SOCIEDAD › MAS DE TRESCIENTOS MUERTOS POR TORNADOS EN EL SUR DE ESTADOS UNIDOS

La furia que llegó del cielo

El estado más afectado fue Alabama, donde hubo 190 muertos. Hay ciudades que quedaron arrasadas, sin luz y con cientos de heridos. Es la peor catástrofe natural en Estados Unidos desde el huracán Katrina. Obama viaja a la zona del desastre.

Más de 300 personas murieron a causa de los feroces tornados e inundaciones que se sucedieron en el sur de Estados Unidos, durante la última semana, y esa cifra tendería a crecer, ya que hay personas desaparecidas que podrían estar bajo los escombros que dejó el paso de las ráfagas de viento. El sitio más dañado fue el estado de Alabama, donde se reportaron por lo menos 190 muertos. El saldo de vidas cobradas por este fenómeno natural se ubica como la tercera catástrofe registrada en ese país en el último siglo, y como la peor desde la irrupción del huracán Katrina en 2005, según cifras oficiales. El presidente Barack Obama viajará hoy a la zona arrasada.

Un tornado de más de 1,5 kilómetro de ancho arrasó Tuscaloosa, en Alabama. Debajo de los escombros se hallaron por lo menos 36 cadáveres y más de 600 heridos fueron derivados a hospitales. En cuestión de minutos desaparecieron varios edificios. Además, muchas calles quedaron inundadas. “Un edificio tras otro fue literalmente erradicado”, aseguró el alcalde, Walter Maddox. “Es una catástrofe inimaginable, por favor recen por nosotros”, agregó. Maddox graficó a los medios de comunicación lo que tenía ante sus ojos: “Manzanas enteras con viviendas fueron destrozadas. Hay algunas partes de la ciudad que casi no puedo reconocer”.

En la ciudad de Birmingham, también en Alabama, los vientos alcanzaron el miércoles por la mañana los 160 kilómetros por hora. “La parte noroeste de la ciudad está arrasada”, describió el alcalde, William Bell. En esta ciudad, la más poblada de ese estado, algunas casas fueron arrastradas por los tornados y encontradas hasta a 80 kilómetros de distancia.

El cuadro se repitió en los estados de Arkansas, Kentucky, Mississippi, Missouri, Tennessee y Oklahoma, que decretaron el estado de emergencia. En estos lugares también hubo decenas de víctimas, muertos y heridos. Techos de casas, automóviles y postes de luz fueron arrancados por las fuertes tormentas. En Tennessee y Mississippi al menos 138 tornados se registraron durante la noche del miércoles, lo que provocó la interrupción del servicio de electricidad.

En medio del caos se sumó la preocupación por el estado de la planta nuclear de Browns Ferry, localizada en Alabama. La agencia de Regulación Nuclear (NRC, por sus siglas en inglés) en Washington siguió con atención la situación de esta central ubicada cerca de Athens, que dejó de funcionar el miércoles por la noche después de las tormentas, cuando los tres reactores que allí operan se apagaron automáticamente, según informó la NRC. De todas formas, la planta de energía quedó bajo supervisión.

Ante este marco de crisis, la Guardia Nacional movilizó a cientos de sus miembros para realizar las tareas de rescate en las regiones más afectadas. La Cruz Roja, que interviene mediante ayuda humanitaria, estimó que 2700 personas pasaron la noche del miércoles al jueves en refugios en 12 estados.

Alertado por la catástrofe, el presidente Obama se reunirá hoy con el gobernador de Alabama, Robert Bentley. El presidente estadounidense ordenó que el gobierno nacional “reaccione rápidamente” para asistir a estas poblaciones, donde, entre otros problemas, casi un millón de personas están sin electricidad. “Nuestros pensamientos están con todos los afectados por esta catástrofe”, les manifestó Obama a los damnificados.

La seguidilla de tormentas en la región sudeste de Estados Unidos comenzó el pasado viernes, y desde entonces se registraron 300 tornados –130 el miércoles–, según el Servicio Meteorológico Nacional. Los tornados tienen una duración de entre algunos minutos y una media hora, y su intensidad se estima en vientos que pueden rondar los 200 kilómetros por hora. Los meteorólogos pronosticaron que entre ayer y hoy habrá una tregua, pero que ésta antecede a un nuevo frente de tormentas que tendrá su pico el sábado. Este temporal se perfila como la peor catástrofe natural sufrida por Estados Unidos tras el huracán Katrina en 2005 (que provocó 1500 muertos) y los tornados de abril de 1974, con 310 muertos.

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Los damnificados tuvieron un respiro ayer a la tarde, pero el pronóstico indica nuevas tempestades.
Imagen: AFP
 
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