sectores marginales que aprovechan y distorsionan el rechazo que el proceso de Gaza ha producido en gran parte de la sociedad argentina. Esto no quiere decir que uno no pueda legítimamente criticar la forma en que actuó el ejército de Israel en su ofensiva, pero hay algunos que se excusan de esa manera para desatar improperios, escraches que no se compadecen con el clima de tolerancia, de aceptación, en suma, con las ideas y enfoques distintos que deben existir en un país democrático como el nuestro. Se renuevan prejuicios y se emite un juicio desmesurado que se debe rechazar. La invasión a Gaza es un hecho que ha sido rechazado masivamente como desmedido, desproporcionado y carente de principios de resguardo de la vida humana. No se ha pronunciado una voz seria en el mundo que haya aceptado lo que hizo Israel, pero eso no puede ser un motivo para desatar expresiones francamente antisemitas. A los que se manifestaron en la calle yo no los considero de izquierda, muchos han acompañado a la sociedad rural en la edad dorada de la soja, de ningún modo los identifico con los ideales progresivos que históricamente acompañaron a las experiencias de izquierda. Tampoco son marxistas como dicen, porque si no no harían el análisis que hacen, carecen de moral y ética para hablar en nombre de la tradición de izquierda”. Economista y miembro de Convergencia por un judaísmo pluralista y humanista.

Alfred Bauen: “Para mí la cuestión está más que clara: el supuesto brote de antisemitismo es una fechoría tremenda. Las críticas son claramente contra la actitud del Estado de Israel, no tienen nada que ver con el antisemitismo, que tiene que ver una condición de intolerancia étnica-racial. Me parece una verdadera extorsión denominar como antisemita al cuestionamiento a la masacre que lleva adelante Israel en Palestina. Más, hoy en día, ante la convicción de que el antisemitismo es una barbaridad luego del derrumbe del Tercer Reich. De esa manera, tratan de confundir a mucha gente ubicando en el centro de la discusión a un ficticio antisemitismo y así obtienen que se siga hablando de un genocidio que no se puede justificar. Yo huí con mi familia de Alemania y Austria por el nazismo, de modo que sé lo que es el antisemitismo. Si en Argentina hay antisemitas, son una voz absolutamente aislada. El verdadero antisemita está completamente marginado en la sociedad argentina a diferencia del judío, que está plenamente integrado. Por eso las autoridades de las instituciones de la comunidad abusan del justo reproche que la opinión pública tiene contra el antisemitismo. Israel, como cualquier Estado, tiene derecho a la existencia pero ya hace casi 60 años que debería existir el Estado de Palestina y eso no ocurre. Así que como están dadas las condiciones, la existencia de Israel no está cuestionada, la de Palestina sí.” Escritor y médico, llegó a la Argentina en febrero de 1939.

Christian Castillo: “Estamos en presencia del clásico artilugio de montar una cortina de humo para correr la agenda de la discusión y que no se hable más de los brutales crímenes de lesa humanidad cometidos por Israel en Gaza. Estas acciones de barbarie, realizadas con el apoyo del imperialismo estadounidense, motivaron el repudio de millones en todo el mundo. La operación mediática actual expresa que la acción realizada por Israel es tan indefendible que quienes la justifican no se atreven a hacerlo en voz alta. Por ello han debido recurrir a amalgamas de todo tipo inventando una inexistente campaña antisemita para que no se discuta más el tema, buscando abroquelar a la colectividad judía en nuestro país y contener las crecientes críticas al accionar del Estado de Israel, uno de los principales aliados que tuvo caído en desgracia Bush en su “guerra contra el terrorismo” y un adelantado en lo que hace a la legalización de la tortura, el encierro de miles de presos sin condena, es decir, en practicar el terrorismo de Estado. No resulta extraño que quienes hoy lanzan la infame acusación de antisemitas a partidos de izquierda sean los voceros de las mismas instituciones sionistas, como la DAIA y la OSA, cuyos dirigentes mantuvieron excelentes relaciones con la dictadura videlista, a la cual Israel vendía armamento y daba asesoramiento en la “lucha antisubversiva” mientras cientos de militantes de origen judío eran torturados y asesinados siendo parte de los 30.000 desaparecidos”. Dirigente nacional del Partido de los Trabajadores Socialistas.

Guillermo Oliveri: “Todo lo que podamos hacer desde nuestra tarea gubernamental y desde la responsabilidad que me cabe a mí como funcionario para contribuir a la paz, es lo que importa. Hay que ser cuidadosos porque este tipo de situaciones que se dieron generó nerviosismo y una lógica tensión en las comunidades judía y árabe e islámica. Lo que ha pasado en muchos lugares del mundo es que la crítica a la ofensiva del gobierno de Israel produjo que ciertos sectores, muy minoritarios y con visiones delirantes, al menos en Argentina, tuvieran una repercusión mayor de la que suelen tener. Sin embargo, ocupan una posición absolutamente apartada y aislada en la sociedad como para tener una influencia real. Por eso generalizar y pensar que hay un brote antisemita me parece exagerado, aunque no se puede perder de vista las expresiones de estos grupos marginales que estos días cobraron una notoriedad mediática llamativa. Hay que estar atentos, pero decir que en este momento hay una ola de expresiones antisemitas es, repito, exagerado. Por supuesto que, en caso de haber un aumento de expresiones de extrema intolerancia, el gobierno nacional está absolutamente preparado y en condiciones para actuar. Lo importante es hacer un aporte constructivo. Como lo hace el Gobierno en su postura en relación a Medio Oriente, sabiendo que la existencia de los dos estados es el horizonte que tarde o temprano debe primar. Con la certeza de que no hay otra salida que no sea la paz con un lugar para ambos pueblos”. Secretario de Culto de la Nación.

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El escrache al hotel Intercontinental, de la familia Elsztein.
Imagen: DyN
 
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