EL PAíS › ERNESTO SANZ BAJO SU POSTULACION Y DESPEJO EL CAMINO DE RICARDO ALFONSIN COMO CANDIDATO DE LA UCR

Otro opositor que se quedó en el camino

El senador mendocino dijo que su decisión busca fortalecer las chances electorales del radicalismo e insistió en que ese partido debe hacer un “acuerdo amplio” con otras fuerzas de la oposición. Su deserción se suma a las de Das Neves, Cobos y Solanas.

 Por Sebastian Abrevaya

El 11 de enero de 2011, Ernesto Sanz consideró que había suficiente agua para zambullirse a competir por la presidencia. Después de chapotear durante casi cinco meses, el senador reconoció ayer que la pileta de Ricardo Alfonsín está más llena que la suya y anunció que no competirá en las primarias del 14 de agosto. De esta manera, el hijo del ex presidente Raúl Alfonsín se consagró como único candidato de la UCR y uno de los pocos opositores que todavía quedan en pie luego de la declinación del peronista disidente Mario Das Neves, del vicepresidente Julio Cobos y del diputado Fernando “Pino” Solanas. Mientras Mauricio Macri sigue dubitativo sobre su situación, Sanz consideró ayer que el radicalismo incorporó su idea de encabezar un “acuerdo amplio” que incluya al peronista disidente Francisco de Narváez y al PRO, entre otros. Alfonsín, en cambio, no descartó eventuales acuerdos a nivel local, pero no a nivel nacional. El Partido Socialista y el GEN de Margarita Stolbizer ratificaron su rechazo a esa idea y pusieron en jaque la continuidad del todavía no constituido Frente Progresista.

“Ir con dos candidatos radicales a las elecciones primarias podría dar una oportunidad a quienes están buscando la reelección. Por eso, y teniendo en cuenta que Alfonsín es el referente partidario con más posibilidades, he decidido dejar de ser un competidor y permitir que él represente al conjunto del radicalismo”, explicó Sanz, quien el 29 de marzo pasado ya se había bajado de la interna radical.

La decisión de Sanz –quien una vez inscriptas las alianzas reasumirá la conducción del Comité Nacional– se terminó de pactar en un encuentro reservado que tuvo con Alfonsín el miércoles por la noche y del que participó brevemente Gerardo Morales, jefe del bloque en la Cámara alta. En los últimos días, Sanz se había reunido con Macri y con Gustavo Ferrari, emisario de Francisco de Narváez. En el PRO vivieron con tristeza, pero sin sorpresa la pérdida de un aliado estratégico dentro del radicalismo y señalaron que hubieran preferido a Sanz como candidato. Macri definirá la semana que viene su situación (ver aparte).

En la reunión con Alfonsín, el senador mendocino le reiteró lo que venía reclamando públicamente: que busque la unidad de toda la oposición para enfrentar a Cristina Fernández. La misma idea fogoneaba el vicepresidente Julio Cobos, antes y después de resignar su candidatura. “Durante meses he luchado para que la UCR no se encerrara en una alianza chiquita, sino que liderara una coalición amplia y fuerte. Más allá de algunos matices, advierto en los últimos días que el camino del acuerdo amplio es el que se quiere transitar”, argumentó Sanz en su comunicado. Lo cierto es que el mendocino resignó sus aspiraciones porque su candidatura nunca despertó el entusiasmo imaginado dentro o fuera del partido.

Uno de los dirigentes más cercanos a Alfonsín le aseguró a Página/12 que durante el encuentro el bonaerense no modificó su posición respecto de la política de alianzas: “Vamos a consolidar el Frente Progresista”. “Una eventual alianza con Unión-PRO para ganar las elecciones sería una manera de defraudar la expectativa de la sociedad que se ha generado en nosotros. No es que nosotros no querramos aliarnos con otros partidos porque haya personas que nos generen alguna antipatía. No se pueden unir quienes piensan de manera diferente”, aclaró Alfonsín para cortar con los rumores que recorrían los pasillos radicales.

En verdad, Alfonsín decidió dar un giro hace unas semanas, cuando empezó a visualizar que podría convertirse en el único candidato de la oposición. En ese contexto, juntó a su grupo de dirigentes en una quinta en Pilar, donde se decidió explorar un posible acuerdo con De Narváez para habilitarle al peronista disidente una lista de adhesión a su candidatura. Las conversaciones globales se iniciaron en el Congreso nacional entre los diputados peronistas Gustavo Ferrari y Alfredo Atanasof con el radical Ricardo Gil Lavedra. Fuentes del peronismo revelaron que existieron contactos a nivel local entre Atanasof y Carlos Pérez Gresia, secretario general de la UCR provincial, pero los radicales lo desmintieron. “Es muy probable que se termine dando esa posibilidad. Vamos a considerarla seriamente y evaluarla con el GEN y el socialismo”, aseguró de todos modos a este diario el titular del radicalismo bonaerense, Miguel Bazze.

Apenas tomó fuerza esa idea, Stolbizer reunió a su partido y amenazó con pegar el portazo si el radicalismo avanza en el acuerdo con De Narváez, ya sea una lista colectora o buscando una lista de unidad para enfrentar al gobernador Daniel Scioli. A su estilo, el gobernador socialista Hermes Binner –eventual compañero de fórmula de Alfonsín– coincidió con Stolbizer y le puso otro freno al radicalismo. Al conocerse la decisión de Sanz ayer y las palabras del candidato radical, ambos partidos reiteraron su posición (ver página 4).

“Ya cerramos definitivamente el frente interno, el próximo paso es consolidar el Frente Progresista con el GEN y el socialismo y el último es ampliar la base de sustentación para ganarle a CFK”, remata entusiasmado uno de los estrategas del alfonsinismo. El principal objetivo a partir de ahora es estructurar formalmente esa alianza y generar una discusión entre los socios sobre cómo sumar los votos suficientes para llegar al poder. En el camino, el alfonsinismo tiene una serie de obstáculos que empiezan por la situación de Binner, cuyo futuro político está sujeto a la suerte de Antonio Bonfatti, su delfín en la interna de Santa Fe. Además, deberán esperar la resolución de Macri y también de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, que en los últimos días desparramó críticas a Alfonsín y a Binner.

A partir de ahora, Sanz planea juntar a su tropa la próxima semana y conformar un espacio interno dentro del radicalismo. “No va a hacer lo mismo que hizo Cobos, que renunció y dejó a todos los suyos colgados”, afirmó un dirigente del entorno del mendocino. Por el momento, trabajará para la UCR “desde el llano” y después retomará la conducción del partido. Cerca de Sanz explican que lo hará después de la fecha de presentación de las alianzas para “facilitarle” la situación a Alfonsín, mientras que los alfonsinistas señalan ese dato como la muestra de que el bonaerense no claudicó en su estrategia de erigirse como el candidato de “centroizquierda”.

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Sanz y Alfonsín no se enfrentaron en la interna radical y tampoco lo harán ya en las primarias abiertas del próximo 14 de agosto.
Imagen: Pablo Piovano
 
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