14:48 › BUENOS AIRES

Una investigación para las cámaras

La Cámara Penal de Morón dispuso la nulidad de lo actuado en la causa por el crimen de Candela Sol Rodríguez, cometido en agosto de 2011 en el partido de Hurlingham, ordenó la libertad de todos los acusados y dispuso apartar de la investigación al juez de Garantías Alfredo Meade y al fiscal Marcelo Tavolaro. El fiscal general de Morón, Federico Nievas Woodgate, aclaró que el fallo de la cámara "no anuló ninguna de las medidas de prueba ni los elementos sino que hace mención a la nulidad de todas las indagatorias".

Por otra parte, el fiscal general de Morón aseguró que analizará el fallo de la sala III y tomará una decisión respecto de la recomendación de apartar de la investigación al fiscal de instrucción Marcelo Tavolaro.

La Cámara ordenó liberar a Gladys Cabrera, Guillermo López (31), Fabián Gómez (42), el carpintero Néstor Altamirano (55), Leonardo Jara (34), Héctor "Topo" Moreyra (44), Hugo Bermúdez (53)y Alberto Espínola (31), quedaron excarcelados.

Si bien algunos de ellos ya gozaban de beneficios que les permitió salir de prisión, los camaristas ordenaron la libertad inmediata de los otros imputados que aún se hallaban presos.

Carola Labrador, madre de Candela Sol Rodríguez, aseguró que nadie la llamó para explicarle el fallo y afirmó que está dispuesta a encadenarse al Ministerio de Seguridad bonaerense para pedir Justicia por su hija. "Acá pasó lo mismo que pasó con Poncio Pilatos, todos se lavan las manos y nadie se acuerda que mataron a una nena inocente". "Los asesinos de mi hija están libres y van a seguir en la calle matando gente", apuntó Labrador.

La Sala III de la Cámara de Apelaciones de Morón ya había ordenado en febrero al juez Meade la excarcelación de Gladys Cabrera, la dueña de la casa donde se encontró un pelo con el ADN de Candela Rodríguez, y el beneficio de la prisión domicialiaria al carpintero Néstor Altamirano, acusado de haberle llevado comida a la niña, mientras ésta se encontraba secuestrada.

En aquel momento, los jueces realizaron severas críticas a la investigación penal que se llevaba adelante para esclarecer el caso y las pruebas que se usaron para mantener presos a los involucrados.

Por ejemplo, en el caso de Cabrera, quien había quedado sospechada de haber intervenido en el secuestro y posterior homicidio, el tribunal señaló que “no era la única persona que poseía llaves del lugar, ni tenía la exclusividad del acceso”. Además, los jueces habían resaltado que Cabrera “no tiene antecedentes penales ni hay indicios que permitan inferir que va a profugarse u obstaculizar la acción de la Justicia”.

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La Sala III de la Cámara había ordenado las primeras liberaciones en febrero con fuertes críticas al juez y el fiscal.
 
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