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Con 21 kilos menos, Jorge Macri reasumió en los hechos la conducción del PRO bonaerense, tras su abrupta salida del espacio, y consiguió la cabeza de lista de diputados provinciales por la tercera sección. “Quiero discutir con Alberto Balestrini sobre su proyecto para esa sección, que son eternas postergaciones”, asegura, en diálogo con Página/12.

–¿Coincide con su primo en que se terminó el ciclo K?

–Para mí, el ciclo kirchnerista ya terminó. Tiene la inercia de la caída. Pero Cristina va a llegar al 2011 porque desde la oposición la vamos a ayudar y no porque todos lo que están con ella quieran. No los vamos a dejar irse, porque se tienen que hacer cargo de lo que han hecho.

–¿Unión-PRO es una alianza a plazo fijo?

–No. Seguimos con Francisco, pese a las diferencias y los tironeos.

–De Narváez asegura que no necesariamente lo apoyará a Macri como candidato a presidente. Incluso mencionó a Das Neves o Reutemann...

–Yo hubiera preferido que diga que su candidato es Mauricio Macri. Pero lo entiendo: Mauricio tampoco definió cuál será su candidato a gobernador.

–¿Gabriela Michetti va a ir a la provincia?

–Sí, sobre todo porque queremos soluciones para la provincia y la ciudad, donde los problemas son los mismos.

–Desde el Acuerdo Cívico plantean que ellos son una fuerza nacional y que ustedes están limitados a esos dos distritos.

–Tienen más despliegue porque están muy montados sobre una UCR que esconde su fracaso de la Alianza detrás del cartel del Acuerdo.

–¿En los spots estarán Macri y Solá? Porque sólo se lo ve a De Narváez...

–Principalmente, van a aparecer Francisco y Mauricio. Va a haber algún spot de Felipe.

–¿Por qué De Narváez vetó a Sarghini, Brown y Mércuri?

–No hubo un veto. Hubo discusiones de cuál tiene que ser el perfil de la lista que queremos. A Sarghini no se lo vetó, sino que se le ofreció un lugar que él consideró que no era razonable y se retiró como un caballero.

–Michetti habló de “candidatos no representativos”, en alusión a los duhaldistas...

–No sé. Hay algunos que no están y me gustaría que estén.

–... pero el yerno de Duhalde lo acompaña a usted en la lista.

–Fue una discusión de espacios y de perfiles. No de historias políticas. Todos traen su historia, sus pertenencias anteriores. Queríamos un equilibro de renovación y experiencia. Las listas reflejan eso.

–Entonces, ¿no le incomoda ir en la lista con duhaldistas?

–No. Estoy cómodo con las listas que se acordaron.

–¿Cómo ve que Solá haya puesto y sacado a su novia?

–Felipe tuvo una buena actitud al priorizar una coherencia con una postura que tuvo en el pasado.

–Pero, si tenía esa postura, ¿para qué la candidateó?

–Los cierres de lista tienen un momento de mucha adrenalina y de lucha por los espacios. A veces prioriza esto sobre algunos valores. Creo que luego tomó distancia y tomó la decisión madura de retirar a su mujer.

–Su salida de la conducción de PRO estuvo cubierta de versiones. ¿Por qué se fue realmente?

–Hubo una decisión hablada con Mauricio de bajar un poco las revoluciones por consejo de mis médicos. Hubo demasiadas versiones y pocas realidades.

–Se habló de un video y usted dijo que lo extorsionaron. ¿Quién fue?

–Si lo supiera... Hubo anónimos, llamadas, amenazas. Hay denuncias mías en dos juzgados de La Matanza. Sobre todo, hubo mucha miseria de algunos actores del espacio que intentaron posicionarse de manera personal. Pequeñeces habituales.

–¿Qué opina de las llamadas al supuesto traficante de efedrina que salieron de un celular a nombre de De Narváez?

–De una empresa de Francisco. El se puso a disposición de la Justicia. Mi lectura es que el kirchnerismo está en su techo de intención de voto y nosotros, no. La única chance de Kirchner de no perder la elección es lograr que nosotros bajemos. El nombre está en la causa antes de la campaña, pero que salga en este momento es una decisión del kirchnerismo.

–Pero, ¿cómo se explica que del teléfono de un casero de De Narváez se haya llamado a este presunto narcotraficante?

–No. No sé de qué hablaron. Si hablaban del partido del domingo... Eso lo tiene que determinar la Justicia.