EL MUNDO › ANUNCIO QUE BUSCARA REFORMAR LA CONSTITUCION PARAGUAYA EN 2009

Lugo va por la Corte Suprema

El flamante presidente electo del Paraguay, decidido a limpiar la mayoría automática que controla el más alto tribunal guaraní, usó su primera conferencia de prensa para poner en marcha un proceso de reforma constitucional.

El presidente electo paraguayo Fernando Lugo le puso fecha a la Asamblea Constituyente. En su primera conferencia de prensa oficial después de ganar las elecciones, el domingo pasado, el ex obispo adelantó que cambiará de raíz el sistema judicial y lo hará el año próximo a través de una reforma constitucional. “Vamos a cambiar la Corte Suprema, toda la Corte Suprema”, prometió, después de recordar su cruzada contra el tribunal y su “alianza” con el presidente Nicanor Duarte Frutos. Mientras espera a agosto para asumir, Lugo aprovecha su pre-luna de miel para reconstruir algunas amistades y crear nuevas. Ayer el futuro mandatario se reunió con el nuncio apostólico –una suerte de embajador del Vaticano– y habló por teléfono con el presidente estadounidense George Bush.

Para Lugo arreglar las cosas con la Iglesia no es sólo una necesidad política, sino personal. El mismo, después de reunirse con el nuncio Orlando Antonini, intentó explicar su dilema con el clero. “Quiero seguir perteneciendo a esta Iglesia que tanto amo, pero al mismo tiempo quiero buscar una salida de consenso que pueda beneficiar a todos y, sobre todo, al pueblo paraguayo”, aseguró el hombre de 56 años que el domingo pasado puso fin a seis décadas de reinado colorado. Antonini, por su parte, pateó su respuesta. “El Vaticano tiene una postura sobre el caso de monseñor Fernando Lugo que se dará a conocer próximamente a través de un comunicado”, dijo.

En enero del año pasado, el papa Benedicto XVI suspendió al ex obispo “a divinis” por no aceptar su renuncia al obispado y su consiguiente candidatura presidencial. Esta semana, la cúpula eclesiástica se reunió con Antonini para definir cómo tratarán a su ex compañero. La conclusión fue diplomática: “Se mantendrán las relaciones de colaboración entre la Iglesia paraguaya y el Estado”.

La otra relación que el presidente electo quiere afianzar es con la Casa Blanca. Durante la mañana, Bush lo llamó para felicitarlo por la victoria electoral y para recordarle que Estados Unidos es “un buen amigo” de Paraguay. En los últimos cinco años, el gobierno de Duarte Frutos mantuvo una muy buena relación con Washington. En 2005, el mandatario no dudó mucho en otorgar –con el apoyo del Congreso oficialista– inmunidad total a los soldados estadounidenses que ingresaban en el país para realizar “ejercicios militares”. La medida provocó tal reacción entre los gobiernos de la región que Asunción no renovó el beneficio al año siguiente. Según publicaron los medios locales, el mandatario norteamericano no habría mencionado a su rival regional, Hugo Chávez, a pesar de que el ex obispo dijo tener afinidad por el líder bolivariano durante la campaña.

Mientras los gobiernos de la región siguen atentos estos gestos, para los paraguayos lo que realmente importa es lo que cambiará fronteras adentro. “Lugo conoce un solo estilo: reformas profundas sin confrontaciones conflictivas”, adelantó a este diario Hermes Rafael Saguier, su abogado, asesor en temas jurídicos y posible funcionario de la próxima gestión (“Nunca se sabe. Conociéndolo a Fernando todos nos vamos a enterar un mes antes”). Pero más allá de quién jure en agosto, Saguier jura y rejura que las reformas serán las mismas. “Primero, remodelar por completo el funcionamiento de la Justicia”, explicó.

Por ejemplo, empieza a despacharse uno de los hombres más cercanos a Lugo, la Corte Suprema, con los años, fue ganando responsabilidades que no tiene ningún tribunal similar en el mundo. “La Corte tiene a su cargo el registro automotor y de propiedad... y así están”, sentenció el abogado. Hace apenas unos años, la directora de Registros Públicos de la Nación, Lourdes González, reconocía que la mayoría de los archivos no están informatizados. “No hay posibilidad alguna de garantizar la veracidad de los registros”, le había dicho a la revista Surcos.

“Las cosas andan muy mal para sólo contentarnos con un cambio de nombres. Necesitamos cambiar cómo funcionan las cosas”, explicó Saguier. En los últimos días, tanto el ex general golpista Lino Oviedo como el ex vicepresidente y líder disidente colorado Luis Castiglioni prometieron apoyar desde el Congreso una asamblea constituyente para reformar, entre otras instituciones, la Justicia.

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El presidente electo recibió ayer en su casa al nuncio apostólico Orlando Antonini.
Imagen: EFE
 
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