El presidente colombiano presentó a su equipo de negociadores para hablar con las FARC.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, designó ayer al equipo que negociará la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El grupo está conformado por un general del ejército, otro de la policía, un dirigente empresarial y políticos expertos en seguridad y encabezado por el ex vicepresidente Humberto de la Calle.

Los nombres de los negociadores fueron dados a conocer un día después de que Santos confirmara que su gobierno y las FARC llegaron a un acuerdo para ponerle fin al conflicto armado que vive el país desde hace casi medio siglo. “El camino tiene muchos obstáculos, muchos enemigos, pero si trabajamos de forma decidida de parte y parte podemos lograr lo que buscamos”, manifestó Santos. “El país puede estar tranquilo de tenerlo al frente de las conversaciones”, dijo Santos sobre De la Calle. El presidente colombiano usó la presentación de los negociadores para agradecer a los gobiernos y organizaciones que enviaron mensajes de apoyo al proceso de paz, pero insistió en que será “una negociación directa entre dos partes”.

De la Calle fue vicepresidente entre 1994 y 1996, durante el gobierno de Ernesto Samper (1994-1998), y como ministro del Interior del presidente César Gaviria (1990-1994) cumplió un rol protagónico en el proceso de la Asamblea Nacional Constituyente que en 1991 redactó la actual Constitución colombiana. El designado participó en el fracasado proceso de paz entre la administración Gaviria y la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, de la que formaron parte tres grupos fundados en los ’60: las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL, ya desmovilizado). El equipo se completará con el empresario Luis Carlos Villegas, los generales retirados de la Policía Nacional y del ejército Oscar Naranjo y Jorge Mora, respectivamente, el ex ministro Frank Pearl y Sergio Jaramillo, próximo alto comisionado para la Paz. Los empresarios estarán representados en el equipo con Villegas, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios y del Consejo Gremial, mientras que las Fuerzas Armadas contarán con la vocería de los generales retirados Naranjo, hasta hace poco director de la Policía Nacional, y de Mora, comandante del ejército durante el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), quien protagonizó un proceso de diálogo con las FARC. Pearl, hasta el lunes pasado ministro de Ambiente, y Jaramillo, hasta ayer consejero de Santos en temas de seguridad nacional, son los únicos miembros de ese equipo que ya actuaron como representantes del gobierno en las aproximaciones con las FARC. Jaramillo será a partir de ahora alto comisionado para la Paz, cargo que había estado acéfalo desde el inicio del gobierno de Santos, en agosto de 2010.

La fase de acercamientos se realizó en Cuba entre febrero y agosto y culminó con la firma de un acuerdo marco, anunciado el martes por el gobierno y las FARC, por el que las partes se comprometieron a iniciar el 5 de octubre, en Oslo, negociaciones que se trasladarán después a La Habana. El gobierno y las FARC pactaron en el llamado Acuerdo General para la Terminación del Conflicto que las partes tendrán cinco negociadores principales y que otros cinco suplentes podrán asistir a las sesiones. El presidente dijo ayer que su hermano, el periodista Enrique Santos, estuvo en Cuba para dar confianza a la guerrilla, pero que prefirió pasar a la retaguardia en la segunda fase del proceso: las negociaciones formales. Los equipos podrán tener hasta 30 delegados, pero en la sala de sesiones solamente estarán diez representantes de cada parte.

La noticia repercutió en Colombia y en la región. El ex presidente de Colombia Ernesto Samper auguró ayer una salida “rápida y eficaz” al conflicto armado en su país, tras la puesta en marcha del proceso de paz con las FARC. Por su parte, Pastrana cuestionó que Mora integre la lista de negociadores del gobierno porque, destacó, cuando era comandante del ejército puso obstáculos al acuerdo de paz y expresó que teme que el general retirado pueda convertirse en “una piedra en el zapato” para las negociaciones. “Ojalá haya madurado porque tenemos que darle la oportunidad de la paz a Colombia”, dijo. Otro ex presidente colombiano, Alvaro Uribe, reiteró sus críticas a este nuevo intento de terminar con medio siglo de violencia en Colombia.

Mientras Cuba y Noruega continuarán como anfitriones y garantes del proceso, Venezuela y Chile ejercerán de acompañantes. En tanto, Argentina, México, Brasil, Guatemala y Francia sumaron su apoyo al diálogo entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC. El inminente proceso recibió, también, el respaldo del titular de la Conferencia Episcopal, monseñor Rubén Salazar. Asimismo, la Justicia comenzó a analizar la etapa que se abrirá a partir de la desmovilización de guerrilleros. “Estamos en condiciones para entregar despachos judiciales adicionales. La voluntad política del país debe estar dirigida a apoyar este proceso de paz, para lo cual se deben fortalecer los despachos judiciales en las zonas del país donde existe una fuerte presencia de las FARC”, señaló el titular de la Sala Administrativa del Consejo de la Judicatura, Néstor Correa.