EL MUNDO › EL GOBIERNO LANZó UNA MASIVA REDADA EN LA VíSPERA DE UNA MANIFESTACIóN NACIONAL

Razzia de opositores en Pakistán

Cientos de líderes políticos y abogados fueron detenidos y otros cientos pasaron a la clandestinidad. La oposición comparó la mano dura del actual presidente Zardari con la de su predecesor Musharraf. La marcha sigue en pie.

 Por Omar Waraich y Andrew Buncombe *

Desde Islamabad y Londres

Cientos de abogados paquistaníes y líderes opositores quedaron tras las rejas anoche después de que el gobierno de Pakistán lanzara una masiva redada en la víspera de una manifestación nacional. Las principales rutas que conectan a la capital, Islamabad, con el resto del país fueron bloqueadas, al tiempo que cientos de dirigentes sociales y políticos, entre ellos el ex campeón mundial de cricket Imran Khan, pasaron a la clandestinidad.

La oposición comparó el avance del gobierno del viudo de la ex primera ministra Benazir Bhutto con las técnicas autoritarias del ex presidente y dictador Pervez Mu-sharraf. Durante la madrugada, antes de que amaneciera, la policía paquistaní realizó cientos de redadas en la provincia Punjab, donde comenzaría la manifestación hoy y, utilizando legislación de la época imperial británica, prohibió cualquier encuentro de más de cuatro personas en los espacios públicos.

El gobierno argumentó que estaba actuando para proteger a los ciudadanos de Islamabad de miles de abogados que planeaban marchar hacia la ciudad para demandar la restitución del ex presidente de la Corte Suprema Iftikhar Chaudhry. El magistrado había destituido hace casi dos años por el anterior gobierno de Musharraf. Zardari no hizo nada para cambiar el nuevo tribunal, compuesto por hombres leales al dictador paquistaní.

Para la oposición, las redadas y el establecimiento del estado de sitio con una medida preventiva para frenar el avance del ex primer ministro Nawaz Sharif, uno de los principales promotores de la marcha. Los pocos abogados que aún seguían ayer en contacto con la prensa adelantaron que la marcha, que tiene previsto llegar a la capital el 16 de marzo próximo, sigue en pie. “Un movimiento que sobrevivió a los golpes, gases lacrimógenos, redadas masivas y explosiones no puede apagarse tan fácilmente”, aseguró Atizaz Ahsan, uno de los abogados que dirigirán la manifestación.

“Aun si bloquean la ‘larga marcha’, ¿qué hará el gobierno si convocamos a una nueva manifestación nacional para dentro de 15 días? ¿Y otra más 15 días después?”, agregó el abogado. Según las versiones de los medios locales, alrededor de 300 personas fueron arrestadas ayer, la mayoría militantes de bajo rango del partido de Sharif, La Liga Musulmana de Pakistán (PML-N, según sus cifras en inglés).

Varios periodistas y militantes sociales también cayeron en las redadas. Tahira Abdullah, una defensora de derechos civiles de 50 años, consiguió salir de la cárcel sólo después de que interviniera un ministro nacional. “Es un día triste para Pakistán. Las mismas personas que marcharon con nosotros a favor de la democracia y en contra de las dictaduras del general Zia-ul-Haq y del general Musharraf están siendo hoy (por ayer) arrestadas”, se lamentó la veterana militante.

Uno de los que lograron escapar al largo brazo de la fuerza pública fue Imran Khan. La policía llegó a su casa a las 2.30 de la madrugada y los empleados que estaban allí les dijeron que el ex campeón de cricket se había ido. Desde la clandestinidad, Khan logró colar una denuncia. “Es una típica movida de un líder en pánico, que tiene terror de un sistema judicial independiente –escribió en un comunicado–. Tiene miedo porque está hundiendo al país y si existe un sistema judicial independiente, tendrían que enfrentar cargos y seguramente terminarían tras las rejas por corrupción.”

Hace casi dos años que Musharraf destituyó a Chaudhry, una decisión que según los analistas le costó la elección y permitió que Zardari y su Partido Popular de Pakistán (PPP) tomaran el poder a principio del año pasado. En aquel momento, Sharif y Zardari unieron fuerzas y formaron un gobierno de unidad nacional. Pero la conciliación entre los dos antiguos rivales duró poco. Cuando Zardari se negó a reinstalar a Chaudhry al frente de la Corte Suprema, Sharif abandonó el gobierno y se convirtió en el líder del frente opositor.

La tensión entre los dos referentes políticos del momento escaló el mes pasado después de que la Corte Suprema, fiel a Musharraf, invalidó la elección del hermano de Sharif, Shahbaz, como gobernador de Punjab. El fallo forzó a disolver el gobierno electo y el gobierno nacional tomó el control provisional de la región. Desde entonces los Sharif salieron a las calles a enfrentar con todo a Musharraf. Punjab es su bastión y lo quieren hacer valer. “Este es el momento de salir a la calle y unirse a las protestas de los abogados. No vengan por mí, vengan por el país”, arengó anoche el principal líder opositor en una manifestación en la provincia.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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Abogados y activistas en Quetta protestan por las detenciones masivas de opositores al régimen paquistaní
Imagen: AFP
 
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