EL MUNDO › CIENTOS DE MILES DE MANIFESTANTES COPARON EL CENTRO DE MADRID EN RECHAZO A LA POLITICA DE RECORTES

España vuelve a salir a la calle por el ajuste

Bajo el lema “¡Vamos! ¡Quieren arruinar el país, hay que impedirlo!”, los manifestantes, convocados por unas 200 organizaciones sociales y los principales sindicatos de España, pidieron un cambio de rumbo al gobierno.

Cientos de miles de personas se manifestaron ayer en Madrid para exigir al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, que someta a referendo sus políticas económicas de ajuste. Se trata de la primera gran movilización tras las vacaciones estivales y llega en un momento en el que España estudia pedir otro rescate soberano a la Unión Europea (UE).

Bajo el lema “¡Vamos! ¡Quieren arruinar el país, hay que impedirlo!”, los manifestantes, convocados por unas 200 organizaciones sociales y los principales sindicatos de España, pidieron un cambio de rumbo al gobierno. La manifestación, denominada “marea social”, a la que acudieron numerosas familias y que se desarrolló en un ambiente festivo, partió desde distintos puntos emblemáticos de la capital en columnas sectoriales y territoriales que confluyeron en la Plaza Colón. Detrás de una pancarta con el lema “Recortes No. No te calles”, se encolumnó la “marea naranja” contra los recortes sociales y el tijeretazo a las políticas de dependencia. Los trabajadores del sector de la educación estaban representados en la “marea verde”; los de la sanidad, en la blanca, el sindicato Comisiones Obreras, en la roja; las feministas, en la violeta, y el resto de trabajadores públicos iban en la “marea negra”. “Rescatemos personas, no bancos”, “Basta de mentiras y recortes a la ciudadanía”, gritaban los manifestantes que llegaban desde distintos puntos del país ibérico.

“El ministro de Economía ha dimitido mentalmente y ha vuelto a recuperar la figura del delegado de Lehman Brothers en Madrid”, denunció el secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, al intervenir ante los manifestantes. “Basta ya de soberbia, arrogancia y oídos sordos” y de “sumisión servil” a los dictados de la Unión Europea, exigió Méndez, quien denunció a Rajoy por querer pasar de un Estado de bienestar a uno de beneficencia. En sintonía, el secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.), Ignacio Fernández Toxo, advirtió, al intervenir en el acto de cierre de la multitudinaria marcha, que el gobierno tiene la llave de la huelga general, respecto a la que sería la segunda huelga general desde que el líder del derechista Partido Popular (PP) llegó al poder en diciembre. “Rajoy tiene la oportunidad de escuchar a la ciudadanía que se está expresando alto y claro. Esto no termina aquí, llegaremos tan lejos como el gobierno quiera llegar”, insistió. Toxo se refirió a la situación de otros países de la Zona Euro. “Grecia, Portugal e Irlanda no están mejor que en mayo de 2010, cuando se inició este camino al suicidio. España e Italia sufren las consecuencias de una política, una opción desde la ideología, de las elites que presiden reuniones del Banco Central Europeo”, denunció. Según el líder sindical, se pretende conscientemente aprovechar la crisis para provocar una involución social y política sin precedentes en Europa y España, pero hay una alternativa democrática y es una reforma fiscal para financiar al Estado de bienestar. “Referendo ya”, exigió Toxo.

La manifestación también contó con la participación de dirigentes políticos de la izquierda, entre ellos el líder de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, quien acusó a Rajoy de mentir al decir que el ajuste creará empleo. “No hemos conocido en la historia democrática un gobierno que haya hecho tanto daño en tan poco tiempo”, dijo Lara. También se unieron los indignados, que junto con un grupo de manifestantes muy animados se dirigió tras el acto central a la sede central del PP en la calle Génova de Madrid, donde se vivieron momentos de tensión con la policía. La Falange española y otros grupos de ultraderecha minoritarios convocaron a una manifestación también ayer en Madrid bajo el lema “la crisis se llama democracia”.

Mientras en Madrid el clamor de miles de ciudadanos, en su mayoría trabajadores afectados directamente por los recortes y que rechazan las políticas de ajuste neoliberal, se hizo sentir en las calles, el ministro de Economía español, Luis de Guindos, expresó desde Chipre el respeto del Ejecutivo hacia los manifestantes pero aseguró que los sacrificios que se están pidiendo a la ciudadanía son ineludibles para corregir el entorno difícil y sentar la bases de la recuperación. De Guindos descartó ayer nuevos recortes porque, según detalló, espera que la subida del Impuesto al Valor Agregado (IVA) permita a España cumplir el objetivo de déficit fijado para este año, pero consideró que los sacrificios actuales son “ineludibles” para la recuperación de la economía. “Se tomaron medidas a mediados de julio. Creemos que esas medidas son suficientes para el cumplimiento de nuestros compromisos desde el punto de vista del objetivo presupuestario”, dijo De Guindos al término del consejo informal de ministros de Economía de la UE, en referencia sobre todo a la subida del IVA. Sin embargo, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, reveló el viernes que el ministro español se había mostrado dispuesto a adoptar “nuevas medidas si fuera necesario” para bajar, este año, el déficit al 6,3 por ciento del Producto Bruto Interno (PIB). En tanto, España acaparó elogios de sus socios de la Zona Euro. Desde Alemania, hasta la jefa del FMI, Christine Lagarde, la mayoría de ministros de Finanzas europeos y líderes de la economía mundial, reunidos ayer en Nicosia, no escatimaron palabras para mostrar su satisfacción por el camino de reformas que inició el gobierno español.

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