SOCIEDAD › LA DESAPARICION DE LA ESTUDIANTE FLORENCIA PENACCHI EN 2005

Los cinco años de misterio

Su madre y su hermano pedirán que no se cierre la investigación, que no tuvo el menor avance. La mujer se esfumó el 17 de marzo de hace cinco años y no se pudo averiguar qué le pasó ni qué fue de ella.

A cinco años de la desaparición en Buenos Aires de la estudiante neuquina Florencia Penacchi, su madre afirmó ayer que la familia no tiene “nada que indique qué pudo haber ocurrido” con la joven de 24 años. “No tenemos nada más que la desaparición a pesar de que han pasado cinco años”, dijo en Neuquén Nidia Aguilera, al recordar el caso pocas horas antes de viajar a la Capital Federal, donde hará gestiones, junto con su hijo Pedro, para tratar de evitar que se cierre la investigación.

La joven desaparecida había llegado a Buenos Aires para estudiar y ya estaba cursando el quinto año en la Facultad de Economía de la UBA. “El martes es un día simbólico. La última vez que alguien habló con ella fue el 16 de marzo, pero no sabemos nada más que eso”, dijo Nidia. La noche anterior, Florencia había cenado con amigos en el departamento que compartía con su hermano en el barrio de Palermo.

Después de despedir a sus amigos, salió de la casa y al día siguiente llamó a su trabajo, en el Instituto de Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires, para avisar que no iría a trabajar. También habló brevemente con su hermano. Desde ese momento se desconoce qué pasó con ella. Ni siquiera surgieron líneas de investigación, indicios, testigos o personas que hayan aportado alguna información creíble sobre el caso.

“La causa es larga, grande, pero no hay nada de nada. Los abogados piensan que los responsables son personas que no eran del círculo de Florencia. Ella iba mucho a un boliche que se llamaba Confusión, en Palermo, pero allí nadie tenía relación con nadie.” Los datos reunidos indican que “ella llamaba a alguien de ese boliche, pero para que esa persona prestara declaración pasó un año y medio hasta que lo citaron”. La madre asegura que “tendrían que haber investigado mucho más porque en el último mes antes de su desaparición quedaron registradas al número de ese hombre 50 llamadas desde el teléfono de Florencia”. Según la mujer, al testigo “sólo le hicieron tres preguntas”.

Para la madre de Florencia “la sensación que te da es que es una causa molesta porque es la de- saparición de una persona sin ningún tipo de pistas” para buscarla. “Lo que hizo la policía eternamente es investigarla a morir. A nosotros también, teníamos los teléfonos intervenidos (...) me deben haber escuchado decir de todo y contra todos.”

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Nidia Aguilera y su hija, Florencia Penacchi.
Imagen: Télam
 
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