Sábado, 8 de enero de 2011 | Hoy
EL PAíS › EL VICEPRESIDENTE QUEDó DESCOLOCADO LUEGO DE LA CONVOCATORIA DEL RADICALISMO PARA ABRIL
Los dirigentes más cercanos al vicepresidente temen una sangría de apoyos si no participan de la interna entre Alfonsín y Sanz. Por eso, Cobos ordenó impugnar judicialmente esa convocatoria. Mientras tanto, sigue de vacaciones.
Por Sebastian Abrevaya
La interna entre Ricardo Alfonsín y Ernesto Sanz, anunciada anteayer por la cúpula de la UCR, dejó a Julio Cobos en una encrucijada que podría expulsarlo definitivamente de la carrera presidencial. Los dirigentes más cercanos a Cleto reconocieron ante Página/12 que si él no participa de la elección prevista para abril, “un 80 por ciento de los dirigentes se van con Sanz”. Esta situación disparó un fuerte debate sobre los caminos a seguir y hasta trascendió cierto malestar cobista con la actitud pasiva de su líder: Cobos sigue de vacaciones en Brasil, apagó su celular y el 10 de enero, una vez en Argentina, se tomará una semana de reclusión en Mendoza antes de reunir a su tropa para resolver qué hacer. Según pudo saber este diario, en los despachos del vicepresidente están redactando un pedido de impugnación para frenar judicialmente la interna partidaria.
La aparición de Sanz como candidato y el acuerdo con los dirigentes del alfonsinista Movimiento de Renovación Nacional (Morena) para concretar a mediados de abril o principios de mayo una elección que defina el candidato radical se convirtió en una enorme presión para el vicepresidente. Distintas fuentes del cobismo coincidieron en denunciar que se trata una maniobra armada por Sanz y el Morena para sacar al vice del centro de la escena política. “Saben que a Sanz lo pasa por arriba y que a Alfonsín, incluso hoy, le costaría muchísimo ganarle a Julio una interna abierta”, esgrime uno de sus hombres más cercanos.
Hasta el momento, la única decisión que tomó Cobos es mandar a redactar la impugnación para frenar la interna. El argumento principal es que una elección previa de la UCR va en contra de la ley de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias sancionada el año pasado, que establece esa instancia como único mecanismo de selección formal de candidatos. Ese es el caballito de batalla del cobista mendocino Juan Carlos Jaliff (uno de los pocos que habló con Cobos en el exterior) y del intendente de Junín, Mario Meoni. “Voy a hacer todo lo posible para que se hagan las presentaciones en la Justicia. No voy a tolerar que al radicalismo lo sigan haciendo pedazos”, expresó ayer Meoni a este diario.
El rosario de críticas, tanto al Morena como a Sanz, empieza con cuestionamientos al dinero que implicaría realizar la interna, la falta de padrones aportados por la Justicia Electoral y la posibilidad de que el kirchnerismo “meta la cola” a favor del candidato opositor a Cobos. Otro cuestionamiento es que la elección sólo servirá para cargos presidenciales, mientras que a nivel provincial y local los cargos deberán resolverse el 14 de agosto.
En ese contexto, en otros despachos del cobismo advierten que la estrategia de judicializar el conflicto no llegará a buen puerto. Saben que la interna previa impulsada por la UCR no le impide a Cobos (ni a ningún otro afiliado) que se presente en las primarias. Anticipan que la respuesta judicial será salomónica, no impediría la elección radical, pero podría embarrar la cancha y serviría para ganar tiempo.
“Preparar la impugnación judicial es una aberración política”, se sincera un cobista del entorno íntimo del vicepresidente. “¿Cómo nos va a ver la gente si no somos capaces de resolver los problemas entre nosotros y tenemos que recurrir a la Justicia para definir un candidato?”, pregunta el mismo dirigente.
El escenario de incertidumbre dentro del cobismo es capitalizado mayoritariamente por Sanz. Uno de los ejemplos más contundentes se produciría en Córdoba. Dirigentes de peso como el diputado Oscar Aguad y el senador Ramón Mestre se verían obligados a participar en la interna de abril aun si el vice no lo hace. Inevitablemente recalarían detrás de Sanz. Ese proceso ya comenzó en la provincia de Buenos Aires, donde el presidente del Comité Nacional protagonizó un acto con los ex dirigentes cobistas Walter Santalla, Roberto Filpo y Héctor “Cachi” Gutiérrez, entre otros.
En medio de la convulsión, el vicepresidente tiene previsto retomar la actividad pública el 17 de enero, en un acto de homenaje a Arturo Illia. Por esa fecha se reunirá con su tropa y volverá a conversar con el alfonsinista Angel Rozas, quien asumirá al frente del partido cuando Sanz pida licencia, el 24 de enero.
Ayer, Rozas sostuvo que desea la participación de Cobos en la elección de abril. “Queremos que todos los radicales se sientan adentro, no podemos darnos el lujo de que queden afuera, no nos sobran votos, al contrario, nos faltan”. En el cobismo lo vivieron como una chicana para después señalar una nueva “traición” del vicepresidente al radicalismo.
“Si seguimos así, el domingo de Pascuas en vez de hacer la elección interna, vamos a estar en la iglesia pero rezando para ver si resucitamos al radicalismo”, concluyó un irónico operador cobista.
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