“¡Nos gusta el chupete pero también la teta!”, sostuvieron categóricamente más de mil bebés argentinos, en un pronunciamiento que revolucionó un criterio establecido entre los pediatras. Los bebés se expresaron a través de una investigación en varias instituciones de salud: la conclusión es que, cuando está bien establecida la lactancia materna, ofrecer el chupete para dormir no la perjudicará. La importancia del hallazgo deriva de que, según distintas investigaciones, dormir con chupete disminuye el riesgo de muerte súbita.

El estudio, publicado en The Journal of Pediatrics, fue realizado por un equipo dirigido por Alejandro G. Jenik, y comprendió cinco grandes instituciones públicas y privadas de la ciudad y la provincia de Buenos Aires. Su punto de partida fue que, por una parte, las recomendaciones para la lactancia requerían no ofrecer el chupete, en la suposición de que podría desalentar la alimentación desde el pecho materno. Pero, en los últimos años, “las investigaciones indican una asociación entre el uso del chupete y una reducción del riesgo de muerte súbita, lo cual condujo a que la Academia de Pediatría de Estados Unidos recomiende ‘ofrecer chupete para el sueño nocturno y para la siesta’”. El equipo se propuso entonces verificar si el chupete afectaba o no la lactancia materna.

Para ello, obtuvieron la colaboración de 1021 madres “altamente motivadas para la lactancia materna”, cuyos bebés tenían ya 15 días y habían ganado peso con esa alimentación. Las dividieron en dos grupos: 528 mujeres a quienes se les pidió ofrecer chupete al bebé para dormir, y 493 que no se lo ofrecerían. Ambos grupos eran similares en otras características, como nivel educativo y edades. Entrevistadas las madres tres meses después, se registró que en ambos grupos la proporción de lactancia materna exclusiva era de entre el 85,8 y el 86,2 por ciento. Y “durante los primeros cuatro meses, la prevalencia de lactancia materna exclusiva fue superior al 75 por ciento en ambos grupos”.

En conclusión, “en madres con firme intención de dar de mamar a sus bebés y que lo lograron exitosamente al día 15, la recomendación de introducir un chupete no afecta el éxito y la duración del amamantamiento. Por cuanto el uso de chupete reduce el riesgo de muerte súbita del bebé, la recomendación de ofrecerlo cuando se ha establecido bien el amamantamiento resulta segura y apropiada”.