DEPORTES › FUTBOL A LOS 73 AñOS, MURIó ROBERTO PERFUMO, AUTéNTICA LEYENDA DEL FúTBOL ARGENTINO

Mariscal del fútbol y de la vida

Idolo de Racing, tras obtener la Copa Libertadores y la Intercontinental con el “equipo de José”, también brilló en el River de Labruna que terminó con la sequía de 18 años sin títulos. Fue secretario de Deporte de Néstor Kirchner y se lució también como periodista.

 Por Miguel Hein

Murió Roberto Perfumo. El fútbol argentino llora a uno de sus defensores más representativos. El Mariscal (así bautizado por José María Muñoz), que brilló en Racing, River y Cruzeiro de Brasil, además de haber disputado los mundiales de 1966 y 1974 con la Selección, falleció a los 73 años, luego de haber sufrido un accidente cerebrovascular seguido de una fractura de cráneo en la madrugada de ayer.

Zaguero excepcional, Perfumo nació en Sarandí, provincia de Buenos Aires, el 3 de octubre de 1942. “Cuando tenía 9 años mi vida era juntar el álbum de figuritas con los jugadores de Racing. Después empecé a ir a verlos de muy chico, porque en esa época los chicos entraban gratis al estadio”, contó alguna vez.

Su debut en Primera se produjo en Racing en 1964, con 21 años. Sin embargo, hasta la quinta división su formación había transcurrido en River, que lo dejó en libertad de acción. Fue en ese 1964 cuando, junto a los integrantes del seleccionado juvenil de Argentina se salvó milagrosamente en la final jugada en Lima. “Pensé que nos mataban a todos”, confió en una entrevista cuarenta años después. Recordó al hincha que entró con un vidrio para matar al árbitro que había anulado un gol del empate del peruano Lobatón, las muertes en las tribunas por la represión policial y las puertas cerradas: “Nos metimos en un baño y sacaban a los pibes muertos”.

En la Academia disputó 232 partidos y anotó 14 goles. Se volvió uno de los ídolos máximos del club al ganar la Copa Libertadores de 1967 y la Copa Intercontinental de ese mismo año, con el inolvidable equipo de Juan José Pizzuti. “Fue el mejor equipo que integré, el equipo de José”, aseguró.

Su siguiente paso como profesional lo llevó a Brasil. En 1971 fue contratado por Cruzeiro. Como en toda su carrera, allá también obtuvo títulos, entre ellos los Campeonatos Mineiros de 1972, 1973 y 1974 y una Copa de Minas Gerais.

Su vuelta al país se dio en 1975. De la mano de River. Hacía dieciocho años que la entidad de Núñez no conseguía un campeonato y Angel Labruna lo trajo para dar solidez a la defensa que pondría fin a la sequía de títulos. El fue parte del River que consiguió los títulos de 1975, 1976 y 1977.

“Los mejores momentos los paso en la cancha. Yo vivía para el fútbol, me cuidaba en las dietas comiendo ensaladitas y no tomé una gota de alcohol ni fumé en 25 años”, afirmó cuando le llegó la hora del retiro, en 1978, a los 36 años.

Cuando dejó de trajinar los campos de juego optó por estudiar. Se recibió de psicólogo social. “El estudio me ayudó para comprender como entrenador las circunstancias de un plantel, la dinámica de los grupos, cómo nos comportamos cuando tenemos que trabajar en equipo todos en un mismo objetivo”, señaló. Su carrera como entrenador fue muy breve. Comenzó en 1981, en Sarmiento de Junín. Luego recaló sucesivamente en Racing y Olimpia de Paraguay. En el club guaraní obtuvo de manera invicta el Torneo República. En Argentina, su mayor conquista como entrenador fue con Gimnasia de La Plata, en donde ganó la Copa Centenario, un torneo organizado por los cien años de la Asociación del Fútbol Argentino y única conquista hasta el momento del club platense.

Sus conocimientos tanto como su hombría de bien le valieron la convocatoria de Néstor Kirchner para ser su primer secretario de Deportes, función que asumió en 2003 y dejó al año siguiente. “Fue un ciclo que se cumplió. La función pública es dura y difícil”, fue su escueta explicación al presentar la renuncia tras diez meses de gestión.

Desde entonces sus días transcurrieron como periodista deportivo, aunque él no se arrogaba ese título. “No soy un periodista, soy un futbolista que hace de periodista. Cuando vienen los jugadores al programa les pregunto cosas desde ese lugar, como una charla de bar”, explicaba. Tan bien lo hacía que no había medio que no lo quisiera integrar a su staff. Comentarista de Fútbol para Todos, conductor de distintos programa (tal vez el más emblemático de todos el aún vigente Hablemos de fútbol, en Espn), actualmente había sumado un imperdible envío (Pasión Nacional) en la noche de Radio Nacional, junto a Horacio Pagani, donde entre tangos deleitaba con su profuso y rico anecdotario. También legó un par de libros muy recomendables: Hablemos de fútbol, en coautoría con Víctor Hugo Morales, recopilando una gran parte del programa que compartían en Espn, y Jugar al fútbol, su primer libro, en el que expone su enriquecedora visión del juego.

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Roberto Perfumo, con el micrófono de Fútbol para Todos.
 
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