Patricia Rivero tiene 31 años y está por recibirse de psicóloga; Andrea González tiene 23 y está terminando la carrera de Derecho y Carina Zannier, 31 y estudia el profesorado de inglés. Las tres viven en Güemes y forman parte de la Asociación Madres Unidas. Se encargan de dar charlas para difundir la Ley 26.485 de prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos de sus relaciones interpersonales, que se sancionó el año pasado en el Congreso y este año fue reglamentada por un decreto de la presidenta CFK. “Queremos que entiendan, que puedan ver cuándo son víctimas de violencia, porque lamentablemente la toman como algo natural. Tratamos de concientizarlas”, dice Patricia. “No saben adónde recurrir para pedir ayuda”, agrega Carina. Hace poco fueron a dar una charla a una escuela rural. “La directora nos llamó, nos pidió que habláramos con los alumnos y las alumnas. En las casas los hermanos varones se creen que tienen derecho sobre las chicas. Las niñas crecen como sirvientas, igual que lo hicieron sus madres. Y queremos desarmar esas ideas arraigadas”, sigue Patricia. También promueven que las mujeres se realicen un PAP. Con cierta periodicidad, convocan a un equipo médico de un hospital de la ciudad de Salta para que vaya a Güemes a realizar los exámenes ginecológicos.

–Dios me dio una oportunidad más en la vida y la tengo que aprovechar. Ellas han confiado mucho en mí. Es difícil que acá la gente confíe en alguien más por todo lo que pasa con los políticos... Hay muchas mujeres que no tenían nada, que nunca en su vida habían trabajado... Ellas transmiten las ganas de trabajar –sonríe Karina.