Un ingeniero especializado en ferrocarriles con más de tres décadas en la gestión pública es desde ayer el nuevo subsecretario de Transporte Ferroviario. Se trata de Raúl Baridó, el interventor de la empresa Trenes de Buenos Aires designado por Cristina Kirchner tras el accidente de Once y que reemplaza a Guillermo Antonio Luna, hombre de La Fraternidad e imputado por su responsabilidad en el mismo siniestro. Junto con el anuncio de la designación, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, informó sobre una serie de medidas “para darle mayor seguridad al sistema”: 120 banderilleros adicionales, 20 vehículos que harán patrullajes preventivos a lo largo de los 52 pasos a nivel de la línea Sarmiento, y equipos interdisciplinarios para asistir a los motorman y sus ayudantes en las cabeceras de cada línea.

La designación de Baridó implica un cambio de perfil para el cargo. Baridó es ingeniero y tiene 34 años en la gestión pública, era director del Instituto Superior de Control de la Gestión Pública, fue gerente de capacitación y desarrollo de la Sigen y subsecretario de control en la Jefatura de Gabinete de Ministros. Como interventor de TBA participó del relevamiento sobre el estado de las líneas Mitre y Sarmiento y en la elaboración del plan de obras que se anunció hace dos meses.

“Venimos a anunciarles que a partir de la próxima semana a las líneas Sarmiento y Mitre se les van a agregar 120 banderilleros adicionales para reforzar el control en los pasos a nivel en los horarios de mayor circulación, entre las 6 y las 22”, explicó Randazzo. Durante el resto del día habrá un servicio de emergencia adicional, agregó. La semana pasada el ministro había intimado a Ferrovías y Metrovías a tomar medidas urgentes para mejorar la seguridad en los pasos a nivel.

La segunda medida es la incorporación de veinte vehículos que harán patrullajes preventivos permanentes. La idea es que el personal a cargo de los vehículos esté disponible para informar y para intervenir ante cualquier situación irregular. La tercera es la creación de “centros de recepción de conductores” con equipos interdisciplinarios conformados por un médico, un psicólogo y personal técnico. Su función será controlar tanto las condiciones psicofísicas de los motorman y sus ayudantes antes de que tomen su servicio como informarles sobre las condiciones de las vías, el clima y cualquier eventualidad que pueda alterar su trabajo.