Mañana será el turno de Leopoldo Bonilla, y, el jueves, el de Silvia Reyss, la mujer de Ricardo Jaime, quien también está siendo investigada por presunto enriquecimiento ilícito. González y Bonilla, directivos de la empresa Cleanter, figuran como los firmantes de los cheques con los cuales se pagaban los alquileres de los departamentos de Cerrito 1518 y Avenida Del Libertador 654.

La Justicia sospecha que Cleanter y TEBA son empresas vinculadas, ya que ambas figuran con el mismo domicilio social y, por lo tanto, se descuenta que los directivos de la primera firma conocían el destino de los cheques. Hasta ahora el único empresario que prestó declaración, y por escrito, fue Néstor Otero, presidente de TEBA, quien negó que desde su compañía se hayan firmado garantías o pagado los alquileres de los departamentos en cuestión. Alfredo Pielach, también de TEBA, Daniel Preiti y Gabriel Akerman se negaron a declarar.

Oyarbide investiga si seis directivos de TEBA, a la cual Jaime le extendió la explotación de Retiro hasta el 2015, fueron garantes de los dos departamentos, y si la compañía pagó los alquileres.

Oyarbide allanó las oficinas de TEBA en Retiro, y el cobrador de la empresa France Bells, dueña de los departamentos alquilados por el ex secretario, reconoció en varias oportunidades haber cobrado allí los alquileres.

El ex funcionario ya fue procesado por dádivas por otro juez federal, Claudio Bonadío, por haber aceptado viajes aéreos solventados por los mismos empresarios a quienes debía controlar.