En la misma jornada en que el gobierno colombiano manifestó su intención de avanzar en el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), murieron cuatro miembros de la organización. Entre las víctimas se encuentra el jefe de una célula que opera en el nordeste de Colombia.

Mientras se conocían los nombres del equipo designado para negociar la paz con las FARC, la Fuerza Aérea informó que el hecho sucedió en un bombardeo efectuado ayer en el departamento de Norte de Santander. La operación fue ejecutada por esa fuerza a partir de informaciones de inteligencia de la Policía Nacional, que ubicó un campamento de la Compañía Móvil Bari del frente 33 de las FARC en un sector rural del municipio de Hacarí, próximo a la frontera con Venezuela. Tras el ataque de los aviones militares se encontraron los cuerpos de cuatro guerrilleros, entre ellos alias “Danilo García”, el máximo jefe de esa célula, y su pareja. El jefe guerrillero, cuyo nombre verdadero es José Epimenio Molina, era pedido en extradición por Estados Unidos por cargos de narcotráfico y tenía en contra nueve órdenes de captura por terrorismo, rebelión, tráfico de drogas, homicidio y secuestro. Según lo informado por distintos medios de prensa, García era amigo cercano del máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, quien se mueve por sectores de la frontera con Venezuela, según los organismos de inteligencia.

El gobierno colombiano ofrecía una recompensa de 800 millones de pesos, cerca de 442 mil dólares, por informaciones que permitiesen capturar a García. El ejército informó ayer que en otra operación militar resultó muerta Yorleny Valencia, alias “Johanna”, quinta en la estructura de mando de la columna Teófilo Forero de las FARC, que opera en el sudoeste del país.

El gobierno y las FARC anunciaron ayer que a principios de octubre próximo comenzarán en Noruega un proceso de paz que luego se trasladará a Cuba. Las partes acordaron el inicio de las negociaciones sin un pacto previo de cese del fuego.