EL PAíS › LA DISCUSION DE LAS LISTAS ENTRE MAURICIO MACRI, FELIPE SOLA Y FRANCISCO DE NARVAEZ VIENE PARA LARGO

Una rosca que pasará más allá de Pascuas

El jefe de Gobierno anunciará sus candidatos en la Capital Federal en diez días y seguirá negociando con sus socios la integración de la boleta bonaerense. Reclama cinco lugares entre los primeros doce. Sus aliados rechazan ese planteo.

 Por Werner Pertot

Mauricio Macri anunciará dentro los próximos diez días la cabeza de las listas en Capital: Gabriela Michetti para diputada nacional y Federico Pinedo para legislador porteño. En cambio, la discusión con sus socios peronistas por la lista de diputados bonaerenses tomará más tiempo. El último encuentro que tuvieron, antes del anuncio de la fórmula Francisco de Narváez-Felipe Solá, terminó muy mal. La candidatura provincial del primo Jorge Macri fue (y es) uno de los motivos de la discordia. Los macristas exigen cinco de los primeros doce lugares, que son los que tendrían chances de entrar. Para los socios, el reclamo resulta irreal. En PRO, insisten con la postulación de Luciano Miguens y buscan sumar a un cobista y una mujer ruralista.

Los primeros escarceos en la tríada nacieron cuando Macri anunció que desdoblaba las elecciones porteñas, contra lo que le recomendaban sus dos socios peronistas, que buscaban el arrastre que la candidatura de Michetti les daría en el primer cordón del conurbano. Con el adelantamiento de las nacionales, volvieron al escenario que pretendían. Pero las disputas no hicieron más que crecer.

Un día antes de anunciar la cabeza de la lista provincial tuvieron un encuentro con Macri en el que discutieron por la composición de la boleta. Le ofrecieron que ubicara una mujer en el tercer o sexto lugar, a un hombre en el octavo y negociar otros dos lugares después del décimo. Macri, contrariado, sostuvo que a él le correspondía un tercio. La pelea subió de tono cuando introdujo su pretensión de incluir a Jorge Macri en las listas provinciales.

El primo del jefe de Gobierno salió eyectado de la conducción del PRO bonaerense apenas se anunció la alianza entre los tres líderes de centroderecha. Nunca se aclararon los motivos de la abrupta y prolongada licencia del dirigente, que tenía una muy mala relación con De Narváez. Macri se volvió a reunir con su primo hace una semana en plan de reconciliación. Le ofreció un lugar en las listas para que reelija como diputado bonaerense o se postule como senador.

Sin embargo, en el último encuentro de Macri con sus socios, le vetaron esa posibilidad. “Jorge no tiene armado. ¿Qué aporta?”, se preguntan cerca de De Narváez. Así como ellos objetan al primo del jefe de Gobierno, los macristas no quieren saber nada sobre la incorporación de algunas figuras cercanas a Eduardo Duhalde. “A Osvaldo Mércuri, Carlos Brown y Alfredo Atanasoff, Mauricio no los quiere y está firme en eso”, confían en el PRO. Con este panorama, la reunión de hace dos semanas terminó mal. Los peronistas anunciaron la fórmula en la hora central de un noticiero y sin Macri, que hizo trascender su enojo y exigió su tercio de la lista. “Esto lleva tiempo y es un armado y claro que hay una discusión”, admitió ayer De Narváez, que estimó que “esto se va saldar en una mesa de conversación permanente. De ninguna manera con enojos o descalificación”. “Es una fricción necesaria y hasta enriquecedora. No excede ese marco”, minimizó.

Por su parte, la pata sindical de la tríada de centroderecha, el ruralista Gerónimo “Momo” Venegas, contrabandeó la candidatura de la hija de José Ignacio Rucci, pero está por verse si ocupa el tercer o sexto lugar. La movida fue bien recibida por el peronismo ortodoxo y no tanto por el macrismo, que ve que se agotan los lugares para negociar.

En las próximas reuniones es probable que avance primero con los acuerdos de las cabezas de las listas provinciales. Los negociadores de los tres espacios imaginan que las definiciones comenzarán después de Semana Santa y que la disputa por los cargos nacionales seguirá hasta bien entrada la noche del 9 de mayo, día del cierre de listas.

Los macristas, en tanto, cambiaron de estrategia. “En vez de pelearnos por los porcentajes, vamos a empezar a hablar de nombres y secciones. Así nos vamos a poner de acuerdo seguro”, se mostró optimista el diputado Christian Gribaudo, uno de los negociadores del macrismo. Imaginan que podrán avanzar en la discusión si ponen figuras de peso en la mesa de negociaciones: piensan en alguna mujer vinculada con las entidades rurales y siguen intentando convencer a Luciano Miguens. Hasta ahora, el ex titular de la Sociedad Rural se negó por motivos familiares. En la lista, De Narváez le aseguró un lugar al vicepresidente de Carbap, Jorge Srodek.

Desde PRO, también intentarán sumar a un radical para que “no sea todo peronismo”. Hay conversaciones con un cobista de la segunda sección electoral, donde se destacan el intendente de San Pedro, Mario Barbieri, y el de Pergamino, Héctor “Cachi” Gutiérrez. Quien más da el perfil es Gutiérrez, un cobista distante de la línea de Daniel Katz. Otro dato: durante el conflicto rural Gutiérrez compartió un acto con Gribaudo, Jorge Macri, Jorge Sarghini y Felipe Solá.

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La puja entre Macri, De Narváez y Solá por las candidaturas promete seguir hasta el cierre de las listas.
Imagen: Leandro Teysseire
 
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