ECONOMíA › LA DIRIGENCIA RURAL GUARDO SILENCIO Y BUSCA ABRIR CANALES DE NEGOCIACION

A meditar a cuarteles de invierno

Salvo Alfredo De Angeli, las cúpulas de las corporaciones agropecuarias se replegaron tras perder el apoyo de gobernadores y recibir las críticas de sus pares de otras cámaras empresarias. Dirigentes de segundas líneas buscaron retomar el diálogo.

 Por David Cufré y
Fernando Krakowiak

Alfredo De Angeli fue ayer el único de los referentes de la protesta de un sector del campo que apareció en escena. El resto guardó silencio y analizó en la intimidad cómo acomodar la estrategia para seguir la lucha, después de haber sufrido el primer revés importante desde que comenzó el lockout a mediados de marzo. Gobernadores, intendentes, dirigentes eclesiásticos y hasta medios de comunicación que hasta el momento habían respaldado cada una de las acciones de las entidades ruralistas empezaron a desmarcarse luego de su decisión de extender la medida de fuerza sin aceptar el convite tácito al diálogo que les hizo Cristina Fernández. La mejor prueba del impacto por la pérdida de apoyos es que segundas líneas de las corporaciones agropecuarias están buscando abrir canales de negociación con el Gobierno.

Dirigentes de Federación Agraria tuvieron contactos con allegados al Ejecutivo para empezar a discutir ideas que sirvan para acercar posiciones.

En Sociedad Rural se escucharon las quejas del vicepresidente y futuro sucesor de Luciano Miguens, Hugo Biolcati, porque él había propuesto suspender el lo-ckout. También en Coninagro habían planteado sus dudas de prolongar la medida de fuerza. Y ayer hasta algunos de Carbap, la principal de las federaciones de CRA, plantearon su discrepancia con la decisión adoptada, que les cargan a Eduardo Buzzi, presidente de Federación Agraria, y a De Angeli.

“¿Qué nos propuso el Gobierno para levantar el paro? No nos propusieron nada”, se defendió ayer el dirigente entrerriano, quien insistió en que “la única posibilidad de arreglar es si se cambia el sistema de retenciones móviles”. Aunque sus acciones cayeron, De Angeli se permitió una chicana. Dijo que si el Gobierno aceptara los pedidos de los ruralistas, Cristina Fernández podría ser invitada a encabezar el acto que las cuatro entidades convocan para el 25 de mayo en Rosario.

Más allá de la provocación, ayer los que se sintieron ganadores fueron los funcionarios del Gobierno. Alberto Fernández advirtió que “en este contexto de amenaza permanente” no existen chances de retomar las negociaciones. El Ejecutivo, que empezó la semana anterior preocupado porque los gobernadores de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Chaco y Entre Ríos habían aceptado sentarse a conversar con los ruralistas, ya sea por compartir su reclamo o por la presión de la protesta, ahora computa un resultado muy diferente. Finalmente, los únicos que recibieron a Miguens, Buzzi, Llambías y Gioino fueron Juan Schiaretti y Hermes Binner. Pero el santafesino ya en la reunión marcó diferencias con sus interlocutores, y el cordobés pasó de respaldarlos a cuestionar que sigan con el lockout.

Schiaretti insistió en que “los dirigentes rurales se equivocan en continuar con el paro”. Daniel Scioli, a su vez, sostuvo que están tirando demasiado de la cuerda. “Hay que llamarlos a la reflexión porque es un clamor popular”, afirmó.

Otro golpe para los ruralistas fueron las críticas de sus colegas de las demás cámaras patronales. Industriales, banqueros, operadores bursátiles, constructores y dirigentes del comercio firmaron una contundente solicitada reclamando el fin del lockout.

El presidente de la Unión Industrial, Juan Carlos Lascurain, recomendó ayer al campo “desapasionarse” y “sentarse a negociar”. “Quizá los industriales tenemos más experiencia en conflictos porque todos los años negociamos con los gremios, y sabemos que muchas veces hay que desapasionarse y resolver las discusiones. Hay que dejar las historias de lado para resolver los temas en el momento oportuno”, les recomendó. Lascurain consideró que “la señora presidenta hizo un llamado y dada la investidura presidencial y el gesto nos parecía razonable volver a negociar”.

Por su parte, el presidente de la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner, dijo que el lockout del campo “empieza a afectar a todos los sectores de la comunidad” y el titular de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi, sostuvo que “la Bolsa está triste” porque “es imprescindible un entendimiento de todos”.

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“¿Qué nos propuso el Gobierno para levantar el paro? No nos propusieron nada”, se defendió De Angeli.
Imagen: Bernardino Avila
 
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